El legado musical del Códice Trujillo del Perú
Bailes, Tonadas y Cachulas: La música del Códice Trujillo del Perú en el Siglo XVIII (The Music of the 18 Th Century Codex Trujillo del Peru. Adrián Rodríguez Van der Spoel. Deuss Music/Albersen Verhuur bv. Amsterdam, 2013. Distribuye Tritó, Barcelona.
Cuando todavía era rey de Nápoles, el futuro Carlos III de España impulsó la excavación sistemática de Pompeya y Herculano y el estudio de la cultura romana escondida bajo sus escombros.
Fruto de ello fue la publicación de un monumental volumen fundamental para la consolidación de la estética neoclásica.
Al final de su reinado, patrocinó la expedición de Malaspina que en su vuelta al mundo documentó la flora, la minería y otros aspectos de vastos territorios bajo dominio español. De esta inmensa labor podemos apreciar la colección de dibujos que se conserva en el Jardín Botánico de Madrid. Antes, encargó al recién nombrado obispo de la región de Trujillo, en Perú, Baltasar Jaime Martínez Compañón, la formación de un equipo para recoger todos los datos relativos a la topografía, estamentos sociales, costumbres, ritos, oficios, diversiones, en suma, toda la cultura material e inmaterial de aquellas tierras. El resultado son nueve volúmenes de dibujos que conforman un impresionante fresco. Martínez Compañón no se limitó a recopilar por escrito todos estos testimonios, sino que recogió objetos diversos pertenecientes a esa cultura, entre ellos una colección de vasijas silbantes que hoy se hallan en el Museo de América de Madrid y que están debidamente catalogadas y descritas en un catálogo confeccionado por Paz Cabello y publicado en 1989. En esta magna empresa no podía faltar la música. En el volumen 2, tras los juegos y diversiones aparecen una serie de láminas que documentan la actividad musical de Trujillo del Perú. A éstas acompañan veinte composiciones musicales que el equipo del obispo, es obligado suponer que altamente especializado, plasmó en papel pautado.
Los nueve volúmenes mencionados se conservan en la Biblioteca Real (Madrid, Patrimonio Nacional), es decir, en lo que fue la biblioteca personal de los monarcas españoles. Desde hace tiempo puede consultarse en internet el volumen 2. También se puede consultar en la edición facsímil de toda la colección publicada por Ediciones de Cultura Hispánica (Madrid, 1985-1991). De las músicas contenidas en dicho volumen se han hecho diferentes grabaciones. Pero faltaba una edición impresa. Ésta es la labor que ha acometido Adrián Rodríguez Van der Spoel desde la perspectiva de la música práctica, como director que es de un grupo especializado en la interpretación de la música latinoamericana de la época colonial. El libro está muy bien impreso, en castellano y en inglés. Cada una de las veinte composiciones se halla introducida por un estudio analítico y al final se reproducen los textos de las piezas vocales. Además, se reproducen en color un tercio de las láminas del códice con contenido musical.
Las melodías recogidas por el equipo del obispo muestran un rico panorama multicultural. No falta el lamento del negro esclavo, pero la casi totalidad remite al entorno indígena y al criollo. En dos de ellas aparece viva la memoria de la ejecución de Túpac Amaru I, una memoria reverdecida al año siguiente de la toma de posesión de la diócesis de Trujillo por parte de Martínez Compañón en la figura de Túpac Amaru II, quien tuvo el coraje de liderar una insurrección de voluntad panamericana que incluía la supresión de la esclavitud. Ni el obispo ni el insurgente llegarían a ver hecha realidad la emancipación de la América hispana, acaecida tan sólo treinta años después, aunque dirigida por los criollos, no por los indígenas que todavía en el siglo XXI tienen que pelear por su integración.
La música que nos transmite el códice abunda en hemiolias, esa ambigüedad rítmica que forma parte de los procesos de ida y vuelta entre la metrópoli y la colonia y que se ha consolidado como seña de identidad de la música latinoamericana. Por otra parte, en algunos ejemplos que proceden claramente de un entorno urbano, no rural indígena, encontramos giros melódicos y armónicos que nos recuerdan a los cantos llamados “americanos” dentro del vasto mundo del flamenco (nº 7, Tonada “La lata”, nº 10, Tonada “La selosa”). Si, como aseguran los especialistas, el flamenco comienza a fraguarse en Andalucía en los últimos decenios del siglo XVIII, quizá habría que considerar parte de este repertorio como testimonio temprano de la aportación americana al mismo. Son retos a que invita la publicación de este libro.
(Luis Robledo Estaire es Catedrático de Historia de la Música en el RCSMM)
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Acabo de leer con mucho interés el artículo del profesor Luis Robledo Estaire sobre el libro de Adrián Rodríguez Van der Spoel y el legado musical del Códice Trujillo del Perú. Da la casualidad que en la biblioteca en la que trabajo, en Cracovia, tenemos la edición facsímil editada por Cultura Hispánica, una preciosidad. Y también da la casualidad que el grupo Música Prima grabó un disco compacto llamado “Nuevos Mundos. De las músicas indígenas al Códice Trujillo”, en estos momentos sirve de banda sonora a la exposición “El Pacífico. España y la aventura de la Mar del Sur” que se encuentra en el Archivo de Indias, Sevilla.
Darles la enhorabuena por el magnífico trabajo que hacen.
Atentamente.