El arte de la improvisación debería considerarse un modo compositivo más, sin que aflorasen viejos prejuicios.

Vaya saga familiar la de los Rossy. Si no una big band pueden hacer un extended ensemble, tocan muchos instrumentos y todos los “palos†desde el jazz sureño español al hard-bop avanzado, como es el caso que nos ocupa. Félix Rossy, trompeta, con menos de 10 años ya lidera su propio grupo.

Primeros 80. Ya habíamos saciado nuestra sed de rock’n’roll y sus variantes bluessy, jazzy y folkie, habíamos tonteado con el revival del folk celta –francés, inglés, gallego– estábamos absortos con la obra de Charles Mingus, John Coltrane, Miles Davis…

Estamos ante todo un curso de formación del oído que aprovecha bien la potencia del ordenador. Sus puntos fuertes: la interactividad, el amplio repertorio de ejercicios y una colección de tutores muy bien resueltos que convierten a este curso en una herramienta formidable.

La primera vez que vi en directo a Derek Bailey fue en San Sebastián, 1974, con el Spontaneus Music Ensemble del gran John Stevens… En aquella época no entendía cómo una persona ya entrada en años rompía una cuerda de la guitarra, la enrollaba en el resto y frotaba las cuerdas mástil arriba y mástil abajo.

Santos Chillemi es un compositor argentino afincado en Francia desde hace más de 25 años.

Sigue la serie de escritos musicales de Adorno, dentro del proyecto de obras completas en bolsillo que está ofreciendo la editorial Akal. La importancia de estos escritos es tal que volvemos sobre ellos por segunda vez en estas mismas páginas.

Claude Barthélémy se ha impuesto en el ámbito fronterizo del jazz y la música clásica con un trabajo de gran refinamiento.

“Tiene una pequeña computadora en el cerebro. Nunca había escuchado algo semejante. He escuchado improvisaciones, pero nunca de esta manera».