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En Vida y muerte de Marina Abramovic confluyen las sinergias creativas de varios artistas articuladas a partir del singular diálogo entre la serbia Marina Abramovic y el norteamericano Bob Wilson, figura clave en la renovación de las artes escénicas actual. Cuenta con la colaboración del actor Willem Dafoe, en el papel de narrador, en el del padre de Abramovic y también en el de Ulay, artista alemán que fue pareja de Abramovic hasta finales de los 80 y con la música del así mismo llamado «Antony», lider de The Antony and the Jonsons y conocido en España sobre todo, por poner música a peliculas de Isabel Coixet como la Vida secreta de las palabras.

En la presentación a los medios, Gerard Mortier ha comenzado contestando a la pregunta de si este montaje es una ópera. Mortier lo tiene claro «es una gran ópera». «Una ópera de Haendel era totalmente diferente a una de Monteverdi y en este momento pasa igual; hay un cambio», ha argumentado.  En este sentido, el director artístico del Teatro Real subrayó que Wilson ha transformado la visión estética del Teatro y eso «es fantástico para Madrid».

Bob Wilson, que estuvo recientemente en el Real con Pelleas et Melisande, estuvo de acuerdo con Mortier. «Este montaje es muy apropiado para un centro como este porque en esta obra confluyen danza, arquitectura, música y actucación, porque ópera no es solo algo que vemos y oimos si no que es algo en lo que utilizamos todos los sentidos».

Sobre cómo abordó esta particular obra, Wilson contó que nació de un encuentro con Marina Abramovic en la que «ella me explicó que quería que hicieramos una obra sobre su vida y desde ahi empezamos a trabajar; era un texto muy duro y dificil pero la música de Antony hizo que surgiera la luz en la oscuridad».

Para Marina Abramovic, esta obra «es un esfuerzo de mucha gente, Bob ha construido un castillo». Acerca de su papel, Abramovic, que siempre ha trabajado sobre la performace, destacó que fue complicado porque «yo no soy actriz y nunca había entendido la importancia de caminar o respirar para que se me iluminara la cara y tampoco de leer un texto. En eso Willem Dafoe me ayudó mucho porque él cuando interpreta no es él, si no su personaje y me hizo entender que en definitiva, la diferencia entre actuación y performance no es tan radical».

El carismático actor Willem Dafoe, que también es un pilar importante en Vida y muerte de Marina Abramovic, comentó que para él fue un «reto llevar mi interpretación al terreno que me marcaba el equipo». «Pensé que sería aburrido trabajar con Bob pero me di cuenta que muchas veces la artificialidad que él plantea es más real que la propia realidad».

Vida y muerte de Marina Abramovic es un encargo y producción del Teatro Real y del Manchester Internacional Festival junto al Theater Basel, Art Basel, Holland Festival, Saldford City Council y deSingel de Amberes.