Etnokrak贸w revaloriza la diversidad del folk europeo
El 21潞 Festival etnomusical de Cracovia aun贸 heterodoxia y vanguardia con m谩s de 20 actuaciones de una quincena de pa铆ses
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Etnokrak贸w, rozstaje (Etno Cracovia, encrucijadas) pasa por ser uno de los festivales de m煤sica folcl贸rica y 茅tnica m谩s pujantes de la escena centroeuropea. A帽o tras a帽o, y ya van veintiuno, nos sacude por unos d铆as de la hipnosis viral, de la fr铆vola y abnegada sumisi贸n a las redes, para reivindicar espejismos de 茅pocas pasadas, dignos de ser conservados y recordados. Propuestas donde la tradici贸n y el folclore, lejos de estar apestados, gozan de aceptaci贸n, buena salud y excelente acogida. La veintena de conciertos y la decena de talleres programados entre el 2 y el 7 de julio, estaban repartidos en ocho escenarios de la vieja capital polaca pivotando en torno a dos ejes centrales. Por una parte Scena in crudo, que aglutin贸 aquellas propuestas en pro de una recreaci贸n fiel y fidedigna de la tradici贸n (Virtualnaja Derevnia, Teresa Mirga & Ka艂e Ba艂a, Svetlana Spaji膰 Group) y por otra, Scena Inspiracje, conformada por grupos con voluntad de proyectar hacia al futuro la herencia recibida, mech谩ndola de nuevas sonoridades actuales (Felix Lajk贸 Trio, Tamara Obrovac Transhistria Ensemble y Kukurba-S艂owi艅ski Project).
聽FORWARD>> Tradici贸n en clave de vanguardia
La geograf铆a no es un铆voca. Cuando hablamos de geograf铆a, la solemos equiparar a la administrativa, a la 煤ltima actualizaci贸n del mapa pol铆tico, a los designios de google earth. Existen mil formas de cuartear Europa, para cada oficialismo eufem铆stico existe otra alternativa que nos remite a mapas en desuso, a rutas pasadas, a encrucijadas. Encrucijada es el lema del festival cracoviense. La extinci贸n del juda铆smo europeo, tan impregnado anta帽o de nomadismo errante, contribuyera, qui茅n sabe, a alimentar en su d铆a a煤n m谩s el estatismo r铆gido de frontera y aduana. El Museo de Ingenier铆a Civil de Cracovia, adosado a las antiguas cocheras del tranv铆a del viejo barrio jud铆o de Kazimierz, acogi贸 los principales conciertos del Etnokrak贸w 2019. Ah铆 van unos cuantos trazos a mano alzada de lo que dio de s铆.
Tamara Obrovac y su Transhistria Ensemble dio el relevo al virtuoso violinista h煤ngaro F茅lix Lajk贸, encargado de abrir el festival el pasado 3 de julio. Este quinteto explora las sonoridades de la pen铆nsula de Istria, este espol贸n del litoral Adri谩tico que se reparten Italia, Croacia y Eslovenia. Y cuando hablamos de sonoridades lo hacemos en sentido amplio. Los idiomas tambi茅n se fusionan y sus voces se entremezclan y as铆 descubrimos dialectos del italiano desconocidos con incrustaciones eslavas y letras croatas con donaire latino.
La latitud como v铆nculo. La voz de Tamara Obrovac parece recordarnos por en茅sima vez que la m煤sica no entiende tanto de convenciones. Porque en su timbre y en la templanza de su jazz de raigambre folcl贸rica uno acierta a detectar trazas de fado, reminiscencias de Maria del Mar Bonet, dejes orientalistas, lejanos ecos sefard铆s, letan铆as de muec铆n y hasta el punteo del bouzouki o mandolina en su defecto. Mare Nostrum, en toda su amplitud, en estado puro, que logra amansar la visceralidad eslava en aguas adri谩ticas y nos recuerda que un pedazo de los Balcanes ba帽a tambi茅n la costa mediterr谩nea.
A trav茅s de temas como Sama (Sola) o Bez tebe (Sin ti) o Se me ra morta privari (Si la muerte me enga帽a) Uros Rakovec (guitarra y mandolina), Fausto Beccalossi (acorde贸n), Ziga Golob (contrabajo) y Krunoslav Levacic (percusi贸n) acompa帽aron a Obrovac en una amplia selecci贸n de temas propios e inspiraci贸n tradicional, armados sobre una s贸lida y exquisita base jazz铆stica. A partir de los mismos la vocalista croata alterna la declamaci贸n m谩s aut贸ctona con scats improvisados, dando rienda suelta a la emoci贸n, vaci谩ndose. Excelente cuarteto instrumental en perfecta sincron铆a con su front woman.
El acordeonista Beccalossi, abri贸 la actuaci贸n con un intenso arrebato que podr铆a haber firmado el propio Piazzola. Aunque Istria y Mar de Plata tengan poco que ver sobre el papel, el Transhistria Ensemble, apelando siempre la libertad jazz铆stica, concluy贸 su actuaci贸n precisamente con un tango. Un Tango istrando, no pod铆a ser otro.
Minutos despu茅s, Tomasz Kukurba, integrante de Kroke y uno de los aut茅nticos gur煤s del klezzmer centroeuropeo, present贸 junto a su paisano el violinista Stanis艂aw S艂owi艅ski su nuevo proyecto Kukurba-S艂owi艅ski . Dos aut茅nticos fiddlers del salvaje Este. Las cocheras del tranv铆a desbordaron adrenalina durante m谩s de hora y media. Asistimos a un dueling strings 鈥 Kukurba a la viola y S艂owi艅ski al viol铆n- donde ni uno ni otro se guardaron un solo 谩tomo de energ铆a. De su actuaci贸n cabe destacar la sincronizaci贸n y el vigor de sus extensos solos (al un铆sono, unas veces, o replic谩ndose, otras). Si estamos acostumbrados a un Kukurba mucho m谩s comedido en Kroke, junto a S艂owi艅ski muestra una vis m谩s indomable y extrovertida. Un rodeo musical en el que intervinieron tambi茅n los j贸venes m煤sicos Franek Raczkowski (teclado), Justyn Malodobry (contrabajo) y Dawid Fortuna (percusi贸n).
聽<<REWIND. En busca de la genuinidad
Sin micro ni cart贸n. 驴Cu谩ntos cantantes, con independencia del g茅nero musical, se atreven hoy a cantar para un gran p煤blico sin el micro como aliado? Desde hace d茅cadas el dopaje de la amplificaci贸n modulable se ha instalado en nuestra cotidianeidad musical, venciendo las reservas iniciales de los puristas. Por eso al o铆r los primeros c谩nticos – el escenario a煤n vac铆o-, aproxim谩ndose desde los flancos quienes los entonaban, comprend铆 al momento que 铆bamos a presenciar algo muy distinto a lo que uno est谩 acostumbrado.
A los arabescos varios de la luminotecnia y los apa帽os m谩s o menos admisibles de la mesa de mezclas, la formaci贸n ruso-ucrania Virtualna Derevnia contrapone sus voces y su vistoso vestuario tradicional. No hay m谩s productos a帽adidos que el poder de la vestimenta y las cuerdas vocales.
Sensual y meandrosa como las aguas del Volga. As铆 describ铆a Olga Gnievsheva una de las danzas tradicionales que esta agrupaci贸n de veteranos cantantes a capella ejecut贸 en su breve pero intensa lecci贸n magistral de etnograf铆a eslava. Los componentes de Virtualna Derevnia (Aldea virtual) se conocen desde hace d茅cadas, ya que coincidieron en el conservatorio de Mosc煤. En uno de los reencuentros de promoci贸n sali贸 a la luz su veneraci贸n por la m煤sica tradicional rusa y ya no hubo marcha atr谩s. Desde entonces se re煤nen un par de veces al a帽o para dar salida a su devoci贸n compartida por el folclore musical.
Pese a la connotaci贸n aparentemente futurista de su nombre, esta es una de las m谩s bellas y fieles recreaciones de folclore que uno recuerda haber visto en mucho tiempo. Apenas alguna incursi贸n de percusi贸n (la suela del zapato o la salmodia de un viol铆n en bucle), por lo dem谩s, escuchamos voces, puras voces (c谩nticos, narraciones, llamamientos, arengas, invocaciones, exaltaciones). D煤os, troikas y r茅plicas corales. Poco m谩s de una hora de atavismo llevado a escena. Simplicidad ante todo. Una coreograf铆a tan sencilla como convincente que rezuma autenticidad y arca铆smo bien asimilado. A trav茅s de ella uno ve pasar antes s铆 el ciclo de la vida sujeto a la naturaleza, su resignada aceptaci贸n de la misma, gozosa o cuando menos exaltada en sus momentos 谩lgidos.
En la parte final se incorporaron los hijos de estos m煤sicos, la segunda generaci贸n de Virtualna Derievna. Y es que el nombre del grupo no es gratuito. Repartidos hoy por la amplia geograf铆a de Rusia, Ucrania y Francia, la banda se mantiene ir贸nicamente gracias a la virtualidad. Apenas se re煤nen un par de veces al a帽o para ensayar y poner en pr谩ctica aquello que antes han preparado a distancia, en una particular f贸rmula de aplicar el home office a la defensa ac茅rrima de la cultura popular.
Antes de sumergirnos en este improvisado asentamiento ruso, el escenario central del Etnokrak贸w acogi贸 tambi茅n a Teresa Mirga & Ka艂e Ba艂a, una representante de la minor铆a roman铆 de Polonia. Acompa帽ada de guitarras, acorde贸n, caj贸n y darbuka la veterana cantante y poeta de etnia gitana nos sirvi贸 en lengua polaca algunas de sus recientes creaciones. En la l铆nea de Virtual Derievna, Svetlana Spajic Group abri贸 la secci贸n In Crudo con otra lecci贸n magistral de canto tradicional serbio y balc谩nico.
Los h煤ngaros Sz茅pszerevel 鈥 Gyulai Farkas (flauta, viol铆n y kaval) y S谩msondi Gergely (koboz) y c铆mbalos- cerraron la noche del viernes con un concierto a las 22:30 en la denominada Zona Etnokrak贸w, en una c茅ntrica calle del casco antiguo de Cracovia. Poco antes, sus paisanos Meszecsinka, en un registro mucho rayano al 鈥榝olk psicod茅lico鈥, desped铆an la sesi贸n al aire libre, bajo el castillo de Wawel.
El fin de semana la oferta se hizo m谩s amplia e internacional y se pudieron escuchar a bandas de m煤sica tradicional de otros continentes como el grupo Bel Air de Forr贸 (Brasil) o la cantante saharaui Aziza Brahim. Tambi茅n fue el momento para redescubrir otros rincones de Europa m谩s apartados de Cracovia con Loogaroo (B茅lgica), Tuuletar (Finlandia) o las Manchester Inspirational Voices (Gran Breta帽a).
Sin divismos
Los macrofestivales de verano no han hecho sino deificar a煤n m谩s la figura de las estrellas del rock. El stage y el backstage son espacios poco m谩s que sagrados, como el altar y la sacrist铆a. Por eso se agradecen citas como el Etnokrak贸w, donde los m煤sicos a los cinco minutos de haber finalizado el concierto se confunden en la masa de oyentes como uno m谩s y algunos tambi茅n aprovechan para escuchar a los otros conjuntos. Hablar con ellos no requiere ning煤n control, ni cord贸n de seguridad, ni cita previa. Es m谩s, a menudo puede resultar un encuentro del todo fortuito, entre iguales, sin pretensiones por ninguna parte. Naturalidad ante todo.
As铆 sucedi贸 antes de que los dos integrantes del grupo h煤ngaro Sz茅pszer茅vel entraran en acci贸n. En una de las cientos de piwnicy (s贸tanos) de Cracovia, donde rugi贸 y ruge a煤n la noche de la ciudad de Galicja. A 5 o 10 metros bajo tierra, bajo los adoquines de la agitada calle Swietego Tomasza contin煤a la fiesta tras el programa oficial. All铆 siguen, la inseparable pareja de maestros de ceremonia, el traductor de smoking y el g贸raly (paisano de las monta帽as de los Tatras) en su atuendo tradicional ejerciendo de cicerones y presentadores. Nos hemos acostumbrado a verlos cada velada, que parecen ya una pareja de c贸micos bien avenidos. El pol铆glota con su acento ingl茅s inmaculado y el pueblerino polaco con sus ocurrencias dialectales acompa帽adas de solos de flauta. Tras dar las gracias en varios idiomas, empieza el baile en el improvisado parquet. Como dice uno de los dos h煤ngaros en escena antes de arrancarse al viol铆n: 鈥淣o hay que entender h煤ngaro porque la canci贸n no tiene letra, ni los pasos son complicados鈥. Por si fuera poco, andan tan apretujado en la pista de baile improvisada, que lo m谩s normal del mundo es que el corro, tarde o temprano, se parezca a cualquier cosa menos a un c铆rculo.
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