Doce Notas - docenotas.com - m�sica y danza

La elección del periodo de tiempo no es baladí, pues como explica la autora en los primeros capítulos, existe muy poca investigación dedicada a este instrumento en este espacio temporal, algo extraño pues es cuando se produjo una rápida evolución del mismo, partiendo de su escasa practicidad con solamente siete llaves a principios de siglo, para pasar a la cifra de diecinueve apenas cincuenta años más tarde. Esto, sumado a la gran cantidad de literatura, estudios y aumento de profesores de fagot en conservatorios tan prestigiosos como el de París, nos da a entender la valía de este tiempo para todo fagotista, haciendo de esta obra un tratado muy práctico para todo aquel que quiera iniciar cualquier trabajo alrededor de este instrumento.

Sin embargo este libro no está escrito para cualquiera, ya que la primera barrera de acceso que nos encontramos es el idioma, el inglés, con un complejo vocabulario por otra parte necesario para explicar con precisión el devenir evolutivo del fagot en los cincuenta años recogidos en este volumen. Es por esto que hacen falta unos conocimientos amplios del idioma y del argot propio musical y del instrumento ya que, como en todas las profesiones, el uso de ciertas palabras es esquivo en su significado, cuanto más si hablamos de otro idioma como es el caso. Salvando este pequeño detalle la forma de escribir de Aurea Domínguez está muy bien hilada, sin cambios bruscos de un aspecto a otro de la investigación y utilizando una forma lo suficientemente cercana como para que el lector no se pierda en la argumentación, pero al mismo tiempo requiera un mínimo esfuerzo el asimilar los datos, haciendo de esta forma una investigación propia y por tanto asentando mucho más los conceptos.

Mención especial merece el aspecto documental del libro. Como se puede esperar la investigación es la base de un texto como este, con una bibliografía que supera los ciento cincuenta volúmenes estudiados para dar forma al trabajo de Domínguez Moreno, abarcando fechas desde finales del siglo XVIII hasta nuestros días. A parte de la impresionante cantidad de trabajo realizado por la autora, esto nos permite visualizar lo completo de la obra que tenemos ante nosotros, y es que si analizamos los títulos de los que se ha partido para esta tesis, veremos que no solo se limitan al fagot y la época, sino que parten de otros tratados de otros instrumentos para observar coincidencias y disparidades entre las formas de hacer las cosas en cada familia, con nombres tan conspicuos como Quantz, Leopold Mozart, Berlioz o Strauss entre otros del mismo valor histórico, todos ellos bien organizados en esquemas y tablas a lo largo de las doscientas cincuenta hojas que tiene el libro.

Otro de los puntos fuertes es la solución de un problema clave al tratar la evolución de la organología del instrumento y sus equipamientos aledaños –como son las cañas, tudeles, herramientas o simplemente el soporte para el arnés– y es la falta de imágenes que puedan servir al lector de guía para imaginar lo que dice la palabra escrita. Esta dificultad, que nos podemos encontrar en otras obras de consulta, se subsana gracias al enorme trabajo de investigación realizado por la autora, esfuerzo que va más allá de la mera recopilación de datos y que ha llevado a encontrar grabados que ilustran mejoras que se le hicieron al instrumento a lo largo de los años, detalles del mismo, utensilios y formas de hacer las cañas, etc. A esto hay que añadir la gran cantidad de ejemplos musicales, en forma de partitura, que hay a lo largo de todo el volumen, con uno o varios pentagramas en los que se ve escrito el tema del que se está tratando, ya sean adornos, pasajes de dificultad o simples formas de acentuar una frase.

Como se puede sacar en claro, este libro es todo un reto para cualquier persona que quiera acercarse al mundo del fagot durante su gran evolución a lo largo del siglo XIX, sirviendo de base para futuras investigaciones y tratados posteriores sobre el tema. Lamentablemente el hecho de encontrarse solo en inglés –ya que acaba de ser publicado por la Universidad de Helsinki– crea, como se ha dicho, una primera barrera de acceso al texto, algo que no debería desanimar a ningún curioso que desee ampliar sus conocimientos sobre un instrumento generalmente olvidado como es el fagot.