La Verbena de la Paloma en su contexto
Los Veranos de la Villa de Madrid han cedido del 7 al 15 de agosto el regio marco de los Jardines de Sabatini a La Verbena de la Paloma, la zarzuela cumbre de Tom谩s Bret贸n. Las cuatro 煤ltimas funciones coinciden con las fiestas de la Paloma, de la ficci贸n a la realidad atravesando la calle de Bail茅n.
La Verbena de la Paloma, la zarzuela de Bret贸n y De la Vega, es uno de los raros ejemplos en los que la perfecci贸n art铆stica coincide con una popularidad que ya sobrepasa el siglo de existencia.
Todos los testimonios de la 茅poca hablan de la extra帽eza de un 茅xito tan popular alcanzado por un compositor conocido en esos a帽os por su seriedad, gesto adusto e intereses art铆sticos regeneracionistas (la 贸pera espa帽ola, el sinfonismo patrio, la aclimataci贸n a nuestro pa铆s de algo de la revoluci贸n wagneriana鈥) y sin apenas acercamiento al g茅nero popular que en esos a帽os representaba la zarzuela, y muy especialmente el g茅nero chico. A siglo y pico de distancia, ahora es f谩cil percibir que esas ambiciones son las que dan densidad y coherencia a este juguete c贸mico costumbrista pese a estar inmerso en una tradici贸n del alto consumo.
Bret贸n, en esta pieza, desaf铆a a la pereza dominante en el 谩mbito del g茅nero chico que sol铆a consistir en poca m煤sica y casi siempre como guinda de una acci贸n desarrollada por actores y c贸micos, pero pocos m煤sicos. En La Verbena de la Paloma, su autor busca que la dramaturgia sea musical hasta un punto apenas logrado en el g茅nero. Don Hilari贸n, Juli谩n, Susana, la Se帽谩 Rita y hasta la T铆a Antonia se explican musicalmente, su canto es su naturaleza como personajes, algo que incluye hasta al Sereno. Solo el Tabernero, con su chulapa y extravagante argumentaci贸n, escapa a esta norma art铆stica; pero haber musicalizado a este personaje hubiera sido un esfuerzo, y un logro, que exced铆a de las expectativas y la l贸gica de la producci贸n del momento. En cuanto al coro, solo con las c茅lebres seguidillas, 鈥Por ser la Virgen de la Paloma鈥︹, encarna un himno al Madrid festivo cuyo latigazo a煤n resuena.
Pero si con todo lo dicho, Bret贸n a煤n est谩 al nivel del Chap铆 de La Revoltosa o a Chueca y Valverde y sus inmortales聽 sainetes musicales, la obertura de La Verbena鈥 lo aleja de ello. Aparentemente, sin m谩s ambici贸n que el tradicional potpurr铆 de temas de la obra, Bret贸n se las apa帽a para crear un mini poema sinf贸nico popular, con unos rasgos de contrapunto tem谩tico simples pero eficaces y fuera del alcance de las ambiciones o pretensiones de sus colegas contempor谩neos. De hecho, se podr铆a decir que los primeros veinte minutos de La Verbena鈥 son lo m谩s sustancioso y mejor escrito para el teatro musical de toda la historia de la zarzuela.
Los riesgos de la obra maestra popular
Tanta calidad no voy a decir que estorbe a la obra (su popularidad sigue intacta), pero yace escondida en los repliegues de su importancia como pieza de repertorio, me atrevo a decir que como patrimonio cultural.
Con La Verbena de la Paloma se ha hecho de todo menos representarla bien y con la m谩xima calidad. Es bien sabido que constituy贸 el trasunto de una de las primeras pel铆culas espa帽olas mudas de gran 茅xito, lo que no deja de ser el colmo de la iron铆a. Pero quiz谩 su principal incordio como zarzuela de repertorio habitual se sit煤a en su formato. El g茅nero chico, como es bien sabido, nace de la f贸rmula impuesta por el Teatro Apolo del teatro por horas. Por ello, su duraci贸n no sobrepasa ese l铆mite. La Verbena鈥 comparte esa caracter铆stica, tantas veces maldita con el paso de los a帽os, con otras grandes joyas del g茅nero (como las ya citadas, La Revoltosa y las de Chueca/Valverde), y se ha convertido en un da帽o permanente.
Ya el estreno exitoso de la obra, en 1894, dur贸 cuarenta minutos m谩s por los bises constantes de las piezas m谩s celebradas, que a tenor de la duraci贸n total de la m煤sica, debieron de ser casi todas. Pero la cirug铆a para aumentar su duraci贸n ha revestido m煤ltiples facetas. En la producci贸n del Teatro de la Zarzuela de la temporada 2005/06, el compositor y analista Ram贸n Barce se refer铆a a ello en sus interesantes notas: 鈥淪e han arbitrado dos soluciones, ninguna de ellas totalmente satisfactorias. Una: representar un solo sainete, pero alargarlo con a帽adidos tomados de otras obras del autor, o con intervenciones de otro tipo, como ballets. La obra queda as铆 desvirtuada, pues la brevedad es una condici贸n b谩sica del g茅nero, y esos alargamientos 鈥揳parte de ser fraudulentos鈥 se perciben en el espectador como p茅rdidas de tensi贸n esc茅nica y de estilo. Otra soluci贸n: representar dos sainetes, con un descanso intermedio.鈥
Pues bien, las tres 煤ltimas representaciones de La Verbena de la Paloma que conozco se han apuntado al injerto, a lo que Barce denominaba como 鈥渇raudulento鈥. Lo que incluye a esa misma representaci贸n del Teatro de la Zarzuela de hace seis a帽os en la que Barce dejaba sus l煤cidos comentarios. All铆 se hac铆a preceder la representaci贸n de un pr贸logo denominado como 鈥淭el贸n cinem谩tico鈥.
La siguiente producci贸n de las que hablo ser铆a la exitosa y a煤n en cartel de Marina Bolla铆n. Aqu铆 el injerto es al final, con el a帽adido de una verbena actual basada en m煤sicas de bailongo y otras delicias contempor谩neas.
La producci贸n de estos Veranos de la Villa 2012 optan por el relleno hacia el centro de la obra. Se trata de la inclusi贸n de unas escenas de verbena basadas en n煤meros de otras zarzuelas (El amigo Melquiades, El pobre Valbuena鈥), n煤meros simp谩ticos y chispeantes, pero que, adem谩s de cortar el ritmo de la obra de Bret贸n (como profetizaba Barce), dejan en evidencia la gran diferencia de calidad y textura dram谩tica del original de La Verbena鈥, en detrimento de los otros n煤meros.
Desde luego, se puede entender la necesidad. Al p煤blico de hoy le sabe a poco una hora escasa de espect谩culo. Dos sainetes diferentes en una misma sesi贸n (como indicaba Barce al hablar de la segunda soluci贸n), duplican el esfuerzo y el gasto de tal producci贸n, as铆 que parece haberse hecho inevitable el gesto de cebar a la pobre Verbena de la Paloma. Y es doblemente comprensible en la producci贸n que ahora se ve en los Jardines de Sabatini, se trata de una compa帽铆a de tama帽o amplio (orquesta, cantantes, coro, bailarines y personal t茅cnico). Por lo dem谩s, el p煤blico parece que se lo pasa bomba y apenas nota lo que puntillosos como Barce o yo mismo consideramos como 鈥渇raudulento鈥. Seamos comprensivos.
La apuesta de Don Hilari贸n
Uno de los aspectos que mayor expectaci贸n podr铆a reservar esta producci贸n es la presencia de un nuevo Don Hilari贸n. El archiconocido boticario, rijoso y seductor de pacotilla es pieza clave de la obra. El resto de los personajes precisan cantantes solventes o actores c贸micos de car谩cter, pero no aut茅nticos especialistas.
La tradici贸n ha perpetuado un Don Hilari贸n francamente c贸mico, con voz gangosa, por regla general un buen actor c贸mico con alguna facilidad para cantar y, sobre todo, para medir su intervenci贸n. Y el hecho es que siempre han existido Hilariones as铆. O mejor, siempre hasta hace poco. Es lo que tiene la tradici贸n, un agujero de una generaci贸n hace que la memoria de esa continuidad se resienta.
Es curioso que la producci贸n de Marina Bolla铆n (con buena aceptaci贸n en el extranjero y reposiciones constantes hasta hoy mismo) apuesta por un Don Hilari贸n neutro, un bar铆tono que canta sin el menor tonillo y resuelve musicalmente bien su papel. 驴Se trataba de una excepci贸n? Sea como fuere, en la producci贸n de Los Veranos de la Villa ha debutado en este papel imprescindible Luis 脕lvarez y su presencia se ha constituido en la novedad esencial de estas actuaciones veraniegas.
Luis 脕lvarez聽es un bar铆tono de excelente carrera. Milit贸 en la m煤sica antigua y en la contempor谩nea. Cant贸 varios papeles importantes de las 贸peras que se estrenaron en los ochenta, desde las de Luis de Pablo hasta el Figaro, de Jos茅 Ram贸n Encinar. En mi propia 贸pera, Sin demonio no hay fortuna, cant贸 el carism谩tico papel de Mefist贸feles. Con el paso de los a帽os, se ha hecho imprescindible en el repertorio de zarzuela al que aporta seguridad musical, un tono interpretativo admirable y una bis c贸mica contenida, poco propensa a caer en el histrionismo.
Con esos atributos, su primera presencia en el rol del c茅lebre boticario se constitu铆a en prueba de primer orden para saber si su caracterizaci贸n marcar铆a una referencia, es decir, si ya tenemos Don Hilari贸n para unos buenos lustros.
La respuesta parece positiva. Luis 脕lvarez imprime al personaje caracter铆sticas especiales. Ya no es el viejo a帽oso que se agarra a su dinero como supremo recurso ego铆sta para conseguir la proximidad de las chicas j贸venes. Hay una mayor ternura, su queja respecto a que su edad no deber铆a ser impedimento para disfrutar de las delicias del amor se entiende con 茅l como una reivindicaci贸n m谩s actual.
En suma, el Don Hilari贸n de Luis 脕lvarez no es el d茅spota que compra el amor, es m谩s bien, el se帽or maduro que se interroga sobre la injusticia de verse como un comprador de favores para conseguir eso que le parece tan f谩cil a tarambanas como Juli谩n.
Su aportaci贸n a las conocidas risitas de su aria moderniza al personaje en mucho mayor medida que cualquier gesticulaci贸n de las puestas en escena m谩s 鈥渃ontempor谩neas鈥. Si a eso a帽adimos, seguridad musical y actoral, elegancia y carisma esc茅nico, la respuesta a la principal cuesti贸n del montaje parece gozosamente positiva. Tenemos nuevo Don Hilari贸n y a帽ade acentos y perfiles de mucho inter茅s. Es un dato nada desde帽able, ya que cualquier producci贸n de La Verbena de la Paloma se empieza a construir a partir de un buen Don Hilari贸n.
El resto del montaje de Los Veranos tiene una solvencia suficiente. Sobria la direcci贸n musical de Pascual Osa y razonable la direcci贸n esc茅nica de 脕ngel Fern谩ndez Montesinos, dentro de lo poco que se puede hacer en ese escenario cuyo fondo obligado del Palacio Real impone ya una imagen que no es la m谩s adecuada a la de esta zarzuela.
En cuanto a cantantes, el Juli谩n de Marco Moncloa y la Susana de Hevila Carde帽a aprueban su prestaci贸n; destaca, quiz谩, la veterana Milagros Mart铆n en su Se帽谩 Rita y hacen gracia la T铆a Antonia de Amelia Font y el Tabernero de Paco Lahoz. Hay un elenco simp谩tico y bien dispuesto en el a帽adido.
Y la verdad es que tampoco se puede precisar m谩s debido a otro de los aspectos negativos de la producci贸n: la amplificaci贸n. Es obvio que es un imperativo categ贸rico, en un escenario al aire libre, sin concha ac煤stica y con la ruidosa calle de Bail茅n al lado es ut贸pico pretender una escucha natural, y como tal se aceptan los males de la amplificaci贸n. Pero se hace dif铆cil discernir qu茅 pasar铆a con los equilibrios ac煤sticos vocales y musicales en un escenario cerrado.
Quede claro, de todos modos, que el p煤blico se lo pasa muy bien: una magn铆fica zarzuela (pese a los a帽adidos), una compa帽铆a seria y el m谩gico ambiente de los Jardines de Sabatini en la noche madrile帽a es oferta m谩s que suficiente, y los aplausos y las sonrisas posteriores son elocuentes.
La otra verbena de la Paloma
Queda un postre, salir de la representaci贸n de La Verbena de la Paloma, coger la calle Bail茅n, dejar a un lado el Palacio y atravesar el Viaducto, y all铆 empieza otra verbena, la de verdad, la de nuestros d铆as. Es imposible resistirse a la aventura, aunque uno busque en vano a Julianes, Susanas e Hilariones. Alguna asociaci贸n de castizos mantiene el tipo y lanza a sus miembros vestidos de chulapos y chulapas. Pero la gran protagonista es la crisis: puestos poco concurridos y mesas libres por doquier. La Iglesia de la Paloma, a la espera de la gran procesi贸n del d铆a 15, cerrada y solitaria, y en las calles clave en la verbena actual, la de Calatrava, la del 脕guila, la de La Paloma, la Ronda de Segovia, etc., bastante hueco para pasar.
Esperemos que la Virgen m谩s castiza de la ciudad vele por la continuidad de una fiesta que debe parte de su existencia y encanto a ese momento central del mes de agosto en el que no pasa nada en la ciudad m谩s que esta celebraci贸n. Pero, quiz谩 en alguna sombra no muy aclarada, todav铆a haya chicos y chicas, alg煤n boticario al acecho y, como siempre, celos mal reprimidos.
- Wozzeck, una ontolog铆a de la pobreza bajo siamo forti
- La Verbena de la Paloma en su contexto bajo siamo forti
- La subida del IVA cultural cumple un a帽o haciendo honor ... bajo siamo forti
- Iolanta/Pers茅phone, la metaf铆sica como frivolidad bajo siamo forti
- 84 Quincena Musical de San Sebasti谩n bajo festivales
- La temporada 2023-2024 del Teatro Arriaga contar谩 con casi 90 ... bajo temporadas
- De lo necesario en y para el Arte bajo cds/dvds
- Teatros del Canal presenta su nueva temporada con cerca de ... bajo temporadas
comentarios
dejar un comentario
Puedes escribir un comentario rellenando tu nombre y email.
Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>
Excelente cr铆tica. Totalmente de acuerdo en su an谩lisis del Don Hilari贸n de Luis Alvarez. Ya su Se帽or Antonio, de la reciente Chulapona del Teatro de la Zarzuela, fue mod茅lica. Como lo hubiera sido su Don Mat铆as, de la Francisquita, si se le hubiese encomendado a 茅l.
Gran actor y muy buen cantante.