Doce Notas - docenotas.com - m�sica y danza

A finales de los años 80 trabaja la composición con Francisco Guerrero. Magníficas credenciales. En 2012 recibe el Premio Nacional de Música. Su colaboración con orquestas nacionales, europeas y americanas es constante.

Por su parte Alberto Rosado, salmantino, 1970, se forma en el repertorio clásico, pero adquiere un compromiso muy fuerte con la creación musical contemporánea. Da recitales y participa en orquestas de España, Europa y América y colabora con grandes directores. Estrena obras de grandes creadores de música contemporánea y se convierte en parte muy activa del Plural Ensemble de Fabián Panisello. Es profesor de música de cámara en el CSMCyL en Salamanca, donde dirige el Taller de Música Contemporánea.

Los instrumentistas responsables de las diversas piezas pertenecen a esta generación de músicos españoles que han hecho de Europa su casa y su lugar de profesión, jóvenes y con una preparación imponente según lo escuchado en el disco.

Jesús Torres no compone en abstracto, dedica cada obra a un instrumento – con el piano como constante- y para un intérprete de ese instrumento. Conoce sus características y posibilidades. Sus posibles dinámicas e interplay. El resultado es por tanto magnífico. De un gran virtuosismo, pero intuyo que no es el principal objetivo. Este parece ser un alto grado de expresividad e integración instrumental, algo sin duda conseguido.

La variedad instrumental y tímbrica – con un toque minimal– es otro gran logro de este disco cuya producción es ejemplar, me hubiera gustado asistir a la grabación en el Conservatorio Superior de CyL en Salamanca.

Clarinete, acordeón, percusión, flauta, violoncelo, oboe…y piano. ¿Con qué piezas me quedo? Difícil elección. Tras muchas escuchas hay dos que repito en casi todas: percusión y cello. Son demoledoras, muy expresivas, swingueantes por momentos.

Todas magníficas, debe ser mi mood estos días…cierta necesidad de salir de esta burbuja social y emocional en la se ha metido el mundo en estos meses. La música también refleja espasmos sociales a la vez que personales. Al menos esto me sugiere esta gran ola de sonidos de la que me estoy alimentando y que me lleva casi todas las tardes de nuevo, ya en casa, a poner en marcha los mecanismos de escucha.

No se arrepentirán si lo encargan en su proveedor habitual de discos o lo compran online.

De la posibilidad del directo ya ni hablo. ¿En España? No way man.

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