Silvia Tripiana Muñoz es pianista, licenciada en Medicina y Cirugía y Doctora en Ciencias de la Educación. Este apabullante currículum nos da a entender su grado de comprensión de palabras como esfuerzo, sacrificio y trabajo. De otra forma no se explica que haya logrado obtener esos títulos. Y por supuesto no es casual que estos sean los mismos valores que cualquier músico profesional hace suyos en su día a día. Por ello se entiende el estilo directo y sin florituras de la autora que, desde un escueto índice con su introducción, sus ocho capítulos —uno por cada estrategia a la hora de encarar el estudio y la práctica musical— y el epílogo, nos enuncia las ideas principales de su trabajo.
Este libro no es, como sí lo son algunos sobre otras disciplinas, una suerte de manual de autoayuda para músicos en busca de una guía que enderece sus carreras. Este es un trabajo serio, basado en el estudio de más de cien obras —como se puede ver en la apabullante bibliografía—, que pretende dar pautas concretas y estrategias veraces y efectivas que puedan servir al músico. Desde estudios posturales hasta trucos de grandes artistas, la autora lo ha mezclado todo con gran tino convirtiéndolo en un viaje de descubrimiento técnico que seguramente ayude a todo aquel que se adentre en sus páginas. En él se encuentran desde observaciones más obvias —pero no por ello menos acertadas— hasta complejas reflexiones que muy probablemente lleven al lector más sagaz a continuar su búsqueda.
No debe parecer que el trabajo de Silvia Tripiana es meramente un compendio teórico, pues esa conclusión sería errónea. Como docente que es, su vocación de enseñar y ayudar a otros impregna su libro, lo que se muestra en los esquemas a modo de resumen al final de cada capítulo para que el lector pueda encontrar formas sencillas de poner en práctica los conceptos mencionados.
Una de las principales virtudes de este volumen es que no sólo se centra en el mundo de la música y la práctica musical, sino que va más allá al sacar de otros campos de conocimiento diferentes lecciones para aplicar a nuestro sector. Así veremos teorías psicológicas, anécdotas de centros deportivos de alto rendimiento o tratados posturales, todo ello exprimido para que al lector le quede únicamente la parte que le interesa y que puede aplicar a su día a día como músico. Ya decimos que este es un gran acierto de la autora porque ese tipo de trabajo no es habitual en nuestro campo.
En cuanto al libro en sí, la edición de Libargo es en encuadernación rústica con solapas, quizá de aspecto algo endeble, pero sólo es eso, el aspecto. Está impresa en un papel quizá más grueso que el estándar, en blanco y negro y sin apenas adornos; lo habitual en este tipo de publicaciones que buscan ser edición de consulta y de uso habitual.
Ahora que empieza el curso de nuevo, este libro es perfecto para regalar a alumnos y profesionales que quieran dar un nuevo enfoque a su estudio diario.
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