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También es verdad que el propio Nyman dijo de sí mismo que su estilo musical es una especie de “neobarroco” del siglo XX.

Mi primer tropiezo con su música fue la ópera basada en el libro del psiquiatra Oliver Sacks El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, que pudimos ver en España – Granada, Madrid- ya en los ochenta. Desde entonces siguió un periodo de cierto enamoramiento con sus estructuras musicales – basadas en módulos de sonido que van evolucionando al mezclarse con las variaciones de ese mismo módulo, puro barroco- hasta que me anclé en Steve Reich que me aportaba más sensualidad, ¿quizá el sonido de la marimba? Puede. He visto en directo conciertos de los tres minimalistas, a veces por simple estudio de sus músicas y los que recuerdo con más emoción son, sin duda, los de Reich.

Pero algo que no pueden hacer los americanos es reivindicarse como barrocos y trabajar con naturalidad sobre este periodo europeo –también americano en el sur de mano de los españoles- como lo hace Nyman. No es neobarroco, es barroco del s XX, y este cd viene a demostrarlo.

Junto a los lyoneses Ensemble Céladon y al magnífico contratenor Paulin Bündgen nos ofrece una obra en cuya primera escucha, al abordar una reseña, piensas: quieto, esto no lo resuelves con las tres escuchas preceptivas, esto tiene mucha carga de profundidad.

Así es, nos ofrecen una serie de obras de la época: post-renacimiento/barroco de compositores como: Nathaniel Patrick, John Bennet, Christopher Tye, William Byrd, Picforth y Richard Farrant, soberbiamente interpretadas, que enmarcan algunas de las mejores partituras que yo haya escuchado a Nyman, especialmente la que da nombre al cd, No Time in Eternity, con un gran despliegue instrumental y vocal, especialmente audaz el uso de los semitonos en las escalas de subida y bajada que realiza Paulin Bündgen. Sin desmerecer el resto de las obras de Nyman- pertenecientes al proyecto Songs for Ariel, de los primeros noventa- como Come unto these yellow sands o la impresionante –quizá por eso cierra el cd- Self-laudatory hymn of Inanna and her Omnipotence, que escucho por enésima vez al escribir esta reseña.

Un grato reencuentro con Nyman –viejo conocido musical- y una agradable sorpresa al conocer al Ensemble Céladon y al cantante Paulin Bündgen, a quienes voy a seguir por si caen en alguna de las programaciones españolas.

Muy recomendable. Y como siempre, si no hay tiendas de discos en tu localidad pregunta en www.outhere-music.com

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