Nacida en Roma, Cecilia Bartoli se inició en el canto con su madre, Silvana Bazzoni, su única maestra, y nunca se ha planeado un proyecto especial de carrera, sino que se ha guiado por su deseo de hacer música. Actúa en los auditorios más importantes de Europa, América, Asia y Australia y colabora con los mejores conjuntos de instrumentos de época, sin obviar los grandes grupos orquestales más prestigiosos. Ha colaborado con grandes directores y ha recibido numerosos premios, entre los cuales el Premio Musical Léonnie Sonning (2010) y el Premio Herbert von Karajan (2012). Unas ventas superiores a los diez millones de álbumes de sus grabaciones en audio y vídeo la convierten en el artista de música clásica más vendida de todo el mundo y una de las cantantes más queridas de su generación. La manera de cantar de Cecilia Bartoli sobrepasa cualquier comparación.
Con el propósito de hacer Un viaje por 400 años de música italiana, la diva romana regrasará al auditorio modernista catalán para cantar un amplio repertorio de arias y canciones que empieza a las puertas del siglo XVII, en la esplendorosa Florencia de los Medici, y sigue rumbo a Nápoles, Roma y Venecia, tres ciudades que tuvieron un papel crucial en el desarrollo de la ópera a lo largo de los siglos XVII al XIX, así como de la expresión dramática y del bel canto. El viaje concluirá con las encantadoras canciones napolitanas, unas melodías que acercarán al público a la Italia más popular.
Durante la velada musical, correspondiente al ciclo Palau 100, se podrán escuchar obras de G. Caccini, A. Scarlatti, A. Caldara, A. Vivaldi, GF Haendel, N. Porpora, WA Mozart, G. Rossini, V. Bellini, G. Donizetti, G. Puccini, FP Tosti, S. Donaudy, EA Mario, S. Gambardella, E. de Curtis y D. Modugno. La cantante estará acompañada al piano por Sergio Ciomei, que también interpretará en solitario piezas de D. Scarlatti, Mozart y Puccini.
Bartoli ha actuado en varias ocasiones en Palau 100, concretamente los años 2006, 2007, 2009 y 2015, siempre con un éxito arrollador de público y de crítica, ofreciendo programas destacados, como los dedicados a María Malibran, Rossini o los castrati. La cantante también dedica una parte importante de su carrera a la investigación de tesoros musicales olvidados en bibliotecas, museos y archivos teatrales, para recuperarlos, revisarlos, transcribirlos a la notación moderna, editar las partituras, elaborar en disco el mejor material encontrado y promocionarlo con giras por las principales capitales europeas.
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