Nada es lo que parece en la programación del Festival de Otoño de Madrid: más eclecticismo y sentido del riesgo –y es que hay una reputación que mantener ¡tras veinticinco años!

El contrabajo tuvo un papel muy significativo en la música religiosa de los siglos XV y XVI junto con el órgano, mucho antes de pertenecer a formaciones como por ejemplo la orquesta. Cuando me refiero al contrabajo no quiero decir el instrumento que conocemos actualmente, si no a un tipo de “violone genérico†(familia de las gambas) que posteriormente fue evolucionando.

No uno, son veinte. Pero en Madrid, al menos, hay uno.