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Ficha del concierto:
Día 21 de enero 2008, Auditorio Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS)
Temporada CDMC 2007-2008
Residencias I: Trío Arbós. Neopercusión
José Miguel Gómez, violonchelo
Gregorio Jiménez, compositor residente y técnico de electrónica

Programa:
Kaija Saariaho: Petals
Gregorio Jiménez: Fragmentos
Karlheinz Stockhausen: Kontakte

Declaración de intenciones
El concierto del pasado día 21 de enero “celebraba” la formación del nuevo Ensemble Residencias. El ensemble surge de la unión de Trío Arbós y Neopercusión, alentados por su participación en el ciclo Residencias del CDMC, el cuál cumple ya su tercera temporada. Esta unión ha permitido afrontar con gran éxito programas técnica y estéticamente arriesgados, sentando así un magnífico precedente y punto de referencia en el panorama español. Que esta unión haya pasado ahora de ser un hecho puntual, constituyéndose en ensemble, es algo que, a buen seguro, tendrá un gran calado en el desarrollo de la música más actual.

El compositor residente esta vez fue Gregorio Jiménez, cuya trayectoria dentro del campo de la electroacústica se dejó filtrar claramente en el programa escogido: además de su propia obra, pudimos escuchar dos clásicos de la electroacústica: Petals (Kaija Saariaho) y Kontakte (Karlheinz Stockhausen).

Petals (1988), para chelo y electrónica en vivo, fue interpretada brillantemente por José Miguel Gómez. Gregorio Jiménez sonorizó la electrónica en vivo de manera muy efectiva y empastada, rediseñando también los procedimientos eletroacústicos con gran sentido musical. Se trata ésta de una obra muy performativa y “resultona”, con una riqueza tímbrica poco habitual otras obras de su autora, si bien en algunos momentos se echaba de menos precisamente lo contrario: una limitación del virtuosismo compositivo en aras de una base conceptual un poco más sólida y unitaria.

El estreno de Gregorio Jiménez, Fragmentos, fue un verdadero despliegue de recursos electrónicos: desde tratamientos “clásicos” de síntesis y grabación-lectura de muestras grabadas en vivo, hasta otros menos habituales como la performance final con un instrumento electrónico construido por él mismo a base de sensores de infrarrojos, fotorresistencias o potenciómetros. Todo ello fue insertado de manera muy efectiva en el tejido instrumental de la obra, dando lugar a momentos muy ricos y conseguidos.

Pero el verdadero plato fuerte de la noche estaba tras la pausa: un clásico entre los clásicos del recientemente fallecido Stockhausen: Kontakte, para piano, percusión y electrónica (4 canales). La genialidad de la obra y la magnífica interpretación a cargo de Juan Carlos Garvayo, Juanjo Guillem y Gregorio Jiménez, se alinearon para producir casi una hora de magia, uno de los grandes hitos en la corta historia de este auditorio. De Kontakte se ha dicho y escrito mucho y poco más se puede decir, es ya una de las grandes obras maestras de la Historia de la Música, que anticipa varias décadas: por su utilización del espacio, de la tímbrica electroacústica, de la combinación instrumental, de la técnica compositiva… La interpretación fue impecable, un verdadero tour de force en el que los intérpretes empezaron muy bien para acabar aún mejor: un magnífico trabajo de empaste, de conducción formal y de comprensión estética que muy pocos se molestan en hacer, y menos aún tienen la capacidad para sacar tanto de ello.

Si hay que poner una pega sería únicamente a la enrarecedora acústica de la sala, la cuál difumina demasiado la irradiación sonora; ello provoca una “agradable” cercanía del sonido en niveles bajos, pero merma un tanto la nitidez en el diseño espacial de las obras multicanal, como la presente; una ligera corrección acústica podría optimizar en gran medida el rendimiento acústico de esta, por todo lo demás, magnífica sala.

En definitiva, un concierto que, más que la presentación de un nuevo ensemble, constituye una verdadera declaración de sus intenciones.

Alberto Bernal