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Charles Dutoit. Cortesía Xacobeo Classics

El abanico de manifestaciones culturales es muy grande, y el apartado dedicado a la música clásica no desmerece nada del esfuerzo general. Bajo el título Xacobeo Classics, se desarrolla un prolongado festival cuyo título enfada a más de uno pero que anuncia su vocación turística, algo no muy alejado de la milenaria tradición compostelana.

El Xacobeo Classics se quiere “la programación musical más ambiciosa, en el ámbito específico de la música clásica, de cuantas se han presentado hasta ahora en Galicia” y, propaganda aparte, ofrece suculentos platos del firmamento musical internacional.

Orquestas como Royal Philharmonic, con Charles Dutoit a la batuta (mañana mismo, día 21 en A Coruña); Orquesta Giovanile Cherubini, dirigida por Riccardo Muti (el día 27 de este mes en Santiago); la Academy of Saint Martin in the Fields el día 28 de abril en Ourense y al día siguiente en Vigo; Il Complesso Barocco el día 30 de abril en Lugo; los English Baroque Soloists el día 4 de mayo en A Coruña; la Orquesta de la Comunitat Valenciana, dirigida por Zubin Mehta, el día 11 de junio en Santiago; y luego para final de año Gabrieli Consort and Players de la mano de Paul McCreesh el 13 de diciembre en Vigo y, como cierre, la Sinfónica de Castilla y León dirigida por Lionel Bringuier el 14 de diciembre en A Coruña.

Este es el armazón orquestal de un año que espera, también, a solistas como Cecilia Bartoli, Anne Sophie-Mutter, Lang Lang o Dolora Zajick; que va a programar hasta cuatro óperas y una gala lírica: Parsifal (estreno en Galicia), La fille du Règiment, Guillaume Tell (estreno en España de la versión original), y la recuperación de O Mariscal, de Rodríguez Losada y Cabanillas; junto con capítulo denominado Made in Galicia, que no sin razón ha molestado a más de uno, sería la clave de un año musical que, sin perjuicio de lo que falte y de lo que cueste, tiene un interés indudable; y más en un año todavía marcado por las dificultades económicas de numerosos festivales y temporadas españolas.

Será bueno recordarlo, ya que sus más de 30 conciertos repartidos por las cuatro provincias gallegas y los doce meses del año tienen el peligro de diluirse. De momento, y ante el brillante lado clásico del Xacobeo, disfrutemos de lo que hay, que tiempo habrá para lamentar lo que no hay.