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El programa se completa con La isla de los muertos, op 29, de Rachamaninov, y Totentanz, de Liszt.

En el filme de Alain Corneau Tous les matins du monde (1991), el violagambista francés Monsieur de Sainte-Colombe utilizaba la música, cada noche antes de acostarse, para dialogar con su difunta esposa. En efecto, en todos los tiempos y culturas, la música ha servido como medio indispensable para la ritualización de la muerte y la comunicación de los vivos con los que nos dejaron. La secuencia latina «Dies irae», procedente de la misa de difuntos católica, se convirtió en un poderoso símbolo musical desde que Berlioz la incorporara en el Finale de su Sinfonía fantástica. Su inclusión en La isla de los muertos (1908) de Rachmaninov  y en la Totentanz (1849) –danza de la muerte– de Franz Liszt obedece a la temática fúnebre de estas dos obras, inspiradas respectivamente en el lienzo homónimo de Arnold Böcklin y el fresco «El triunfo de la muerte» de Francesco Traini.

Basado en textos de Antonio Machado, el Réquiem del barcelonés Marcos Fernández-Barrero realiza un recorrido espiritual análogo al del texto latino comúnmente empleado en este género. La materia literaria –poética en vez de litúrgica– aparta el foco de la escatología cristiana –la vida después de la muerte– para iluminar este asunto desde la experiencia de la pérdida, convirtiendo cada tramo de la obra en recreación sonora de las diferentes fases del duelo y arropando el texto con un tejido musical en el que se enhebran una miríada de influencias entre las que podemos adivinar trazas de Anders Hillborg, Karl Jenkins, Arvo Pärt o György Ligeti.

Fernández-Barrero ha creado esta obra monumental como un tributo a la memoria de su padre, fallecido a causa del cáncer hace poco más de un año, durante la gestación de la composición. Su deseo es que su réquiem pueda ofrecer consuelo a aquellos que, al igual que él, han experimentado la pérdida, ofreciendo una vía de sanación a través de la música y el poder del texto.

Fernández-Barrero, de 39 años, ha cosechado más de 30 premios y becas, formándose en instituciones de renombre mundial como el Royal College ofMusic (Londres), el Royal Conservatoire of Scotland y la ESMUC. Tras el IX Premio AEOS – Fundación BBVA se convirtió en el compositor vivo más programado por las sinfónicas de España entre 2018 y 2020. Su obra abarca desde óperas hasta música sinfónica,pianística y cinematográfica, fusionando corrientes contemporáneas con influencias que van desde el folk celta y el flamenco hasta el jazz y la música de cine, que también ha practicado.

Reconocido por sus logros musicales y contribuciones innovadoras a la música, Fernández-Barrero fue honrado como miembro de la Royal Society of Arts (Londres) por sus ideas pioneras. Además, ha sido programado por orquestas de todo el mundo, desde la Orquesta Filarmónica de Holanda hasta la Orquesta Nacional de España pasando por la Sinfónica de Galicia, la Sinfónica de Barcelona (OBC), la Sinfónica de Columbus, la Sinfónica de Princeton, la Orquesta Nacional de Malta, y muchas más.

Marcos Fernández-Barrero, quien ha compartido su conocimiento musical en instituciones educativas como el Centro Universitario TAI en Madrid y la Trinity Music Academy en Londres, actualmente enseña en el Conservatorio de Barcelona.

www.marcos-fernandez.es

www.fundacionorcam.org

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