Cerrando el ciclo perfecto en el FIS
68 Festival Internacional de Santander. London Symphony Orchestra. 11 de agosto, Palacio de Festivales de Santander. Programa nº II. Obras de John Adams y J. Brahms. Leticia Yustos y Miguel Ãngel Pérez MartÃn
La segunda tarde de conciertos se hace irrepetible. Los maravillosos encantos de la técnica, el mundo conectado e instantáneo, donde puedes conseguir casi cualquier cosa se torna en quimera; puedes incluso ver y escuchar este primer concierto por la misma orquesta y el mismo director, pero no sabrÃa decir cuánto tanto por ciento te pierdes.
Salen como un ejército, una orquesta, unos soldados, unos músicos dispuestos a darlo todo frente a este primer gran reto: Harmonielehre de John Adams. Y no es para menos; esos primeros 39 acordes repetidos, explosivos, con una fuerza que pone todos los pelos de punta … eso hay que vivirlo en directo. Puedes escuchar todos los planos superpuestos, las repeticiones hasta lo incansable, la saturación de sonido contrastado con los momentos de lirismo más poético. Una sobrecogedora obra seccionada en tres partes, aunque se hagan las paradas pertinentes en cada uno de los movimientos, tienes la sensación de que algo no va del todo bien, se transmite un cierto ambiente de incertidumbre y algo perturbador. Será por esos procesos minimalistas o por esos paisajes sombrÃos que culminan con una gran masa sonora. Se nota que Sr Simon Rattle conoce a la perfección esta obra, llena de anotaciones del propio Adams y, aunque las obras se van haciendo más fáciles a medida que se tocan y se escuchan, creo que la dificultad y la belleza de Harmonielehre han quedado patentes.
PodrÃa parecer contrastante la segunda parte, con la SinfonÃa nº2 en Re Mayor Op. 73, de Johannes Brahms, considerada por el propio Rattle como “más difÃcil que la obra de Adamsâ€. Pero son más los puntos en común que la distancia. “Hay que tener un equilibrio , volver a lo natural y no hacer crescendos que saturen los agudos, tener especial cuidado con el rubbato, muy interesante en esta obra y contrastante con la anterior, porque en el trabajo de Adams no hay rubbatoâ€â€¦ A pesar del lirismo del tema principal, se transmite un cierto desasosiego en esta sinfonÃa, hay una gran masa orquestal y los contrastes rÃtmicos y métricos. Es muy interesante poder comprobar cómo, con técnicas completamente diferentes, se consiguen efectos similares.
Para terminar la tarde, cierra con La danza nº 7 en do menor de las Danzas Eslavas, op 46, de AntonÃn Dvořák. Quizá por la cercanÃa con Brahms, haciendo referencia al punto de partida de estas danzas, o para cerrar el cÃrculo y volver a la fuerza vigorosa con la que empezó la tarde. Nos transmite, de esta manera, su forma de entender la música como “un gran cÃrculo en el que unos compositores influyen en otros, independientemente de la lÃnea cronológica que nos empeñamos en estudiarâ€. El trabajo de la London Symphony Orchestra está en continuo proceso, ensayando duramente, buscando el sonido que cambia durante el proceso de trabajo, la precisión, la concentración, nuevos colores, matices, etc. Y eso se nota incluso en estos últimos cuatro minutos donde se puede disfrutar de ricos matices de un tema rÃtmico y cantábile repartido por toda la orquesta.
____________________________
Simon Rattle «Inglaterra se ha pegado un tiro en cada pierna con el Brexit».
En la rueda de prensa celebrada con Simon Rattle al hilo de los conciertos celebrados en el FIS, el director de Liverpool expresó que ve la LSO «como una orquesta de enorme curiosidad y experimentación, una orquesta flexible y con muchas posibilidades. Aquà hace un programa de pruebas – él lo llama “tapasâ€- pero con dos o tres grandes “platosâ€: Rachmaninov, Brahms, John Adams….». Destacó también «la relación entre la música de Adams y el serialismo del primer Schoenberg, una especie de búsqueda armónica de ida y vuelta». «La pieza de Adams es arriesgada, una gran pieza, que fue grabada en su dÃa en Birmingham pero no interpretada en concierto y de la que aún conserva las notas originales del compositor. Un problema es que estas piezas deben ser interpretadas al menos para que sirvan de referencia a los jóvenes aficionados y músicos, poco a poco se irán haciendo más populares y asequibles, más fáciles de interpretar. Pasó con Mahler y su rechazo inicial en Gran Bretaña», comentó.
Hace 20 años, Rattle hizo un gran programa con Adams para “Musica Viva Munich†y vio como el público acabó entusiasmado, ahora es mejor recibido en Europa. Pasa también con otros compositores americanos de vanguardia como Elliot Carter, tan opuesto a Adams. Asà el público va comprendiendo la evolución de la música, entendiendo que Schoenberg está a unos pasos de Brahms.
Sobre si se considera un director ecléctico, el director contestó que «Sû y que creció en un momento en que los directores estaban casi toda su vida con una orquesta y los repertorios tenÃa por fuerza que ser muy amplios, pero él solo hace la música que ama. Además, todos los estilos y músicos se influyen a través del tiempo, Haydn influyó a Stravinski, pero la interpretación de las obras de este influye en la ejecución de las de Haydn.
El siguiente bloque de preguntas versó sobre su paso por las tres orquestas: Birmingham-BerlÃn-Londres. Son tres momentos «diferentes» de su vida musical y personal, de todas «aprende». En BerlÃn lo eligieron los músicos por lo realizado en Birmingham. Para conmemorar la I Guerra Mundial, en el 14, mezcló músicos de BerlÃn y de Londres, todos aprendieron de los demás.» A BerlÃn la define la disciplina y a Londres la flexibilidad, esos fueron los valores que intercambiaron», explicó.
Sobre el futuro musical, apuntó que hay que «mantener esta relación LSO-FIS y hacer comprender que han de escucharse los grandes compositores, que siempre serán un tanto difÃciles para el gran público. Comprender la música lleva tiempo y lo que ahora es “moderno†dejará de serlo para las futuras generaciones, como pasa con la pintura y otras artes».
Rattle también reflexionó sobre cuestiones de actualidad y en concreto sobre el Brexit. Ahà la respuesta fue corta y contundente, «para la cultura británica va a ser pegarse un tiro en cada pierna».
También contestó preguntas sobre sus directores favoritos. «Carlo MarÃa Giulini, Kubelik y Boulez son de mis directores favoritos, tres personalidades diferentes pero que aportan calidez a sus interpretaciones. Especialmente Boulez con su visión poética y colorista de la música actual, muy comprometedora» y al ser preguntado especÃficamente por Dudamel contestó que le parecÃa «muy completo, admirable…le adoro».
____________________________
- MarÃa Dueñas ‘emBrucha’ el ADDA de Alicante en opinión
- Viaje a ninguna parte en opinión
- La Jove Orquestra InterComarcal estrena en España sinfonÃas americanas del ... en opinión
- Fallece un musicólogo sin par, José Climent Barber en opinión
- La Orquesta y Coro Nacionales de España presenta su temporada ... en temporadas
- CentroCentro inicia su temporada musical con tres nuevos ciclos y ... en temporadas
- La Educación Musical y su evolución histórica desde comienzos del siglo ... en educación
- Kent Nagano dirige La Creación, de Haydn en su regreso ... en música clásica
dejar un comentario
Puedes escribir un comentario rellenando tu nombre y email.
Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>
comentarios
No hay ningún comentario aún, ¡Sé el primero en comentar!