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Nos encontramos ante un volumen clásico en campos como el coaching, el desarrollo personal o el entendimiento del Zen, pero que puede no ser conocido dentro del sector de la música clásica. La complejidad de los términos que se tratan, y lo alejados de los mismos del mundo musical -pues no en vano en el libro se trata el kyudo, el arte del tiro con arco- es posible que parezcan inútiles para nuestra práctica diaria, pero veremos que esto no es del todo cierto. Escrito en primera persona, Herrigel nos narra de forma precisa y amena las vivencias que le llevaron a conocer el Zen a través las enseñanzas de uno de los más reputados maestros arqueros de Tokio, con el que se entrenó durante seis años.

Con una introducción firmada por el reconocido filósofo Daisetz T. Suzuki, los conceptos que se tratan –estirar la cuerda, soltar, hacer blanco, etc.- confunden al no tener relación con el lenguaje propio de la música. Sin embargo poco a poco aparecen términos como la concentración o la respiración que sí son naturales al instrumentista, y a través de ellos podemos comenzar a establecer paralelismos entre ambas actividades. Además, gracias a la forma de escribir del autor, que no omite sus dudas y los momentos en los que estuvo a punto de abandonar su búsqueda del “tiro perfecto”, cualquier músico puede sentirse identificado con esa tarea autoimpuesta de mejora constante.

Huelga decir que el volumen del que hablamos es una reedición del original, que vio la luz en 1953 y desde entonces ha sido traducido a más de 30 idiomas. Teniendo eso en cuenta podemos apreciar el valor de esta edición pues, si bien obedece claramente a un sentido eminentemente práctico por su pequeño tamaño, cuenta con acertadas ilustraciones y, lo que es más importante, varios apéndices en los que se explican términos más complejos, las fases del tiro (los 8 estados de kyudo), el credo del guerrero, y varias notas sobre el autor y las citas e ilustraciones.

Los 8 capítulos en los que se divide el libro muestran la evolución del autor y, por tanto, acompañan al lector en su búsqueda personal. Puede parecer que el Zen a través del tiro con arco sea demasiado etéreo para aplicar en el día a día de un músico, pero al final de su escrito, Herrigel obtiene sus conclusiones del método y el esfuerzo que ha dedicado y, a modo de ver del que escribe estas líneas, el paralelismo con la carrera de un instrumentista es evidente. Las horas de trabajo, la interiorización de las sensaciones y esa manera de hacer que la música fluya de manera natural es el pan de cada día de miles de estudiantes y profesionales de nuestro sector. Por ello la conexión entre el tema de este libro y la realidad de cada carrera artística, es patente.

Desde luego no es una lectura fácil, entendiendo esto como que no se trata del típico libro que nos da claves para enfocar una situación. Como ya se ha dicho anteriormente, la búsqueda de paralelismos y el trasfondo de las enseñanzas del maestro de kyudo son capitales para la comprensión completa de cada párrafo, y en alguna ocasión puede que tengamos que volver atrás para descifrar exactamente qué nos quiere decir el autor con una frase determinada. Las explicaciones son algo etéreas, y por tanto complejas de interiorizar en una ojeada rápida, sin embargo esto no puede ser un impedimento sino más bien un acicate para impulsarnos a seguir aprendiendo.

Por resumir un poco, este libro es adecuado para cualquier músico que esté buscando otro enfoque a su práctica habitual, ya que a través del tiro con arco explicado por el autor podemos acercarnos al tesón, la paciencia y la perseverancia, además de otros conceptos más filosóficos como es el Zen. Después la reflexión propia será la que marque el aprovechamiento total del trabajo de Eugen Herrigel.

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