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Cristóbal Halffter. Cortesía OCNE

El ciclo Carta Blanca es de uno de los programas más significativos de la Orquesta Nacional de España, que en anteriores ediciones ha tenido como protagonistas a Henri Dutilleux, George Benjamin, Elliott Carter o Sofia Gubaidulina.

En la presentación, Halffter ha señalado que siente un «gran respeto» ante este proyecto. «Me siento como un eslabón más de una cadena compuesta por grandes compositores y eso me hace tener gran sentido de la responsabilidad», ha señalado.

Cristóbal Halffter, muy unido a la OCNE desde la primera vez que la dirigiera en 1954, ha diseñado un programa que incluye, además de una selección de sus propias obras, piezas de autores como Webern, Stravinsky, Strauss y Vaugham Williams.

Halffter ha señalado los motivos por los que ha elegido a estos compositores. A Webern porque «resume todo de una manera telegráfica», a Stravinsky «porque es un puntal de la música del siglo XX en España y deja una profunda huella en mis tíos, de los que yo parto», Strauss «porque es el último eslabón de la música romántica y postromántica» y Vaughan Williams «porque es un antecedente de mi tiento y batalla«, compuesta a partir de la obra del compositor barroco Juan Cabanilles.

Además, comentó que esta carta blanca «es una ocasión transcendente para que quede un eco y una sombra ligada a este trabajo, porque me preocupa el temor al olvido».

De sus propias piezas, Halffter ha destacado el estreno de su obra De ecos y sombras , encargo de la propia OCNE para esta ocasión y la primera vez que se solicita a un compositor para incluir en la carta blanca.

Se trata de una obra que tuvo como base un soneto del poeta español Lupercio de Argensola y donde el compositor ha querido «plasmar el eco como una sombra del sonido y el sonido como sombra de la luz» y pidió que el público la escuchara «sin prejuicios».

Al respecto de la labor de composición, Halffter, comentó que «son muchas horas de imaginar y luego todo transcurre en un instante. Una obra es como un niño recién nacido, que su desarrollo depende del contexto, y en el caso de una obra depende de la orquesta, de la reacción del público».

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