Tannhäuser o la redención por la música
Bayreuth, 4 de agosto 2012.- A pesar de que en la previsión inicial para este verano del Festival el nombre del polifacético Thomas Engelbrock figuraba asignado a la batuta de Tannhäuser –la ópera de su début como director en Bayreuth en la pasada edición–, ya en otoño se desentendía de la idea.
Tal vez pesaba en la decisión las dificultad de compartir la labor de campo que Bayreuth demanda y su compromiso al frente en Hamburgo de la Sinfónica de la NDR, en la que sustituyó a Christoph von Dohnányi y con la que ha prorrogado el cargo titular hasta mediados de 2016. O quizá, y esto es lo más probable, como respuesta juiciosa a las reacciones adversas del público en 2011 por los resultados globales del título que le cayó en suerte, concebido escénicamente por Sebastian Baumgarten.
Lo de concebido lleva su retranca, pensando en la Venus embarazada que nos presenta, en el cortejo de espermatozoides al acecho que rodea su antro transformado en jaula, o en la criatura que alumbra en el último cuadro, fruto de sus fogosas relaciones con el infiel protagonista. Todo esto, en medio de un mundo feliz a lo Huxley, donde los habitantes se debaten entre el arte y el trabajo, buscando estimulación en el biogás generado a partir de residuos orgánicos, en uno de cuyos depósitos acabará suicidándose Elisabeth. Concretamente el de 30.000 Litros, rotulado como AVI, por si algún lector puede iluminar nuestras dudas.
Ante desatinos semejantes, no es de extrañar que algunos espectadores, cuyo concepto de la música de Wagner no encaja con las bizarras extravagancias que les están sirviendo, opten por cerrar los ojos. Pero, ¡ay!, debemos ser cautos. Las cuatro de la tarde, cuando las primeras notas de la obertura comienzan a sonar, es hora muy traicionera. Sobre todo, si el almuerzo se ha regado con la excelente cerveza local. Las cabezadas se multiplican, llegando a veces a más.
En este punto recuerdo cuando, en plena digestión, en el primer pase de un cine de arte y ensayo donde daban Cuerno de cabra, la obra clave de Metodi Antonov, un amigo me propinó un codazo. “Habría dejado que siguieras durmiendo”, dijo. “Pero los ronquidos empezaban a impacientar a los vecinos de butaca.”… De modo similar al de mi acompañante debió proceder la esposa del señor que el día antes me correspondió detrás en el Lohengrin –tan incongruente conceptualmente como el Tannhäuser que nos compete-, al intuir que los estentóreos resuellos de su marido podían arruinar en un segundo una trabajada reputación de wagneriano de pro.
Aunque el encargado de diseccionar analíticamente, con pausada elegancia, esas notas iniciales desde el foso no fuera otro que Christian Thielemann, que aceptó la responsabilidad de dirigir todas las representaciones de este título (además de las ya comprometidas de El holandés errante), en marzo de este mismo año, cuando todo el mundo tenía a buen recaudo las codiciadas localidades. “Solo por esta ocasión”, comentó a Doce Notas el rubio aspirante a sucesor de Karajan en el mundo, a quien hoy por hoy sólo supera en kilos. “El próximo verano en Bayreuth me quedo únicamente con El holandés”, remataba. Como olvidando el concierto testimonial en la Festspielhaus del 22 de mayo, día exacto del nacimiento 200 años atrás de Wagner. O las tres funciones del Rienzi concebido por Matthias von Stegmann que se verán en el Oberfrankenhalle en la primera quincena de julio, como aperitivo del gran festival. En este caso, se trata de la programación complementaria diseñada por el Ayuntamiento de Bayreuth, desde hace poco regido por la alcaldesa independiente Brigitte Merk-Erbe, para realzar el bicentenario de su ilustre huésped hasta la fecha. Y es que sus restos reposan, junto a los de Cósima Liszt-Wagner (antes von Bullow, para cerrar el culebrón) en el jardín de Wahnfried, la villa incluida, junto al teatro de la Verde Colina, en el lote regalado al músico por su fiel Ludwig II.
El cambio en el cartel de Thielemann, que será reemplazado en el Tannhäuser de 2013 por Axel Kober, no es el único respecto al del pasado año. Le sigue en vistosidad el del tenor sueco Lars Cleverman, relevado ahora por el alemán Torsten Kerl, que dibujó el papel titular con momentos de gran brillantez. Su zona de agudos responde a las exigencias de un heldentenor, aunque no tanto a veces su potencia para dar el salto a los registros más comprometidos. Una agradable sorpresa fue la de Hermann, el landgrave de Turingia, encomendado al expresivo bajo austriaco Günther Groissböck, que está haciendo carrera en todo el mundo, y debutó este papel en el Liceu de Barcelona hace cuatro años.
Interesantes resultados consiguió la soprano finlandesa Camila Nylund, entregada a la sufridora Elisabeth con aspecto de Lady Macbeth. Bien resuelto asimismo el Wolfram del barítono húngaro Michael Nagy, con voz dotada de un bello timbre lírico. La mezzo sudafricana Michelle Breedt, doblemente expuesta en estas semana (además aquí de Venus es la Brangäne de Tristan e Isolda), resolvió mejor el acto final, donde la apertura de sus agudos rotos no resultó tan evidente. No quería pasar por alto el trabajo del bajo barítono cuasi local –nació en Nürenberg –Thomas Jesatko, que dio con creces la talla de Biterolf, como unos días antes en el Klingsor de Parsifal.
Las mayores ovaciones, aunque la reacción del público es siempre imprevisible, fueron para Thielemann, Nylund, Groissböck e, inexplicablemente, el tenor Arnold Bezuyen (Heinrich), tal vez seducidos por su aparatosa vestimenta. Vaya desde aquí el reconocimiento por su labor global a la orquesta, y a Eberhard Friedrich, por la disciplina que sabe imponer a sus voluntariosos coros ante cualquier desafío escénico, por desaforado que sea. Solo por escuchar a sus peregrinos, aunque estemos cayendo en el tópico, merece la pena trepar a este escondido lugar.
Lo lamentamos. No hay nada que mostrar aún.
- La Educación Musical y su evolución histórica desde comienzos del siglo ... en educación
- Academias Internacionales de Música En Clave de Arts 2025 en Cursos de Verano 2025
- El XIV Curso de Música Aldebarán abre sus inscripciones para ... en Cursos de Verano 2025
- La Escuela Superior de Música Reina Sofía celebra la 33ª ... en actualidad de centros
dejar un comentario
Puedes escribir un comentario rellenando tu nombre y email.
Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>
comentarios
No hay ningún comentario aún, ¡Sé el primero en comentar!