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Si escuchásemos este disco sin ninguno dato sobre él, con total convicción creo que Domenico Scarlatti no sería el primer autor que mencionaríamos.

Para una investigadora en este compositor como yo, es de gran agrado comprobar que más de un siglo después de la recuperación de Domenico Scarlatti en el panorama musical español la obra del compositor de origen italiano sigue aún vigente.

En el siglo XX, se debatía sobre si Scarlatti era italiano o español, o si su obra habría de interpretarse de forma pura al clave o al piano adaptando así la sonoridad a los oídos del público de la época. En el siglo XXI, a través de este soporte, nos encontramos con un Scarlatti enriquecido, “diferente” como así señala Silvia Márquez.

La riqueza de esta selección de sonatas extraída del manuscrito “Venecia 1742” –K. 73, K. 77, K. 79/80, K. 81, K. 88-91– reside en que nos muestra un Scarlatti más allá del clave solo y la sonata bipartita. La escritura de una línea de tiple y bajo parcialmente cifrado puede considerase un indicio de “que estaban destinadas a un instrumento melódico con acompañamiento del bajo continuo”. La ejecución de estas sonatas con una formación compuesta por traverso barroco, dos violines, viola, violoncello, contrabajo y clave, nos permite apreciar la sonoridad scarlattiana desde una nueva perspectiva.

Como apuntábamos, además del formato instrumental, tenemos que hablar de la estructura. El gran distintivo scarlattiano de la sonata bipartita queda relegado en favor de sonatas con varios movimientos cercanos a la sonata da chiesa o la sonata da camera más propias de un estilo barroco que del estilo preclásico.

La conjunción de ambos parámetros pone de manifiesto que, pese a ser Scarlatti un autor conocido por su prolífica producción de sonatas para clave, también era conocedor, como así lo dejó plasmado, de otros formatos instrumentales propios de su época. ¡Disfruten de su escucha!

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