Isabel Dombriz Martialay, piano
Madrid, el 28/04/2013
«Evocaciones». Programa.- LISZT: ‘Vallée d’Obermann’ (Années de pélerinage: Suisse); ‘Les cloches de Genève’ (Années de pélerinage: Suisse); Rhapsodie Spagnole. DEBUSSY: ‘Réflets dans l’eau’ (Images 1ere livre); Soirée dans Grenade (Estampes). FALLA: ‘Fantasía Bética’.
«La idea principal de este concierto surge cuando, después de trabajar durante varios años rodeada de música española, de danza, de tacones y castañuelas, volví a escuchar la Rhapsodie Espagnole de Liszt. La entendí de forma totalmente diferente. Me pareció, ante todo, un orgullo que un músico de la talla de Franz Liszt encontrase en España y su tradición popular la fuente de inspiración para una obra de tal calibre, jugando de mil y una formas con los temas principales, utilizando para ello todos los recursos que el piano de la época había desarrollado: escalas, arpegios, dobles notas, trinos, octavas, acordes, saltos, saltos de acordes… y todo ello sin perder un ápice del espíritu español, de la gracia y la vitalidad de la jota y de la presencia y gallardía de la folía.
Para entender la diferencia de escritura de un Liszt y su estilo «a la española» pensé en un obra diferente, Vallée d´Obermann, contrastante sobre todo en su carácter. Durante muchos años, el semitono descendente había sido el símbolo del lamento en la música… Y, en este caso, todas las líneas melódicas de la obra están formadas por líneas descendentes, líneas absolutamente desconsoladas. Sólo encontraremos un momento de línea ascendente en un momento casi celestial, en el que parece abrirse una luz de esperanza, para empezar un constante crescendo hasta el final.
La otra obra elegida nos muestra una nueva faceta de Liszt más frágil que las anteriores. Son Les cloches de Genève. Un Liszt de sonoridades más cristalinas que nos acercan al mundo de los Reflets dans l´eau de Debussy, otra joya que no podía faltar en este concierto. Podremos ver la diferencia entre el estilo propio de Debussy y el del acercamiento que tuvo hacia España a través de la Soirée dans Grenade, una evocación creada por su imaginación, ya que prácticamente no visitó nuestro país. Hemos escuchado con Liszt la parte más jovial y popular de España; con Debussy indagamos en otro espacio tan evocado: la España de la Alhambra, del incienso, del azahar, de la seducción, de las mil y una noches… Terminaremos este viaje soñando otra Granada, la del desgarrado arte gitano. Viajamos a la España del Sacromonte, del cante jondo, del quejío, con la Fantasía Bética de Manuel de Falla.
Con todo ello tendremos una imagen de qué fue España fuera de España, con Liszt y Debussy, y dentro de nuestras fronteras, con Falla; de cómo la escritura propia de cada compositor se transforma para evocar nuestra tradición popular, nuestro exotismo y nuestras raíces…» (Isabel Dombriz Martialay)
