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Il Coro d’Arcadia y Maria Cristina Kiehr

Un exquisito viaje barroco

El pasado 9 de julio, la exquisita soprano Marta Garcia Cadena y el conjunto Inégal Consort, integrado por Maria Roca (violín), Xavier Roig (violoncelo), Tomoko Matsuoca (clave) y Carles Vallès (flauta de pico), nos ofrecieron un delicioso recital de música barroca. La primera parte del concierto, dedicada a los maestros italianos del barroco temprano, alternó principalmente obras del napolitano Andrea Falconieri, de Claudio Monteverdi i deTarquino Merula. En ellas, las virtuosas flautas de Carles Vallès compartieron protagonismo con la nítida voz de la cantante catalana, quien el pasado año nos deleitó en una excelente recreación de la ópera contemporánea 4Carmen – dentro del marco del festival ampurdanés de Peralada –  y en este ocasión nos ha sorprendido gratamente con un exquisito dominio del repertorio antiguo.

Con todo, sus mejores bazas canoras las exhibió en la segunda parte del concierto dedicado a las obras de dos colosos del barroco maduro: Georg Philipp Telemann y Georg Friedrich Haendel, ambos de ascendencia germánica. Su preciosista interpretación del aria Mich tröstet die Hoffnung Seele (Der Geduldige Sokrates de Telemann), dulcemente acompañada por la flauta de Vallès, así como su fogosa interpretación del aria de bravura“Voli per l’aria”, de la cantata haendeliana Tra le fiamme (Il consiglio), acabaron desatando el entusiasmo del privilegiado público que ocupaba la mitad de la nave de la iglesia de Sant Joan de Berga. Impecables en todo momento estuvieron Roig i Matsuoca en el bajo continuo.

Un dúo desigual 

El día siguiente, la tarde del domingo 10 de julio, el santuario solsonés del Miracle (Riner) se estrenaba como nuevo escenario del FeMAP, y lo hacía en un insólito y efímero espacio: una plataforma ubicada en el patio interior del antiguo albergue de peregrinos, suspendida a unos diez metros del suelo mediante un andamiaje. Después de superar la aventura de trepar por una escalera manual para acceder al recinto, el dúo formado por Eloi Fuguet (flautas de pico) y Amat Santacana (violoncelo) desgranaron un intimísimo programa integrado por delicatessens musicales de compositores del Renacimiento tardío hasta el Barroco maduro.

Cual perla barroca, el resultado del concierto fue irregular, debido fundamentalmente a la desigualdad entre las aptitudes artísticas de la pareja de intérpretes. El flautista Eloi Fuguet nos ofreció una discreta actuación, exhibiendo agilidad en la digitación aunque una limitada y desangelada capacidad expresiva. Por el contrario, Santacana nos brindó una intensa y emotiva interpretación de las páginas para chelo, rubricando el momento culminante de la velada con una magistral ejecución de la Suite núm 1 en Sol mayor  para chelo de J. S. Bach, largamente ovacionada por el público. Entre pieza y pieza, fueron de agradecer las didácticas explicaciones de los interpretes, así como también, al finalizar, la exquisita coca con cava que se ofreció a los asistentes.

Las capitales de barroco musical italiano: Nápoles y Venecia. 

El santuario de Queralt de Berga, situado en una de las cimas con mejores vistas de la Cataluña Central, acogió, el pasado sábado 16 de julio, un espléndido concierto de la formación italiana Il Coro D’Arcadia. Un viaje musical por el repertorio barroco napolitano y veneciano de la mano de ilustres compositores como Alessandro Scarlatti, su hijo Domenico, Tomaso Albinoni y Antonio Vivaldi. La exquisita soprano argentina María Cristina Kiehr, de amplia e impecable trayectoria artística, dio voz a las escogidas cantatas de Scarlatti y Vivaldi, secundada en todo momento con gran magisterio por el conjunto de cámara que lidera  Alessandro Ciccolini desde el violín.

Cantante e instrumentistas exhibieron una gran compenetración y un refinado sentido estilístico, capaz de sacar a relucir toda la riqueza poética y dramática que atesoran las expresivas páginas de los grandes maestros de la ópera barroca italiana. Gracias a ello, pudimos gozar y descubrir piezas como las cantatas Appena chiudo gl’occhi y Dove fuggo, a che penso del gran reformador de la ópera napolitana que fue Scarlatti padre, así como también la poco conocida Lungi dal vago volto vivaldiana. No obstante, a fin de poder apreciar mejor la intrínseca correspondencia que existe entre versos y música en estas obras, no estaría de más que en próximas ocasiones se facilitara una copia de los textos junto al programa de mano.

La interpretación instrumental de la sonata el La menor para violín y bajo continuo de Albinoni fue absolutamente antológica. Al finalizar, los espectadores que llenaron la iglesia del santuario ovacionaron alzados a tan brillantes intérpretes.

Una afortunada recuperación histórica

La Companyia Musical es una formación musical impulsada por los hermanos Bernat i Josep Cabré que persigue el noble empeño de recuperar y divulgar el repertorio olvidado de los grandes maestros de capilla catalanes del período tardo-renacentista y barroco. Gracias a la labor musicológica de Bernat Cabré, el pasado domingo 17 de julio, en la iglesia parroquial d’Avià, el FeMAP nos ofreció un selecto concierto en donde pudimos descubrir algunos de los tesoros diseminados y enterrados en los archivos parroquiales catalanes.

El impecable coro compuesto y dirigido por Josep Cabré nos deleitó con un encomiable interpretación de las opulentas polifonías de Josep Reig, insigne maestro de capilla de Santa Maria del Mar de Barcelona y heredero de la gran tradición polifonista italiana, alternadas con las más diáfanas y desenvueltas texturas de los villancicos del último gran maestro de capilla de la catedral de Gerona, Josep Gaz, entre las cuales pudimos descubrir el milagroso Magníficat del prácticamente desconocido maestro Miquel Rosquelles. No faltó tampoco un maravilloso motete – Tota pulchra a 4v. – del más insigne discípulo de Rosquelles: el maestro de capilla de la catedral de Barcelona, Francesc Valls.

La velada fue una ocasión excepcional para reconciliarse con una música extraordinaria e injustamente olvidada, felizmente dignificada por el espléndido conjunto de los hermanos Cabré. El público supo apreciarlo y recompensarlo con efusivos aplausos.

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