Fernando Malvar-Ruiz nos habla del American Boychoir
Director musical del American Boychoir de Princeton desde el año 2004, Fernando Malvar-Ruiz está considerado como uno de los grandes especialista mundiales en coros de niños y, en particular, en el cambio de voz de los cantantes adolescentes. El pasado mes de julio, participó como profesor en la 5ª Academia Internacional de Verano de Dirección Coral y PedagogÃa Musical de Las Palmas, que dirige Lilla Gábor.
¿Qué tipo de formación coral es el American boychoir? ¿Nos puede contar algo de su historia, repertorio, etc.? El American Boychoir es un coro profesional de niños varones. Fue fundado como el Columbus Boychoir en 1937 por Herbert Huffman en Columbus, Ohio, siguiendo el modelo de Los Niños Cantores de Viena. A los dos años de su fundación, se creó una escuela para que los niños pudieran tener una formación académica al mismo tiempo que la musical. En los años cincuenta la escuela se mudó a Princeton, Nueva Jersey, donde todavÃa reside, para estar más cerca de Nueva York, Filadelfia, Boston y otros centros importantes de la cultura. La misión de la American Boychoir School no ha cambiado en sus casi 75 años de vida: proporcionar a los niños una educación única mediante su participación en un coro profesional.
En cuanto al repertorio, intento que sea tan variado como la cultura norteamericana misma, sin olvidar la tradición histórica vocal de más de mil años que tiene un coro de estas caracterÃsticas. Nuestra última grabación, Journey On, es un buen ejemplo. Contiene obras de todos los continentes, compaginando a Tomás Luis de Victoria y a Brahms con cantos tribales del Amazonas, música sudafricana y, por supuesto, espirituales y música góspel.
¿Qué chicos conforman el grupo? ¿De qué edades, perfil, formación, etc.? La escuela contiene desde el cuarto curso hasta el octavo [equivaldrÃa a un intervalo de 4º de primaria a 2º de Secundaria (ESO) en España], es decir, los niños tienen desde 9 a 14 años. Estos niños vienen de todas partes de los Estados Unidos y también tenemos unos cuantos estudiantes internacionales. Actualmente no hay ningún niño español, por desgracia, y me encantarÃa cambiar eso. El primer requisito para entrar en la escuela es pasar una audición que consiste en una prueba vocal muy sencilla en la que me interesa principalmente el color de la voz y el oÃdo. En mi experiencia, cuanta menos formación vocal previa mejor, porque muy a menudo esta formación no es adecuada en el sentido de que está de moda hacer sonar a niños pequeños como cantantes de ópera adultos.
¿Qué tipo de disposición vocal utiliza más frecuentemente el coro? La mayorÃa de nuestro repertorio consiste en piezas para voces blancas, normalmente a tres, cuatro o más voces. Por supuesto, según las voces de los chicos más mayores van evolucionando, sobre todo hacia el final de temporada, introduzco más repertorio con la formación tradicional mixta: Soprano, Contralto y BarÃtono, o Soprano, Contralto, Tenor y BarÃtono.
¿Nos puede hablar de las teorÃas de J. M. Cooksey sobre la muda de la voz masculina? ¿Qué impacto han tenido estas teorÃas sobre la trayectoria del American boychoir? Cooksey fue uno de los pioneros en el trabajo con la voz en “proceso de transformación†del varón adolescente. Su investigación cientÃfica de catalogación y clasificación a principio de los años ochenta fue fundamental en el sentido de que antes se recomendaba que el chico adolescente dejara de cantar durante el proceso de muda. Cooksey demostró no solo que estos chicos deberÃan seguir cantando sino también distintas maneras adecuadas de hacerlo. A principio de los años ochenta fue también cuando James Litton se convirtió en el director de música del American Boychoir y él estaba al tanto del trabajo de Cooksey.
¿Quién fue James Litton? ¿Puede contarnos algo de él? James Litton es una persona muy especial para mÃ. Gracias a él, comencé mi trabajo en el American Boychoir, como su asistente. Ha sido, y sigue siendo, no solo una fuente de inspiración e información como mentor, sino que también, con su gran humanidad, me ha ayudado mucho personalmente.
¿Qué tipo de trabajo realizó el Sr. Litton en relación a la muda de la voz de los adolescentes varones y la organización coral del American boychoir? Bajo su dirección, el American Boychoir empezó a utilizar con frecuencia chicos con voz cambiante en el coro. Antes de él, la postura oficial de la escuela era que cuando la voz empezaba a mudar, el niño no podÃa cantar más en el coro, de nuevo, siguiendo el modelo de Viena. El no solo buscó y utilizó repertorio adecuado para ellos, sino que también adaptó obras escritas para voces blancas de tal manera que las voces cambiantes pudieran cantarlas.
¿Qué aportaciones ha realizado Vd. como actual director titular del American Boychoir en el apartado del trabajo coral con aquellos chicos que están mudando la voz? Siguiendo los pasos de James Litton, actualmente continúo trabajando con ellos de una manera similar. Si acaso pongo más énfasis en el aspecto psicológico. Para niños que acostumbran a cantar a un nivel profesional y con gran dominio de la técnica vocal, el cambio de voz puede llegar a ser traumático. La voz deja de responder y es como si se les hubiera olvidado todo. Es importante hacerles entender que es solo un proceso temporal y también darles tanto control de la situación como sea posible. Yo les enseño sus limitaciones en cuanto a registro y tono pero la responsabilidad de decidir que notas cantar y cuáles no, reside en ellos. Por supuesto, esto se hace con mucha supervisión individual para que, siguiendo su entusiasmo adolescente natural, no acaben haciéndose daño.
¿Cuál es su punto de vista personal? ¿Cree que es importante dar continuidad vocal dentro del coro a los chicos que mudan la voz? ¿Le gustarÃa hacer alguna consideración particular a este respecto? Como he dicho antes, el cambio de voz tiene implicaciones fisiológicas, que son obvias, y psicológicas, que no lo son tanto. Cuando a un chico se le dice que en cuanto la voz le cambie no va a ser más útil para el coro se le está dando un mensaje equivocado. Se le está diciendo, de hecho, que convertirse en un hombre adulto es malo. Estos niños, en su mayorÃa, tienen miedo a crecer y reciben los primeros signos de cambio con horror. La misión del American Boychoir School es y debe ser inclusiva. El coro profesional no es el objetivo de la organización sino una herramienta para dar a los niños una educación que no podrÃan recibir en otras instituciones. Simplemente por eso habrÃa que seguir utilizando a estos chicos.
Pero, por supuesto, hay consideraciones artÃsticas. Hay gente que objeta a su inclusión en el coro porque “enfanga” el sonido puro asociado a las voces blancas. En mi opinión, no solo esa es una preocupación secundaria por los argumentos ya expuestos, sino también innecesaria. El sonido del coro, de hecho, se enriquece inmensamente gracias a la aportación de estos chicos. No solo porque la gama de colores tonales que se pueden producir es mucho más variada, sino también porque las posibilidades de repertorio se amplÃan.
¿RecomendarÃa este método de trabajo vocal en relación a la muda de la voz en otros coros similares al American Boychoir en otras partes del mundo? ¿Por qué? ¿Qué ventajas e inconvenientes plantea, a su entender? Por supuesto. La música es una actividad humana fundamental e universal. Una de las actividades más enriquecedoras que se puedan hacer es la de producir música cantando en un coro. Cuando un niño deja de cantar porque le han dicho que su voz “no vale”, ese niño probablemente dejará de cantar para siempre. Ya hay suficiente competición de otro tipo de actividades (deportes, videojuegos, etc.) como para quitarle alicientes a participar en un coro. El amor al arte coral es uno de los mejores regalos que le podemos dar a un niño y es un regalo que dura de por vida.
Las ventajas son, entonces, obvias. En cuanto a los inconvenientes, si acaso requiere mucho más trabajo y atención del director. Cada chico cuya voz empiece a cambiar necesita trabajo individual y frecuente. Mientras yo admiro el trabajo de Cooksey, no estoy completamente de acuerdo con su clasificación en el sentido de que cada individuo es un mundo diferente cuando se trata de la muda de voz. SÃ, hay caracterÃsticas generales pero la proporción de éstas es distinta en cada caso. Por eso hay que trabajar individualmente y frecuentemente. Una vez dicho esto, en mi opinión, todo este trabajo de más y todo este tiempo extra invertido en estos chicos merece la pena y será recompensado con creces.
(Alfonso Jesús Elorriaga Llor es profesor asociado de la Fac. de Educación de la UCM y director del proyecto musical “Voces para la convivencia” del IES Francisco Umbral de Ciempozuelos, Madrid)

Fernando Malvar-Ruiz rodeado de los niños del coro American Boychoir
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