El jard铆n como espacio para la inspiraci贸n en la composici贸n musical
El jard铆n es un lugar de exploraci贸n y contemplaci贸n fascinante donde confluyen el control humano y la naturaleza ind贸mita que, de forma imaginativa, ha inspirado a muchos compositores para expresar musicalmente dicho entorno.

Jardines de la Alhambra (Granada)
A lo largo de los siglos, este singular espacio ha estado sometido a diferentes interpretaciones subjetivas, art铆sticas, sociales y culturales, al tiempo que ha servido para mostrar la b煤squeda incesante del inconsciente colectivo por encontrar el arquetipo del para铆so terrenal, refugio de abundancia y belleza, reconciliando realidad y conceptos ideales.
Introducci贸n
Desde los jardines m谩s antiguos que se conocen hasta los m谩s recientes, la tarea de dise帽o y realizaci贸n abarca unos cuatro mil a帽os de historia cultural.
En los or铆genes, los jardines eran oasis en los desiertos de Oriente Medio, aunque tambi茅n se han encontrado ejemplos documentados en las culturas fluviales de Mesopotamia y Egipto, ya que las aguas del 脡ufrates, Tigris y Nilo irrigaban preciosos jardines y huertos desde fechas tempranas, hacia el a帽o 2000 a J.C.
El agua, como elemento fundamental de la vida, puede transformar incluso el marco m谩s hostil de nuestro planeta. Muchos de los jardines excepcionales del mundo son c茅lebres no solo por su belleza sino por su manera de aprovechar el recurso natural del agua, que el ser humano ha aprendido a utilizar para evidenciar el protagonismo de dicho elemento desde variados enfoques y en diferentes 谩mbitos geogr谩ficos.
El jard铆n est谩 formado por aspectos tangibles identificados con una serie de elementos como edificios, sistema de distribuci贸n de agua o elecci贸n de vegetaci贸n y aspectos intangibles de valor inmaterial que permiten al visitante, habitante o comunidad, poder arraigar en un determinado lugar generando un v铆nculo emocional y de afinidad con el medio. Este patrimonio natural posee una dimensi贸n cultural que es conveniente considerarla como marco de referencia para elaborar estrat茅gicas de conservaci贸n que, por su car谩cter ef铆mero, requiere de una formaci贸n espec铆fica a fin de controlar y mantener su significado sin excesiva alteraci贸n de las caracter铆sticas de cada 茅poca.
Los sonidos escuchados en un jard铆n son manifestaciones auditivas diferenciadoras, que definen un determinado espacio y act煤an como elementos ac煤sticos para reconocimiento, identificaci贸n y recreo auditivo en el 谩mbito de la percepci贸n sensorial.
En nuestra percepci贸n del medio, con frecuencia, los planteamientos visuales prevalecen frente a los est铆mulos auditivos y el sonido no es entendido como un elemento f铆sico con protagonismo propio, sino como un elemento de informaci贸n y de uni贸n sin poseer identidad por s铆 mismo.
Desde las 煤ltimas d茅cadas del S.XX, varios profesionales especializados han realizado investigaciones en relaci贸n con el medio ambiente y el sonido, aportando nuevas perspectivas para optimizar su planificaci贸n.

Mapa de Boston. Kevin Lynch
Kevin Lynch, arquitecto y urbanista estadounidense, ha profundizado sobre temas de organizaci贸n del espacio y el territorio. Tambi茅n ha realizado estudios sobre la influencia del medio ambiente en las personas que lo habitan y los sentidos implicados en el acto comunicativo. Observ贸 que cada jard铆n o ciudad posee un entorno que condiciona la percepci贸n del visitante y cumple distintas funciones multisensoriales como las visuales, auditivas, olfativas, emocionales, informativas y est茅ticas, as铆 como de temperatura, humedad o de equilibrio, a trav茅s de interacciones con dicho medio que facilitan las experiencias significativas. Todo ello, contribuye a establecer el concepto y la valoraci贸n del t茅rmino identidad, definido como el conjunto de caracter铆sticas que hace posible reconocer un lugar como espacio singular diferenciado de otros. Cada sonido o conjunto de sonidos de un ambiente sonoro posee significado simb贸lico derivado de dichas interacciones, por tanto, contexto y sonido son dos aspectos que est谩n estrechamente relacionados con la percepci贸n. En nuestro caso, nos interesa el aspecto auditivo, es decir, la identidad sonora constituida por la diversidad de sonidos de un espacio concreto cuya atm贸sfera podemos habitar y escuchar.
El sonido incide en la representaci贸n mental del espacio de un jard铆n y posee un car谩cter referencial destacado, ya que contribuye a la interpretaci贸n perceptiva del lugar y establece relaciones f铆sicas y psicol贸gicas entre sujeto y sonido escuchado. De esta forma, las caracter铆sticas ac煤sticas de los espacios ajardinados con presencia de sonidos naturales (canto de aves, ranas en estanques, viento, ramas de 谩rboles en movimiento, etc.) aportan calidad simb贸lica de tranquilidad y potencian el sentimiento de espacio asociado a la calma, como ambiente sonoro que se opone al ruido. Durante los paseos por los senderos de los jardines, la mayor parte de sus visitantes consideran que la percepci贸n recibida es la de un paisaje sonoro vivo, atractivo, que posibilita la atenci贸n de la escucha y favorece un estado de 谩nimo de serenidad.
Pascal Amphoux, arquitecto y ge贸grafo franco-suizo, ha estudiado temas de dise帽o y est茅tica del paisaje, basados en el an谩lisis de la percepci贸n de espacios p煤blicos con la intervenci贸n de tres elementos: entorno sonoro (descripci贸n f铆sica), medio sonoro (interacci贸n vivencial y cultural) y paisaje sonoro (representaci贸n de la experiencia auditiva m煤ltiple). Dicha trilog铆a constituye un sistema de comunicaci贸n completo (naturaleza, hombre y sonido), en el cual existen dos variables, a menudo ignoradas en la teor铆a y praxis ambiental pero influyentes en la percepci贸n auditiva: en primer t茅rmino, la relaci贸n afectiva con el sonido y, en el segundo, la importancia de la memoria emocional del contexto en el que 茅ste es producido.
Otras investigaciones se han centrado en analizar el sonido desde una perspectiva integral y han tenido en cuenta el sonido-sentimiento de bienestar, que puede contribuir al enriquecimiento sensorial de diferentes lugares donde el ser humano desarrolla su vida. As铆, la presencia de los sonidos en un jard铆n contribuye al proceso mediante el cual los ambientes se convierten en lugares, imprimi茅ndoles una atm贸sfera particular generadora de m煤ltiples y variadas sensaciones, sentimientos y significados. Por ello, la valoraci贸n subjetiva del ambiente sonoro no depende 煤nicamente de su intensidad sino de la informaci贸n contenida en el mismo y del contexto en el que es percibido, junto con los significados sociales y culturales de los propios sujetos, ya que la respuesta ante un determinado est铆mulo surge del significado que le es atribuido y no solamente por los rasgos f铆sicos del entorno. Por tanto, la percepci贸n y reconstrucci贸n del mundo est谩 condicionada por los propios valores y circunstancias vitales.
En cada experiencia personal existe una elaboraci贸n organizada del lugar a trav茅s de los sonidos, como espacio sonoro singular, cuyo an谩lisis y almacenamiento permanecer谩 recogido en la memoria auditiva individual y, a nivel representativo, quedar谩 en el recuerdo asociando vivencia y sonido conjuntamente.
El jard铆n en diferentes 茅pocas hist贸ricas
Desde la Antig眉edad, la preocupaci贸n por la belleza y la utilidad de los jardines ha sido primordial para la vida de los pueblos.
En Mesopotamia, los reyes sumerios de la Dinast铆a III (S.XX a J.C.) en la ciudad de Ur, ya dispon铆an de un alto grado de organizaci贸n social centrado en torno al palacio y al templo como lugares de producci贸n, almacenamiento de excedentes y actividades comerciales. Los jardines, situados dentro de ambos recintos, permit铆an disfrutar de la belleza del lugar y de la riqueza de los frutos del palmeral, as铆 como de las plantas arom谩ticas, imprescindibles en la elaboraci贸n de perfumes y deliciosos platos para los banquetes.
Los reyes asirios transmitieron la iconograf铆a de los enormes y lujosos jardines reales, a trav茅s de los relieves del palacio de Asurbanipal en N铆nive, como espacios empleados para el esparcimiento y reserva privada de caza seg煤n describen las im谩genes legadas.
En Egipto, se desarroll贸 mucho la sociedad al amparo de la gran inundaci贸n anual del r铆o Nilo cuando 茅ste se desbordaba y cubr铆a extensas superficies de sus m谩rgenes, bajo una espesa capa de lodo negro, fertilizando el terreno a su paso. As铆, todo Egipto se convert铆a en un inmenso jard铆n y cultivos de regad铆o con pueblos y ciudades que crec铆an en las m谩rgenes de dicho r铆o. En los salones de los palacios fara贸nicos construidos en Tebas y El Amarna (Dinast铆a XVIII), hab铆a magn铆ficas pinturas mostrando jardines con plantas acu谩ticas y palmeras repletas de aves. Los nobles egipcios encargaban plantar grandes 谩rboles importados de otras regiones que, por v铆a mar铆tima, eran embarcados junto con otros esquejes o peque帽os ejemplares para formar avenidas sombreadas y protegerse de las altas temperaturas. En las tumbas de los nobles, hermosas pinturas mostraban jardines con 谩rboles, plantas, estanques y vi帽as.
En los relieves del templo de la reina-fara贸n Hatshepsut, situado en Medinet Habu (S.XVI a J.C.), est谩 atestiguada la llegada de una expedici贸n mar铆tima procedente de Punt, donde aparecen grandes naves cargadas de todo tipo de 谩nforas, fardos, bueyes, mandriles, 谩rboles ex贸ticos de incienso y mirra, llevados en grandes macetas para facilitar su transporte.
Tambi茅n los perfumes extra铆dos de determinadas plantas arom谩ticas eran considerados, por la alta sociedad egipcia, un elemento esencial para el uso personal. En el 谩mbito comercial, tuvieron gran protagonismo y eran fabricados en laboratorios, con ubicaci贸n muy cercana a los templos, utilizando una base de aceite vegetal y grasa animal sometida a la maceraci贸n de flores, ra铆ces y plantas. Los cultivos de flores como lotos o lilas, de 谩rboles frutales como naranjos o limoneros, desempe帽aron un papel destacado en los jardines egipcios como materia prima para el proceso de producci贸n de esta ingente perfumer铆a. Las fragancias y los aromas exquisitos estaban muy valorados, por lo que su conservaci贸n en envases adecuados era fundamental a fin de retenerlos durante tiempo prolongado.
El perfumista deb铆a luchar contra la circunstancia de usar sustancias que, algunas veces, se evaporaban al cabo de pocas horas expuestas al aire. Con este motivo, combinaba fragancias demasiado vol谩tiles con otras m谩s perennes para alargar la vida olfativa de los perfumes. Tambi茅n produc铆a esencieros y recipientes de diversos materiales que permit铆an mayor duraci贸n del contenido y conservaban mejor sus cualidades ya que el aroma quedaba prisionero. Sin embargo, siempre ha resultado un intento dif铆cil retener un perfume, al igual que pretender congelar en el aire una nota musical, ambos poseen la caracter铆stica de ser ef铆meros.
En la antigua Persia, los Aquem茅nidas organizaron el jard铆n de forma sim茅trica, a lo largo de un eje, con terrazas escalonadas construidas con grandes piedras que serv铆an de estructura para colocar la tierra donde se plantaban 谩rboles, arbustos y plantas arom谩ticas. En esta 茅poca surgieron los jardines m谩s impresionantes por sus dimensiones, riqueza y variedad. Las fuentes griegas divulgaron hasta la saciedad las maravillas de estos ambientes orientales, ya fueran los suntuosos jardines colgantes del palacio real de Nabucodonosor II en Babilonia (S.VI a J.C.) o los jardines del monarca persa Ciro el Joven en Sardis (S.V a J.C.), donde se imitaba la belleza vegetal en lujosos y extensos recintos ajardinados.
En Grecia y Roma (S.IV a J.C.), el jard铆n estaba ubicado en la casa-patio, invisible desde la calle para disfrutar solamente los propietarios. Tanto en la villa urbana como en la villa rural, las estancias estaban dispuestas alrededor del jard铆n, con estanque situado en el centro para recoger el agua de lluvia, integrado en la propia arquitectura como respuesta a las necesidades ambientales y sociales de la 茅poca.

Jard铆n romano
En la Edad Media o Medievo, destacan los jardines de los Monasterios concebidos como paisaje cerrado, es decir, aislado, reflexivo y silencioso para facilitar la oraci贸n y el recogimiento espiritual. Eran espacios destinados al cultivo de plantas con fines est茅ticos para decorar los altares de las iglesias y al cultivo de hierbas medicinales para curaci贸n de ciertas enfermedades. Los monjes los situaban cerca de parcelas para huertos que trabajaban con t茅cnicas hort铆colas a fin de satisfacer el autoabastecimiento de la comunidad.

Monasterio de Pedralbes
En el Renacimiento, existe una renovaci贸n en la concepci贸n de la vida y la sociedad se torna antropocentrista. Los jardines italianos adquieren gran importancia y en las villas, pertenecientes a personas de elevado nivel econ贸mico, se hac铆an presente estructuras tangibles como ideal creado para el goce del espacio habitado. La naturaleza se encuentra dominada por el hombre gracias a trazados y simetr铆as que acompa帽an el transitar por estos paisajes, construidos con intenci贸n de permanecer y deleitar la mirada del paseante.
En el Barroco, el jard铆n est谩 muy vinculado a la arquitectura y al urbanismo, con dise帽os racionales caracterizados por enormes zonas de c茅sped y nuevos elementos como islas, grutas artificiales, teatros al aire libre o arcos triunfales que aumentan la vistosidad del entorno.
En el Clasicismo, existe un jard铆n basado en el principio est茅tico de imponer orden en la naturaleza, por lo tanto, debe ser equilibrado, calculado con armon铆a y proporci贸n, caracter铆sticas propias de este estilo. La b煤squeda constante por la perfecci贸n formal se acompa帽a de una majestad teatral y el gusto por el espect谩culo. Este tipo de jardines ocupan una superficie extensa y tienen destinado mucho espacio para juegos de agua, canales hidr谩ulicos, elementos de drenaje, invernaderos y pabellones con una vegetaci贸n abundante y variada. Los Jardines del Palacio de Versalles son un ejemplo muy copiado por otras cortes europeas.
En el Romanticismo, la naturaleza deja de ser racionalizada y sometida al orden geom茅trico para convertirse en fuerza vital creadora que impregna todo, incluido el ser humano y sus obras. El entorno natural tiene una funci贸n evocadora donde proyectar el subjetivismo y expresar la imaginaci贸n. El jard铆n aparece como soporte donde concurren, en representaci贸n simb贸lica, las pulsiones m谩s profundas del ser humano como la vida, el amor, el misterio y la muerte. El individuo se siente abocado hacia la soledad siendo testigo melanc贸lico del tiempo y la memoria. Este jard铆n refleja un universo 铆ntimo que surge como met谩fora y espacio del sentimiento, la desolaci贸n, la fantas铆a y la enso帽aci贸n. Tiene laberintos, cascadas, estanques, fuentes, terrazas y numerosas especies vegetales sin permitir en exceso la intervenci贸n de la mano del hombre, para mostrar la realidad din谩mica, m谩s salvaje que cultivada, de la propia naturaleza.

Villa Farnesina (Roma)
En el S.XX, existe un nuevo concepto de jard铆n que engloba, en peque帽as proporciones, partes de varias disciplinas como agronom铆a, sociolog铆a y ecolog铆a. El conocimiento sobre t茅cnicas de cuidado hidr谩ulico, control y mantenimiento del espacio reflejan una sociedad avanzada con nuevas tecnolog铆as sometidas a su servicio. En algunas ocasiones, presenta porches, p茅rgolas, caprichos (follys), plantas ornamentales, 谩rboles y arbustos. Combina elementos naturales con otros construidos para lograr un lugar de ocio agradable donde las habilidades de dise帽o y organizaci贸n faciliten socializar y relajarse.
En el actual S.XXI, el concepto y la estructura del jard铆n cambia mucho en cuanto a la relaci贸n con las especies elegidas. La ingenier铆a gen茅tica y los viveristas, encargados de ejecutar y controlar el proceso de producci贸n de plantas para optimizar su selecci贸n, preparaci贸n y reproducci贸n, aportan m煤ltiples variedades h铆bridas adaptadas a los requerimientos de las demandas. La preocupaci贸n ecol贸gica tiene en cuenta las plantas aut贸ctonas de cada regi贸n con una adecuada planificaci贸n para permitir el buen manejo de la biodiversidad y conseguir la frondosidad sostenible.

Jard铆n urbano en la actualidad
Como hemos observado, el jard铆n revela los valores imperantes de cada momento y su microcosmos expresa las prioridades de cada 茅poca manifestadas en el tipo de relaci贸n establecida entre naturaleza y ser humano.
El jard铆n en la composici贸n musical
El jard铆n, como lugar de inspiraci贸n trasladado a la partitura, goza de abundante presencia en la composici贸n musical. Compositores, pintores y fil贸sofos se han sentido atra铆dos por reflejar, tanto de forma auditiva, visual o conceptual, la imagen mental sugerida a fin de convertirla en aut茅ntica mediadora que hace pasar por la subjetividad del artista la percepci贸n obtenida del natural.
Naturaleza (jard铆n) y Arte (m煤sica) son dos dimensiones que participan activamente de una propuesta de complementariedad y una estrecha relaci贸n entre ambas asociando el 谩mbito geogr谩fico y el cultural.
El jard铆n forma parte del espacio exterior y puede transportar al ser humano a espacios on铆ricos que predisponen a reflexionar sobre la existencia, el sentido de trascendencia, de origen, de retorno, as铆 como invitar al deleite, al car谩cter de confidencia o al 谩mbito festivo, para establecer un di谩logo con la naturaleza como met谩fora musical y po茅tica.
La m煤sica trata de describir rasgos dominantes de un determinado espacio ajardinado, enviando mensajes auditivos y v铆nculos entre la ficci贸n recreada y la realidad evocada.
Por todo ello, la relaci贸n entre jard铆n y m煤sica apela a la imaginaci贸n del sujeto y, a trav茅s de los est铆mulos sensoriales recibidos, explora las percepciones est茅ticas (vista y o铆do) seg煤n el espacio y el tiempo (lugar y hora del d铆a). Dicha percepci贸n desvela aspectos visuales y auditivos trasladados al 谩mbito musical, para evocar sensaciones del entorno a trav茅s del empleo de timbres, melod铆as, armon铆as y recursos r铆tmicos. Ambos sentidos, en paralelo, potencian la capacidad de generar im谩genes mentales para ilustrar atm贸sferas o estados de 谩nimo.
Compositores de todas las 茅pocas han realizado m煤ltiples b煤squedas para expresar dicha relaci贸n que, tamizada por la propia inventiva, han sido aut茅ntico testimonio de su inspiraci贸n.
1 – Jos茅 Herrando (Valencia 1720-Madrid 1763), violinista, compositor y notable m煤sico del barroco espa帽ol, es muy valorado en las cortes europeas. Trabaja en el Monasterio de la Encarnaci贸n y en el Palacio de Liria, ambos en la ciudad de Madrid. Gana la plaza de M煤sico de la Capilla Real (1760) en el Palacio Real de Madrid, donde permanece hasta su muerte. Rodeado de nobles y reyes acepta encargos bajo sus 贸rdenes durante mucho tiempo. Conoce al cantante Farinelli y a otros m煤sicos, con los que intercambia ideas y sugerencias sobre temas de estilo musical que, posteriormente, refleja en sus obras.
Para Herrando, los jardines son lugar de inspiraci贸n buc贸lica para sus partituras ya que, durante el S.XVIII, la imitaci贸n idealizada de la naturaleza se considera uno de los objetivos a seguir por los artistas. Los compositores tambi茅n se acogen a esta tendencia y tratan de incorporar cantos de aves y otros sonidos de la naturaleza en sus creaciones musicales. As铆, decide escribir una obra donde est谩n reunidos la mayor parte de los sonidos del entorno natural de los jardines del Aranjuez dieciochesco a modo de paseo musical.
Sonata en La Mayor para viol铆n y bajo, titulada 鈥淓l Jardin de Aranjuez en tiempos de primavera, con diversos cantos de p谩jaros y otros animales鈥.
1 鈥 Allegro (Canto del ruise帽or, canario y cuco, con impresiones sonoras de juegos acu谩ticos en las fuentes).
2 鈥 Andante (Ambiente calmado y tranquilo).
3 鈥 Allegro Moderato (Tempestad, canto de codorniz y palomo).
Este jard铆n musical convoca elementos naturales de soporte sonoro para introducir al oyente en un espacio concreto, bajo la voluntad deliberada del compositor, a modo de invitaci贸n para ver con los o铆dos en lugar de ver con los ojos.
2 – Manuel de Falla (C谩diz 1876-Argentina 1946), pianista y compositor, es uno de los m谩s destacados de la primera mitad del S. XX. Estudia en Madrid y Par铆s, donde entabla amistad con Claude Debussy, Paul Dukas y otros compositores de la vanguardia musical como Isaac Alb茅niz, Igor Stravinsky y Maurice Ravel. Despu茅s viaja a Granada y conoce a F. Garc铆a Lorca con quien comparte su inter茅s por el flamenco y el cante jondo. Por 煤ltimo, se traslada a Argentina donde vive hasta su fallecimiento.
Este universal maestro gaditano, de inmenso valor para el patrimonio musical, posee un lenguaje personal e inconfundible que le convierten en una figura poli茅drica con el reconocimiento de p煤blico y eruditos.
En esta obra, sus jardines son descripciones de espacios contemplativos de ext谩tico misticismo donde abundan momentos brillantes, muy expresivos, llenos de ensue帽o, que invitan a penetrar en el misterio del paisaje natural creando atm贸sferas sonoras que seducen desde el comienzo. Estrenada en el Teatro Real de Madrid (9 Abril 1916), con el solista Jos茅 Cubiles y el director de orquesta Enrique Fern谩ndez Arb贸s, est谩 dedicada al pianista Ricardo Vi帽es.
Noches en los Jardines de Espa帽a (Impresiones Sinf贸nicas para piano y orquesta).
Describe tres jardines:
1 鈥 En el Generalife (Jard铆n del Arquitecto, en el Palacio de la Alhambra granadina).
2 鈥 Danza lejana (Jard铆n no identificable, de ambiente sonoro inquietante, invitando a la magia con enigm谩ticos acordes).
3 鈥 En los jardines de la Sierra de C贸rdoba. (Ambiente festivo con final sosegado y sereno que camina hacia el silencio de la calidez nocturna con sonido extinguido).
Durante un tiempo, el fil贸sofo suf铆 Ibn Masarra (C贸rdoba 883-931) vive en dicho lugar y escribe la obra titulada 鈥淎ben Masarra y su escuela: Or铆genes de la Filosof铆a Hispano-Musulmana鈥, cuya publicaci贸n aparece dos a帽os antes de esta composici贸n de Falla, por lo que es probable que el compositor ya la conociera.
3 鈥 Albert William Ketelbey (Birmingham 1875-Isla de Wight 1959), pianista, compositor y director de orquesta, es conocido por el p煤blico continental como 鈥淓l Strauss ingl茅s鈥. En su 茅poca, goza de gran popularidad, con amplia variedad de estilos y un repertorio de renombre mundial. Tiene mucho 茅xito, graba sus partituras con frecuencia y sus ingresos econ贸micos alcanzan un enorme volumen. Es el primer compositor millonario de Gran Breta帽a.
En el Jard铆n de un templo chino. (In a Chinese Temple Garden, subtitulada An Oriental Phantasy, Una Fantas铆a Oriental, en Mi menor).
Esta obra orquestal est谩 escrita como una fantas铆a, es decir, tiene una forma musical libre y raps贸dica que se distingue por su car谩cter imaginativo m谩s que por una estructura r铆gida de los temas. Todo ello, permite al compositor relajar las restricciones inherentes a otras formas como la fuga o la sonata, sujetas a normas m谩s estrictas en la composici贸n. De todas maneras, dicha forma est谩 abierta a incorporar diferentes estilos.
Destacan la intervenci贸n de los instrumentos de percusi贸n metal como campanas, campanas tubulares, gongs de diversos tama帽os y platillos; de percusi贸n madera como el xil贸fono y bloques de madera; por 煤ltimo, de percusi贸n membrana como los tambores en sus diversos tama帽os.
Escribe las melod铆as con escala hept谩fona (siete notas) y, en algunos pasajes, escala pent谩fona (cinco notas), muy habitual en Oriente. Combina las armon铆as, influidas de cierto exotismo musical, con acordes tonales del estilo rom谩ntico europeo lo que despierta inter茅s y motiva la escucha por su vivacidad en el tratamiento compositivo.
4 鈥 Joaqu铆n Rodrigo Vidre (Valencia 1901-Madrid 1999), pianista y compositor espa帽ol. Cuando contaba tres a帽os y como consecuencia de una infecci贸n de difteria, pierde parcialmente la vista, circunstancia que le condiciona para decidir su orientaci贸n profesional en el 谩mbito musical. Desde el principio, escribe sus trabajos en Braille que despu茅s transcribe su ayudante. Obtiene muchos premios y es reconocido a nivel internacional.
En Barcelona (1940), tiene el estreno mundial del Concierto de Aranjuez para guitarra y orquesta, ejemplo definitivo de su personalidad musical que le otorga fama universal. A lo largo de su carrera, hace varias aportaciones al repertorio para guitarra y logra su consagraci贸n como instrumento de concierto. A petici贸n de Nicanor Zabaleta, adapta dicho concierto para arpa y orquesta.
Posteriormente, compone otra obra dedicada al jard铆n, como recuerdo de su infancia, en la que incluye varias Berceuses.
M煤sica para un jard铆n (1957), obra orquestal.
1 – Preludio
2 – Berceuse de Oto帽o.
3 – Berceuse de Invierno.
4 – Introducci贸n de Berceuse de Primavera.
5 – Berceuse de Primavera.
6 – Berceuse de Verano.
7 – Postludio.
Berceuse, es un t茅rmino franc茅s cuyo significado es Canci贸n de Cuna o Nana, destinada a acunar a un beb茅 o ni帽o y ha sido interpretada con intensidad expresiva desde tiempos inmemoriales. En la edad temprana, es una primera manifestaci贸n musical natural que favorece el sue帽o y refuerza el v铆nculo afectivo, cuya melod铆a y texto fomentan el di谩logo interpersonal y pueden alcanzar un elevado grado de contenido po茅tico.
La canci贸n de cuna, tanto con temas profanos como religiosos, derivada de la tradici贸n de los pueblos o de creaciones art铆sticas de grandes compositores suscitan gran fascinaci贸n. En el Renacimiento encuentra cabida en la m煤sica culta o cl谩sica, bien en forma de transcripciones y armonizaciones directas o bien reproduciendo una sonoridad popular en composiciones de nueva creaci贸n. En el Romanticismo, su empleo es caracter铆stico por su car谩cter tierno, tranquilo y sencillo muy agradable al o铆do humano. Listz es pionero en la utilizaci贸n de esta forma. Despu茅s, Chopin (Berceuse, Opus 57), Stravinsky (El p谩jaro de fuego), Bernstein (West Side History) y Falla (Siete canciones populares espa帽olas) las incluyen al igual que otros compositores posteriores. Generalmente, tiene comp谩s ternario que induce a la calma para favorecer un sue帽o reparador y pl谩cido donde convergen reposo y descanso.
5 – Einojuhani Rautavaara (Helsinki 1928-Helsinki 2016) es uno de los compositores m谩s importantes de Finlandia. Tiene una obra extensa y variada, donde incorpora melod铆as populares de su pa铆s con muchos tipos de formas y estilos. Al comienzo de su carrera, experimenta con t茅cnicas seriales que despu茅s abandona y, en sus 煤ltimos trabajos, emplea algunos elementos m铆sticos de belleza austera. Escribe varias 贸peras biogr谩ficas como la titulada Vincent, basada en la vida del pintor Vincent Van Gogh o Rasput铆n, dedicada al polifac茅tico y controvertido personaje ruso relacionado con la familia Romanov.
Autumm Gardens (1999).
I 鈥 Po茅tico. (Invitaci贸n a la introspecci贸n).
II 鈥 Tranquilo. (Ambiente sosegado).
III 鈥 Giocoso e Leggiero. (Alegr铆a equilibrada).
Es una de las obras m谩s interpretadas de este m煤sico. Compara la composici贸n musical con la jardiner铆a, ya que en ambos procesos se observa y controla el crecimiento org谩nico en lugar de construir o ensamblar componentes existentes. Las melod铆as se asemejan a los jardines ingleses en cuanto a crecimiento libre, a diferencia de aqu茅llos otros que est谩n podados con severidad geom茅trica y detallada precisi贸n. A trav茅s de sus tres movimientos, el compositor transmite subjetividad y emotividad que alcanza con el empleo de un lirismo intenso e innovador.
6 鈥 Toru Takemitsu (Tokio 1930-Tokio 1996) guitarrista, pianista, compositor, pedagogo e int茅rprete. Explora los principios de la composici贸n de la m煤sica cl谩sica occidental y la m煤sica tradicional japonesa. Est谩 influido por Sch枚nberg, Berg, Webern, Messiaen, Stravinsky y John Cage con quien trabaja conjuntamente. En m煤ltiples ocasiones es galardonado y, a t铆tulo p贸stumo, le conceden el IV Premio Glenn Gould. Tambi茅n escribe m煤sica para Bandas Sonoras de varias pel铆culas como RAN de Kurosawa o Rising Sun de Kaufman.
Es el primer compositor japon茅s plenamente reconocido en el 谩mbito occidental y para muchos establece, desde una perspectiva contempor谩nea, un importante discurso est茅tico musical entre Oriente y Occidente.
A trav茅s de sus obras, transmite el aprecio por los jardines y gozar de los paseos por los senderos, con pasos lentos, sin ritmos agresivos, en silencio, para contemplar la belleza y los cambios sonoros sin apresuramientos. De esta forma, intentar establecer una aut茅ntica, respetuosa y profunda relaci贸n con el medio.
Un reba帽o desciende por el Jard铆n Pentagonal (A flock descends into the Pentagonal Garden, 1977). Obra orquestal.
Consta de un 煤nico movimiento desarrollado con diferentes timbres, texturas, din谩micas, ritmos, melod铆as y armon铆as de estructura contempor谩nea. Un solo sonido, agudo o grave, puede significar un cambio de direcci贸n de lo m谩s dram谩tico consiguiendo que las relaciones entre sus alturas resulten matices intensos, cambiantes y sutiles. Aunque el o铆do humano, en algunos momentos, puede rechazar este tipo de expresi贸n musical por la tensi贸n generada con acordes disonantes, posee un estilo muy personal y su escucha resulta, ante todo, una aventura sonora que sorprende y capta la imaginaci贸n. A trav茅s de los contrastes entre potentes silencios y el universo pentat贸nico, intenta reflejar la arquitectura paisaj铆stica del jard铆n japon茅s.
Por lo expuesto, consideramos que la relaci贸n entre Jard铆n y M煤sica estimula el proceso creativo y expande sus l铆mites a la intervenci贸n de complejos mecanismos psicoemocionales que ampl铆an el patrimonio cultural de los sentidos. Por tanto, conocer y conservar el entorno natural al igual que valorar la aportaci贸n de los compositores con sus obras musicales, es tarea fundamental para alcanzar el goce est茅tico como objetivo de toda experiencia art铆stica.
Por M陋 Soledad Cabrelles Sagredo. Doctora en Filosof铆a y CC.Educaci贸n. Titulada en M煤sica.
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Mi amiga del alma cada vez me sorprende m谩s. Maravilloso art铆culo brillante y emocionante, lleno de sabidur铆a y sensibilidad
Muy interesante la relacion e influencia entre la belleza f铆sica de un paisaje y la emocional de una creaci贸n art铆stica musical.
Me parece muy interesante la relaci贸n que se establece entre dos creaciones humanas, el jard铆n y la composici贸n musical. Aunque hayamos escuchado composiciones musicales relacionadas con la naturaleza no hab铆a logrado establecer, como hace la autora, la profunda relaci贸n que existe entre ambas. Me ha ayudado a reflexionar sobre un tema tan atrayente. Mi m谩s sincera felicitaci贸n por este art铆culo tan profundo como ameno.
El contenido del art铆culo aborda un tema desconocido para la mayor铆a de lectores. Eso s铆, su riqueza conceptual es tan grande, que, para los profanos en el tema, entre los que me encuentro, resulta necesario no s贸lo una lectura pausada, sino acaso una relectura.
En un ligero apunte hist贸rico, nos lleva desde los jardines de la legendaria Semiramis, que los griegos consideraron una de las siete maravillas del mundo, hasta la actualidad.
Su distinci贸n entre elementos tangibles e intangibles es un primer avance de la complejidad del tema y, cuando trata el tema de la m煤sica inherente a lo que podemos llamar un jard铆n edenico nos entusiasma de tal manera, que ya no podremos concebirlo como un simple amontonamiento de plantas con m谩s o menos gusto, sino como una obra de arte, objeto de la labor de grandes arquitectos y de inspiraci贸n de musicos geniales.
Desde luego, uno de los valores fundamentales del art铆culo es el saber despertar nuestra admiraci贸n por los jardines y suscitarnos muchas preguntas. El budismo zen no es ajeno a este tipo de cuestiones.
Maravilloso art铆culo que abre nuevas perspectivas, que seguramente ser谩n complementadas – as铆 lo deseamos – con futurod art铆culos sobre el tema.
Me parece el art铆culo relacionado con la m煤sica en los jardines ( en la naturaleza en definitiva ) de una calidad exquisita鈥 Como pone Soledad en todos sus art铆culos relacionados con la m煤sica鈥 Es algo que ella vive intensamente ya que lo deja entrever en todo lo que escribe sobre estos temas鈥! Muy interesante la exposici贸n que te transporta a esos lugares id铆licos en los que la m煤sica y la naturaleza, te envuelven en un momento de bienestar que se agradece en estos tiempos tan convulsos en lo que lo material nos tiene atrapados y nos cierra los ojos para disfrutar de esta calma que nos regala la naturaleza鈥! Gracias Soledad por esta maravilla de trabajo que has hecho鈥! Sigue haci茅ndonos part铆cipes de esta maravilla de relatos y que la m煤sica y la calma del paisaje, nos acompa帽e en este nuevo a帽o鈥!
Magn铆fico y did谩ctico art铆culo en el que la autora nos adentra en la magia sonora de los jardines. Ya los 谩rabes dec铆an que el jard铆n hab铆a de tener olor, color y sabor, a ello habr铆a de a帽adirse el sonido, puesto que es inconcebible el disfrute y deleite de un jard铆n sin el sonido del ambiente que no es si no la m煤sica de la naturaleza.
Si ya de por si las composiciones que nos muestra la autora son verdaderamente deliciosas, escucharlas tras sus explicaciones las convierten en aut茅nticas exquisiteces.
Es un lujo disfrutar de disfrutar del ensayo de Soledad Cabrelles . Siempre ,he sentido el deseo de aprendizaje del disfrute musical , esto llega atraves del conocimiento . La exposici贸n y ense帽anza con ejemplos pr谩cticos es magnifica, ayuda much铆simo a su compresi贸n. Llena un nicho para los iniciados , que agradecemos y que esperamos siga la autora proporcion谩ndonos ,para seguir andando por esos caminos , que nos proporciona esos disfrutes .
Gracias de todo coraz贸n por el esfuerzo y la generosidad de darnos tu conocimiento
Mis felicitaciones a Soledad !! Siempre escribe con amor, sensibilidad y sabidur铆a.
La conexi贸n que existe entre los jardines de la naturaleza que nos rodean y la m煤sica.
Muchas veces cuando paseo y escucho cantar a los p谩jaros, el silvido del viento, cuando las gotitas de la lluvia cae sobre mi paraguas, cuando las ojas secas del oto帽o movidas por el aire me parece que bailan al son de la m煤sica. Son tantos momentos lindos que me recuerdan a Soledad y a sus lindos y laboriosos art铆culos. Un saludo y enhorabuena.
Siempre que leo un art铆culo de esta maravillosa autora me sorprende porque yo que soy profana en la materia aprendo montones de cosas.
Que bien se pasa leyendo todo lo que escribe y escuchando la m煤sica tan bonita que lo acompa帽a
Enhorabuena, es una maravilla y me ha encantado. Felicidades
Maravilloso ensayo sobre los jardines a lo largo de la historia y la relaci贸n musical. Da gusto apreciar la profundidad del estudio y el gran conocimiento que transmite.
Magn铆fica y did谩ctica exposici贸n de la autora , como nos tiene acostumbrados, en la cual nos traslada desde la antig眉edad hasta nuestros d铆as, explic谩ndonos la maravillosa conexi贸n entre m煤sica y naturaleza.
Mi querida y admirada Soledad:
Siempre es un lujo disfrutar de tus ensayos y conferencias y, en esta ocasi贸n, dir铆a de una clase magistral capaz de despertar las sensibilidades mas dormidas.
Es aprender a disfrutar del ruido silencioso del agua y los elementos de la naturaleza y transformarlos en arte.
Es la inspiraci贸n para los creadores.
Es, en definitiva, una maravilla..
Me ha parecido un articulo muy interesante y didactico. Se ve que la autora tiene un conocimiento muy profundo del tema y a la vez lo expone de forma muy amena para los lectores que tenemos un conocimiento mas superficial. He disfrutado mucho con la lectura por lo que doy las gracias a la autora, que nos permite ampliar nuestros conocimientos. Felicidades.
Interesante art铆culo describiendo la historia de los jardines a trav茅s de los siglos con seis ejemplos de obras de diferentes compositores de los siglos XVIII, XIX y XX inspiradas en los sonidos que se pueden escuchar en ellos. Los ejemplos y su descripci贸n son muy acertados de forma que anima escucharlos y da pena que no haya alguno m谩s. Felicidades y gracias.
Bell铆sima, espl茅ndida y acertada descripci贸n de la simbiosis entre m煤sica y naturaleza. Derrocha sensibilidad, exquisitez y buen gusto por doquier.
Me ha encantado tan brillante y magn铆fica composici贸n.
!!! Felicidades Susana !!!
Un saludo Maleny
Me encanto la descripci贸n que haces de los jardines y como han sido inspiraci贸n para muchos compositores.
Gracias por compartir tus ideas y espero leer mas de tus trabajos en el futuro.
Saludos. Paloma
Una pasada el art铆culo, me quedo con la frase:
芦Siempre ha resultado un intento dif铆cil retener un perfume, al igual que pretender congelar en el aire una nota musical, ambos poseen la caracter铆stica de ser ef铆meros.禄
Me parece una met谩fora de la vida misma, de la historia o de la propia humanidad… todo es ef铆mero. Para mi el tiempo es relativo, y concepto de ef铆mero se distorsiona en funci贸n de la variable tiempo. La comparativa entre olfato, oido, nota, perfume, y a trav茅s de la visi贸n distorsionada del tiempo me gusta.
Por otro lado para poder valorar el art铆culo lo tendr茅 que leer y escuchar varias veces, tiene mucha informaci贸n y muy concentrada, y se agradece el lenguaje que se utiliza se ve que hay un marcado car谩cter did谩ctico, que no quiere enrevesar con el lenguaje la informaci贸n, sino que simplemente quiere que llegue.
No me quiero ni imaginar la de horas que te ha llevado hacer el art铆culo, por cierto, me he tomado la licencia de compartirlo en un grupo de Santa Eugenia Verde, creo que da una visi贸n diferente de como disfrutar los jardines y espacios verdes, ademas de que no solo lo abordas desde una 贸ptica musical… creo que les va a gustar a mucha gente y que puede abrir espacio a la reflexi贸n.
Gracias por compartir, le echare un ojo al resto de la web.
!Excelente trabaj贸!
En muy pocas ocasiones se encuentra la oportunidad de disfrutar con un trabajo tan bien estructurado, tan rigurosamente redactado, con tanta sensibilidad y con el apoyo (por si fuera poco) de muy bien elegidos documentos sonoros. Enhorabuena.
Estimada Mar铆a Soledad: El presente ensayo es, en mi opini贸n, un perfecto ejemplo de rigor intelectual, sensibilidad art铆stica y planteamiento did谩ctico. Enhorabuena, Marisol. Un abrazo