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Carmen Linares: 40 años de Flamenco. Palacio de Festivales 16 de agosto

En el caso de ser una cantante de ópera o lied, incluso de clásica contemporánea estaríamos hablando de “La Gran Dama” Carmen Linares. No pasa lo mismo con las músicas tradicionales y populares en toda Europa y USA. Son como mucho “Doña”, nada mal, pero a todas luces tratamiento insuficiente para alguien de su trayectoria, talla artística y sabiduría.

Lleno total para escucharla en un recital sobrio pero muy pensado –gran repertorio- y magníficamente ejecutado, interpretado. Es la segunda vez que la escucho y ya espero poder asistir una tercera lo antes posible. Una lección de ser y estar en un escenario.

Con un acompañamiento muy bien escogido: voces, palmas, guitarras, piano, baile… y sonido, parte fundamental por la complejidad de sonoridades en juego. Nos ofrece un repertorio que va desde los cantos populares a la música creada para grandes poetas españoles del siglo XX: Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Lorca o artistas de la talla de Paco de Lucía, Enrique Morente, Violeta Parra y Mercedes Sosa.

¿Quién puede elegir mejores ingredientes? El problema está en “cocinarlos”. No es el caso, es sabia, tiende a ser ajustada en sus tonadas y certera en los tonos e instrumentos elegidos. Lo que hace que la más de hora y media de recital pase en un segundo. Hace tiempo que no escuchaba algo tan eficaz, no sobra ni falta ningún color en su paleta vocal y musical.

Pude hacerle unas preguntas sobre su trayectoria que traslado a los lectores, agradeciendo su amabilidad.

Doce Notas: Paco de Lucía, Morente, José Mercé, Tomatito…usted habita en el Olimpo del Flamenco. ¿Qué quiere aportar a ese Olimpo?

Carmen Linares: Estos que nombra son unos genios, unos artistas geniales, son la prueba de que el Flamenco es universal ya. Son una generación que ha roto barreras, han conseguido hacer evolucionar el estilo frente a la ortodoxia. Yo comparto con ellos el sentimiento de una generación que quiso vivir su tiempo. Han -hemos- aportado fundamentalmente “verdad” y “amor al Flamenco” siempre con la premisa de la calidad.

DN: “Antología de la Mujer” tituló un disco. ¿Cuál es la importancia de la mujer en el Flamenco?

CL: Poner su figura en igualdad con el hombre en el cante y en el baile, cada vez más a la guitarra. Aporta sentimiento personal y sensibilidad, partiendo siempre del trabajo personal y buscando la sabiduría. Por ejemplo, las nanas, aportan sentimiento, arrojo, valentía para hacer recreaciones con su propio sello personal.

DN: Poesía y Flamenco. Relaciones.

CL: Tengamos en cuenta que las letras populares en un verso condensan una vida. Pero en 1922 Lorca y Falla organizan unas jornadas que ya analizaron esta relación, que ha ayudado a conseguir una gran difusión para el arte del Flamenco. Morente nos trajo a Lorca, pero también a Hernández y a Machado. Después llegarían Juan Ramón Jiménez o Ángel Valente a ser cantados. Todo suma.

DN: ¿El Flamenco es ya un estilo “clásico”?

CL: Como dije antes es un arte universal, representa de forma visceral a un pueblo. Hay que fomentar su conocimiento y llegar a sus raíces. Avanzar en su diversidad, conocer las diferencias, manejar sus códigos. Con otros estilos –por ejemplo, el jazz- debe aportar “verdad” y reflejar el dolor y “la fatiga” de sus gentes, compartimos además cierto grado de improvisación.

DN: Acapara premios y menciones, ¿Cuál le falta? ¿Cuál desea con más ilusión?

CL: Se agradecen los premios, es el reconocimiento de la aportación a un arte. Agradezco especialmente el Princesa de Asturias por las palabras de Leonor, pero el “gran premio” no me falta: el cariño y reconocimiento del público allí donde va. Y aunque sea un poquito contribuir a que el mundo sea mejor.

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Orquesta Sinfónica del Estado de São Paulo. Brasil. Dirigida por Thierry Fisher. Palacio de Festivales 17 de agosto. Programa: Heitor Villalobos, Uirapuru; Edgar Varese, Ameriques; Richard Strauss, Sinfonía Alpina

Otro lleno casi total para escuchar una de las actuaciones centrales de este 73 Festival. Sao Paulo es uno de los estados brasileños que más cultura y más música irradian al mundo entero. Gran orquesta y no solo por las dimensiones, casi ciento cuarenta músicos, al menos veinte de ellos de la OSCyL. Magnífica colaboración. Además, pude saber que Santander es quizá el único lugar donde se harían las tres obras, casi dos horas de música como poco impactante.

La primera obra – Uirapuru- solo la había escuchado en disco, otras ideas, otras sonoridades, otro fraseado y otros ritmos aunque dentro de los parámetros de la música clásica occidental nos trajo esta composición del brasileño. Otra luz, otros colores y sabores. Magnífica entrada.

La segunda obra –Ameriques- del francés emigrado a USA Edgar Varese – descuide el lector, no voy a hablar hoy de Zappa- es de tal magnitud sonora que con citar a John Cage es suficiente: Varese introdujo “el ruido” en la música. Suficiente para imaginar el cluster musical, sonoro, social, cultural, industrial, ambiental, político…con que nos enfrenta Varese ya en los años 20-30, tres años le llevó la partitura, de este monumento sonoro del s XX.

Se emplearon a fondo orquesta y director: precisión, gestos, evocación…Fisher más que dirigir la pieza “la baila”…es lo suyo. Un gran momento.

Segunda parte: Richard Strauss, Sinfonía Alpina. Un despliegue de ambientes, emociones y sonoridades, una gran panoplia de sonidos que deben evocar paisajes y circunstancias muy concretas, incluso atmosféricas – tormenta-. Uno de los hitos de la música programática, todo está justificado en el objeto/hecho que inspira cada pasaje musical: caminando junto al arroyo, cascada, prados floridos, pastos, glaciar, niebla, calma antes de la tormenta, temporal y tormenta…literalmente les vives. Un gran logro de un autor de la música europea del siglo XX con su punto de controversia por su silencio frente al Führer. Momentos vitales y sociales muy complicados.

Con estos dos conciertos y el goce de la lluvia del Cantábrico con veinte grados en el ambiente tocaba hacer la maleta y volver a casa, queda mucho festival pero las obligaciones son las obligaciones. Hasta la 74 edición que seguro ya está delineando.

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