Doce Notas - docenotas.com - m�sica y danza

Blanca Li ha destacado esta mañana en la presentación que se trata de una programación “abierta a todos, en la que cada ciudadano encontrará espectáculos a su gusto y que le permitirá abrirse a otros gustos y sensibilidades, alentando su curiosidad, fomentando el diálogo multicultural y transgeneracional a través de un conjunto de propuestas que tienen como único denominador común una extraordinaria y rigurosa calidad en forma y fondo”.

El espacio de la danza

Impermanence.Sydney Dance Company. Rafael Bonachela © Pedro Greig

Entre los 31 espectáculos de danza que se proponen esta temporada, la aportación nacional coreográfica cuenta con dos estrenos absolutos: Vav, de Daniel Abreu, que, como en trabajos precedentes, baila a partir de términos amplios y polisémicos. Su nueva pieza surge desde una definición del amor. El otro estreno absoluto es Muerta de amor. En palabras de su creador, el coreógrafo y bailarín Manuel Liñán, la obra es “un archivo de los amores que han alterado mi cuerpo impulsando mi baile hacia nuevas direcciones”.

El Ballet Nacional de España exhibe La Bella Otero, una reflexión sobre el maltrato, la ambición, el éxito, la incapacidad de amar y la soledad. Cuenta la intensa vida de una de las más famosas e influyentes bailarinas de finales del siglo XIX, Carolina Otero.

Otros nombres destacados de la danza española que se darán cita en Teatros del Canal la próxima temporada son La Ribot (DIEstinguished), Sol Picó (con Charlotta Öfverhol y Natsuki en Titanas, el arte del encuentro) y Lucía Lacarra con Matthew Golding en Lost Letters (Cartas perdidas).

La danza teatro aporta una de las propuestas más estimulantes de la temporada: Kill me (2024), la continuación de Love me (2020) y Fuck me (2022), de la creadora argentina Marina Otero: un diario del tiempo en que se mudó a Madrid para representar sus dos primeras obras, y en el que la enfermedad psíquica trastocó su vida.

En el terreno de la danza española y flamenco, contaremos con la nueva propuesta de Olga Pericet, Materias Cap II. De la Leona a la Invencible, donde continua con la investigación sobre la corporalidad, y con el espectáculo Debajo de los pies, de Eduardo Guerrero, que fusiona su talento en la danza española aprovechando la dramaturgia y la colaboración del director teatral Mateo Feijoo.

El Centro Coreográfico Canal y su interés por fomentar la creación en todas las danzas propicia el ciclo Canal Baila, a través de sus diez residencias de creación, que se presentan en la Sala Negra. Entre las propuestas, tenemos también flamenco y danza española, por parte de la joven coreógrafa Cristina Cazorla, que estrena Madrileña, un paseo por su ciudad natal, sus costumbres y su esencia, y Alfonso Losa, con Exento, donde desciende a los sustratos más profundos y al origen de la emoción flamenca para intentar contarla de un modo diferente al arquetipo. El colectivo Danzarte parte de los versos del poema Lo imposible de Miguel Hernández para homenajear desde la danza el legado poético del escritor de Orihuela con motivo del 80 aniversario de su muerte.

El resto de propuestas de este ciclo de 10 nuevos espectáculos de danza bajo el sello Creación Canal lo completan Atraspasar, de Elephant in the Black Box (dirigida por Jean-Phillippe Dury); Visillo, de Baldo Ruiz y Paloma Calderón; Lo que ocurre en un instante de Jesús Benzal; He aquí un acto romántico, de Richard Mascherin; salVA del colectivo HURyCAN; Imaginario Corporal: Efecto Migratorio de los bailarines Poliana Lima, Carlota Berzal, Cristóbal Santamaría y Ricardo Mena; y por último Solas, de Candela Capitán, que investiga a las mujeres en la soledad de su intimidad, y su relación con las redes sociales. Estos ciclos se completan con los ensayos abiertos al público de las veinte compañías en residencia de investigación.

Dentro de la programación internacional de danza que presenta Teatros del Canal, destaca la coproducción internacional en la que participan también estos Teatros, S 62° 58’, W 60° 39’, de una de las compañías más importantes y significativas de la escena europea, Peeping Tom. Esta propuesta recrea, con el apabullante estilo visual del grupo belga, un desierto ártico, donde ha encallado un barco y plantea una reflexión sobre un mundo plagado de guerras, inflación, cambio climático y una creciente crisis energética.

La Sydney Dance Company, bajo la dirección artística del barcelonés Rafael Bonachela llega a Madrid por partida doble, con ab [intra] e Impermanence. Si la primera viaja a través de la intensidad de la existencia humana explorando los instintos primarios de la humanidad, sus impulsos y sus respuestas viscerales, la segunda es una exploración, también visceral y emocionante, sobre la yuxtaposición de belleza y devastación.

En 13 Tongues, el director artístico de la compañía taiwanesa Cloud Gate, Cheng Tsung-lung, traslada al escenario su fascinación por un legendario contador de cuentos de Taipei, conocido como Trece lenguas.

De Australia llega Manifesto, último trabajo de Stephanie Lake, una de las más importantes coreógrafa de danza australiana de la última década. En el montaje que estrena en Teatros del Canal, reúne a nueve bailarines que se mueven al ritmo del sonido crudo y sin amplificar de nueve baterías.

El mago de la danza Saburo Teshigawara trae a Madrid el programa doble que ha concebido para el Ballet Basel, con Metamorphosis y la creación de una pieza específica para esta compañía, Verwandlung, impresionante interacción de luz, sonido, danza y cuerpo.

Y de Países Bajos procede el poético drama amoroso Unseen, último espectáculo de la Jakop Ahlbom Company. Está parcialmente inspirado en la película coreana Bin Jip de Kim Ki-Duk, y revela la pasión del director de escena Ahlbom por los mundos escurridizos y surrealistas, teñidos de humor.

Propuestas musicales

Quatour Ardeo & Vasilena Serafimova – © Franziska Strauss

La música, con 22 conciertos, mantiene su presencia en la programación de 2023-2024 de Teatros del Canal, con conciertos de muy distinto tipo. Las Noches del Canal servirán para este propósito, pero sobre todo la Sala de Cristal, la última en incorporarse, que abrió la pasada temporada a modo de prueba y que consolidará sus ciclos de jazz, música electrónica, pop, rock y trap, flamenco y otras propuestas híbridas.

El público madrileño podrá disfrutar de la primera ópera compuesta por una mujer, la italiana Francesca Caccini, con el título La liberazione di Ruggiero dall’isola d’Alcina, que cuenta con dirección musical de Aarón Zapico y de escena a cargo de la propia Blanca Li. El espectáculo, una nueva producción del Teatro Real en coproducción con Teatros del Canal, se enmarca dentro de los estrenos de la temporada del Teatro Real.

La apuesta de teatro lírico se completa con la zarzuela contemporánea El Orgullo de Quererte, de Javier Carmena y con libreto de Felipe Nieto, estrenada en la temporada 22/23 en versión de concierto, que ahora se estrenará en versión escénica.

También destacan especialmente los diez conciertos de música clásica, con el pianista Abel Sánchez Aguilera y un monográfico dedicado al japonés Kaikhosru Shapurji Sorabjcon; la violinista Isabel Villanueva y el Dúo Mateo / Miralles, con un concierto de canción francesa. El Ensemble Praeteritum presenta un programa sobre Richards Strauss y Schöenberg, música contemporánea a la que también dedica su concierto el ESB Quintet-Ensemble Soinuaren Bidaia, mientras que la violinista Iris Azquinezer alterna sus composiciones con las de Juan Sebastián Bach.

Thibaut García se inspira en la obra Vuelo de noche, de Saint-Exupéry, para su recital, y el vibrante contratenor Samuel Mariño incursiona en el barroco y el clasicismo en su concierto con la Orquesta de Versalles. El bloque internacional de música clásica lo completan la Bayerische Kammerphilharmonie, con piezas de Weinberg y Shostakovitch, y el Quatour Ardeo de París junto a la percusionista búlgara Vassilena Serafimova.

En los seis conciertos de música electrónica, la paleta melódica abarca desde el mexicano Murcof, con su música electrónica abstracta y minimalista, a los paisajes sonoros de la artista visual y compositora francesa Chloé; la hibridación de raíces, sonidos étnicos y ritmos electrónicos del colectivo franco-argelino Acid Arab y la música sutil y detallista del compositor y videoartista alemán Frank Bretschneider. Además, Dasha Rush, artista rusa afincada en Berlín, y uno de los talentos emergentes del techno mundial, presentará su primer espectáculo Hypothetically Personal Live A/V y Byetone, nombre del proyecto en solitario de Olaf Bende, nos traerá sus imágenes abstractas como soporte de piezas musicales.

La música nacional será la gran protagonista de la Sala de Cristal: al hilo de la realidad musical española, este espacio viene a suplir, según la directora Blanca Li, “a los espacios madrileños para programación musical, esos clubes y salas de música que han mermado con los años, y es nuestra responsabilidad añadir un lugar que recoja todas las propuestas”. Dedicada al flamenco, al jazz y la música electro-pop-rock, con el propósito también de atraer al público más joven a los Teatros. Este año, los viernes de este primer trimestre de la temporada, contarán con un ciclo de música urbana: hiphop y trap en colaboración con la Fundación SGAE.

Clásicos y contemporáneos teatrales

Grandes nombres de la escena nacional e internacional mostrarán en 30 espectáculos el vigor del teatro contemporáneo en su multiplicidad de expresiones.

Tres montajes nacionales revisitan el acervo de dos clásicos universales: William Shakespeare y Lope de Vega. Del primero Andrés Lima dirige La comedia de los errores, la que probablemente sea la primera comedia del bardo inglés. En una versión de Albert Boronat, cuenta con un reparto de seis actores encabezados por Pepón Nieto. Y la Fundación Siglo de Oro y Cervantes Theatre de Londres propician los estrenos absolutos de sus versiones de La francesa Laura, una obra inédita cuya autoría acaba de descubrirse, Yo he hecho lo que he podido y Fortuna lo que ha querido, del Fénix de los ingenios.

El dramaturgo, poeta, narrador, traductor y profesor de escritura dramática Albert Tola firma Las noches malas de Amir Shrinyan, una obra sobre un joven que pide asilo político alegando su homosexualidad, perseguida en su región de origen, Oriente Medio.

La tierra no nos pertenece, recuerda Rulo Pardo, autor y director de Polar (estreno en Teatros del Canal), una comedia trágica en la que tres historias cómicas están unidas por un accidente ecológico.

El actual responsable del Festival de Otoño Alberto Conejero es el autor de En mitad de tanto fuego, protagonizada por Rubén de Eguía y dirigida por Xavier Alberti, que parte de la Ilíada de Homero y otros textos acerca del deseo, la guerra, la deserción, el poder, la violencia, la patria… a partir del personaje de Patroclo, compañero de armas y amante de Aquiles.

Un segundo recital de actor, Raúl Tejón, protagoniza otro de los estrenos absolutos, Barrabás, sobre la figura bíblica. Escrito por Richard France, la obra es un retrato de un luchador judío contra la opresión romana, cuya vida discurre en paralelo con la de Jesús de Nazaret. Y un tercer solo lo aborda la actriz Vicky Luengo en el retrato de mujer de Prima facie, de la australiana Suzie Miller, espectáculo que inaugurará la temporada el 31 de agosto.

La Compañía exlímite estrenará su cuarta obra, Ficciones, que reflexiona sobre la naturaleza de la ficción y trata de revelar qué hay tras los discursos que consumimos, los personajes que representamos y aquello en lo que decidimos creer.

A modo de homenaje póstumo, los Teatros acogerán Sibaris, la única obra teatral del escritor de novela negra Domingo Villar, recientemente fallecido. Una comedia criminal dirigida por Carlos Blanco.

Entre el talento internacional que visitará los Teatros del Canal, el dramaturgo y director canadiense Wajdi Mouawad, que presentará Mère, tercera obra del ciclo Domestique. A partir de elementos autobiográficos, Mouawad dirige una ficción en la que la mirada de un niño de 10 años observa la historia de una familia que huye de la guerra civil libanesa y se exilia en París.

De ese agitador teatral italiano que es Pippo Delbono llega Amore, una incursión en el mundo portugués y en el de sus poetas, cuyas palabras guían un viaje lírico y musical a través de una geografía exterior -Portugal, pero también Angola, Cabo Verde- y una interior, la de las cuerdas del alma que vibran al menor golpe de la vida, siguiendo las huellas del término amor.

Otro creador italiano, Fabio Condemi, pujante joven renovador de la escena de su país, rescata una de las obras teatrales del genio de Pier Paolo Pasolini: Calderón, tragedia en verso que utiliza La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, como excusa para retratar la España franquista de los años 60, entre resistencias revolucionarias y lógicas de poder que parecen no dejar otro espacio para la libertad, que en los sueños o en la pintura de Diego Velázquez.

Calderón forma parte del proyecto europeo de producción y distribución Próspero, que también ampara Hedda, una variación contemporánea de Hedda Gabler, de Henrik Ibsen concebida y dirigida por la belga Aurore Fattier.

De Rumanía procede la versión que el prestigioso director británico Declan Donnellan ha acometido con el Teatrul National Marin Sorescu de Edipo rey de Sófocles, una tragedia que, como todas las tragedias, afirma Donnellan, “no trata sobre los héroes, sino de la gente común”.

Especialmente significante será Ubu de uno de los maestros del teatro mundial, Robert Wilson. La pieza se inspira en Ubu Rey, escrita por Alfred Jarry, una crítica a la guerra y al totalitarismo con un protagonista grotesco y dictatorial que sigue tan vigente hoy como cuando fue creada en 1896.

El dramaturgo y director de origen ruso Alexander Zeldin, uno de los referentes europeos actuales, compendia en The Confessions la vida de una mujer australiana (su propia madre) y la del país en los últimos 80 años.

Otro retrato de mujer es Angela (a strange loop), una meditación de la directora alemana Susanne Kennedy y el artista multimedia Marcos Selg sobre la enfermedad y la pertenencia a través de situaciones cotidianas.

Temas de nuestro tiempo abordan otro conjunto de obras de la programación teatral. Así, el director polaco Norbert Rakowski reflexiona sobre la eutanasia en I´m Nowhere a partir de una persona en coma, “bella y poética metáfora de nuestra conciencia social contemporánea”, según este creador y actor, que estrena en España su pieza junto a su compañía JK Opole Theatre.

Otras propuestas sin etiquetas

Entre las propuestas híbridas, iSlave, uno de los estrenos absolutos españoles de la temporada, toma partido crítico contra las nuevas tecnologías. Con música de Alberto Bernal y dramaturgia de Mar Gómez, esta instalación inmersiva pone en contexto el éxito de fenómenos tecnológicos como la inteligencia artificial y la precariedad laboral entre los que producen y sostienen su hardware, los llamados iSlaves.

Contaremos también con dos espectáculos híbridos donde la tecnología lo es todo, asociados al ciclo Canal Connect de arte, tecnología y ciencia. Dernière Minute, de Adrien M & Claire B, una experiencia inmersiva en un entorno tecnológico, y Prometeus Bound, del creador japonés Meiro Koizumi, en formato de teatro de realidad virtual.

Otros once espectáculos de diversas categorías artísticas completan este exhaustivo panorama cultural que se desarrollará en los próximos meses en Teatros del Canal. Entre ellos sobresalen la magia del extremeño Jorge Luengo, el circo de Circus Ronaldo, el concierto performativo de Juan Navarro o Boudoir del inclasificable performer sudafricano Steven Cohen y el Théâtre Vidy-Lausane.

Las Artes Vivas tendrán su propio lugar con el Ciclo Canal Performance, que incluirá a artistas de la calidad y categoría de Los Torreznos, Camila Cañeque, Los Picoletos, Anto Rodríguez, María Sánchez, Belén L. Yañez, o Noemí Iglesias Barrios.

También habrá espacio para el arte contemporáneo más actual: dentro de la cuarta edición del ciclo Canal Connect, acogeremos de nuevo una exposición de artes plásticas sobre tecnología y ciencia. The Freak Show, que así se titulará, hablará de las anomalías tan humanas de las máquinas, de sus rarezas y posibles conflictos mentales con la llegada de la IA.

Los Teatros seguirán fomentando el debate y la difusión de la creación literaria, tanto dramática como poética o narrativa, con recitales y su Canal Literario, que se muda definitivamente a la Sala de Cristal.

Los más pequeños contará también con una programación a su medida: los Domingos en Familia marcarán la pauta para que padres e hijos puedan disfrutar juntos, a lo que se sumarán las obras en campaña escolar y espectáculos como Más que Ópera, para crear afición entre los más pequeños.

Los Teatros seguirán fomentado la difusión pedagogía teatral y coreográfica, con sus talleres para adultos y menores, y también con los constantes Encuentros con el Público que ponen en relación a los creadores con sus espectadores.

La amplia programación diseñada para estos diez meses se verá enriquecida y completada periódicamente con otras propuestas pendiente aún de concretar. “Entendemos Teatros del Canal como un espacio vivo y así afrontamos cada temporada”, asegura Blanca Li, que ha animado a los espectadores a disfrutar con entusiasmo de esta intensa programación, en el convencimiento de que las artes escénicas y musicales “nos ayudan a activar nuestra creatividad, a ensanchar nuestra imaginación, a fortalecer la empatía y a conocer nuestro entorno y nuestra cultura”.

www.teatroscanal.com

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