Doce Notas - docenotas.com - m�sica y danza

Sin pelos en la lengua. Maria João Pires no titubeó lo más mínimo a la hora de criticar los antojos mercantiles que vehiculan hoy la industria de la música clásica. ¿Y por qué habría de mordérsela, una grande del piano con 70 años de dedicación plena al instrumento y cuyas manos – “demasiado pequeñas”, sigue insistiendo- han hecho batir la de millones de oyentes de todo el planeta? La aclamada pianista lisboeta actúa el 31 de mayo (19:00 horas) en la península de Formentor (Pollença, Mallorca,) en el que servirá de concierto inaugural a la séptima edición del Festival Formento Sunset Classics, que organiza el exclusivo hotel balear. En su primera visita a dicha convocatoria ha seleccionado un programa ecléctico, que incluye la Sonata para piano nº12 en Fa Mayor K.332 de Mozart, la Sonata para piano nº8 en Do menor op.13 ‘Patética’ de Beethoven y una selección de valse y nocturnos de Chopin.

Durante la rueda de prensa Pires manifestó su preocupación por la situación que atraviesan, a su parecer, los circuitos y los músicos a la hora de seleccionar repertorio. Aseguró que la presión que ejerce el mercado es muy fuerte y eso condiciona totalmente la toma decisión de los nuevos intérpretes. Una presión que se ha incrementado de forma inusitada, “como nunca había visto antes”. En ese sentido, aclaró, los jóvenes músicos lo tienen muy difícil porque “no hay espacio para experimentar” y asistimos a la transmutación del arte en entretenimiento. Para la solista lusa arte y entretenimiento no son lo mismo y si “queremos preservar al primero, hay que cuidarlo”. Ahondando en esa línea, no se abstuvo de reivindicar tres requisitos ineludibles para la supervivencia del arte y del artista: “coraje, fuerza y riesgo”.

Maria João Pires recordó ante los medios que lleva 70 años pisando escenarios y en las últimas dos décadas ha ido dosificando progresivamente su agenda y renunciando a las giras. “Todo se volvió muy comercial y no me supe adaptar”. Este periodo de relativo reposo le ha permitido, no obstante, reubicarse y plantearse nuevos retos. Así expresó su deseo de estudiar algunas sonatas de Schubert que hasta la fecha no tuvo ocasión de tocar, indagar un poco el repertorio contemporáneo y, sobre todo, su creciente interés por el antepasado directo del piano, el pianoforte. De hecho, ha adquirido ya uno de estos instrumentos y ha empezado a familiarizarse con la técnica y digitación de teclados coetáneos a los grandes compositores del Clasicismo.

Su actual predilección por los pianos de antaño, en detrimento de los teclados más modernos, residen en la arquitectura sonara cada vez más “digital” de los pianos de nueva factura. “El verdadero piano – puntualizó –es el que se toca con el propio cuerpo”. Pires es una firma defensora de la técnica corporal y considera que los pianos actuales, en toda su perfección y enorme proyección sonora, han sido concebidos ante todo para ser tocados sólo con los dedos. De forma muy meridiana aclaró que un mismo intérprete puede lograr transmitir magia o no, gracias a la relación de cuatro factores: el tamaño de la sala, la acústica, el instrumento y el solista. Circunstancia de la que no siempre somos del todo conscientes.

VII Formentor Sunset Classics

____________________________