Mozart y Salieri. ¿Envidia malsana?
Mozart y Salieri, Ópera lÃrica en un acto y dos escenas con música de Nikolái Rimski-Kórsakov. El Libreto está basado en la obra homónima de Aleksandr Pushkin. Estreno, Teatro Solodovnikov (Moscú), 7 de diciembre de 1898.
El argumento se basa en la leyenda que acusa a Salieri de haber asesinado a Mozart. En tiempo real, es generoso el programa de mano y toda la información que se puede encontrar en la página web de La Fundación Juan March y en el Teatro de la Zarzuela.
Asà que nos vamos a centrar en lo que ha pasado en la coproducción de la Fundación Juan March y el Teatro de la Zarzuela en este mes de abril. Este Teatro Musical de Cámara, iniciado en 2014 por la Fundación Juan March, se centra en obras concebidas para espacios pequeños con un número reducido de intérpretes y tradicionalmente excluidas de los teatros de ópera convencionales y ya se trata de la séptima edición de este formato. Una rareza que podemos ver gracias a esta colaboración y que se ha mantenido en el tiempo alimentada por la leyenda.
Empiezan puntuales, a pesar de llenar la sala con centros de educación secundaria con la última de las funciones pedagógicas de esta producción y con el bullicio esperable de la juventud. Nada que ver con el estreno y ese silencio que lo inundó todo desde el principio. Ni siquiera la tormenta consigue hacerlos callar; quizá sea por la oscuridad y por no saber qué va a pasar. Poco a poco los sobretÃtulos siguen su curso, y sus afirmaciones van poniéndonos en situación que estamos ante algo realmente serio. Silencio y tormenta.
Acostumbrados a un espacio amplio de conciertos y conferencias, el escenario de la Fundación Juan March no parece el más apropiado para puestas en escena. Nada más lejos de lo que en esta ocasión nos encontramos: un espacio desnudo, sin telón. No hay nada que se pueda esconder; grandioso e Ãntimo a la vez, como lo que se pone en juego durante esta hora de confesión. En este espacio espiritual e introspectivo, hay dos espacios definidos, uno para cada momento de la escena, una iglesia y un dormitorio, el de Salieri, se hace efectivo teatralmente.
La atmósfera que se genera desde el principio con la tormenta, el juego con la oscuridad y lo que el ojo todavÃa puede ver, es muy intensa. Ayudan las sombras proyectadas en las paredes a crear aún más misterio, pues no pasa nada, demasiado tiempo en escena solamente el ayudante de Salieri, tormenta y silencio, y la carga emotiva aumenta hasta que el piano rompe esa presión. Parece que se queda pequeño y que la situación pedirÃa al menos una orquesta de cámara. Enseguida el balance se consigue y entiendes que no hace falta nada más. El piano y el buen trabajo de Borja Mariño en la dirección musical se hace también Ãntimo acompañante.
Todo en esta producción está cuidado y va en la misma dirección. Las luces potencian la desnudez de los personajes, sus sentimientos y sus intenciones, y ese contraste entre lo que podrÃa ser una luz natural a través de la ventana y la penumbra asfixiante ayudan a entender los momentos más bajos de Salieri y su tormento interior. Ivo Stánchev llena la escena y la sala con su potentÃsima voz de bajo, en calidad de un Salieri maduro, corroÃdo por la envidia, demostrado un gran trabajo vocal e interpretativo de principio a fin. Mozart, interpretado por Pablo GarcÃa-López, se ha metido en un papel que le viene perfecto en timbre, frescura y juventud. En la charla posterior causó una gran sorpresa su acento andaluz, lo que suscitó más de una pregunta interesante en cuanto al idioma.
Hasta el cambio de escena está hecho con limpieza, bajo un oscuro que todavÃa permite ver y mantener el misterio. También de nuevo un gran trabajo de diseño sobre el vestuario por Gabriela Salaverri, perfectamente empastado con la escena, el ambiente de otra época sin ser recargado ni ampuloso. Las imágenes proyectadas sobre el fondo, y su interacción con Salieri sobre todo, pues es el que más tiempo pasa en escena, confieren a la pieza una potencia dramática de gran calado. ¿Quién es ese Mozart que nos mira en primer plano? ¿Un genio, un Dios que atormenta a Salieri con su ingenuidad? ¿Qué nos dice? El trabajo de realización de vÃdeo por parte de Celeste Carrasco, suscita preguntas, crea una atmósfera adicional y permite enriquecer el juego dramático.
En definitiva, una dirección de escena que Rita Cosentino ha sabido llevar de lo más simple a lo más efectivo, consiguiendo que lo que se pone en juego trascienda la intimidad y se convierta en pregunta universal. ¿Puede la envidia ser creativa? ¿Podemos vivir con una envidia sana, o se corrompe con facilidad y transforma al individuo en un ser despreciable?
Al finalizar esta última sesión pedagógica, Almudena Pedrero Pérez pidió un aplauso para todo el equipo, tal y como dijo: “Hoy, os váis a hartar a aplaudirâ€. Y asà debe ser. En el estreno, Rita Cosentino sacó a todo aquel que pudo salir a saludar, creo recordar que conté 17 personas y si miramos la ficha artÃstica todavÃa faltan unos cuantos más. A ella me remito. Porque parece que una obrita de cámara es cosa fácil. Pero no.
Más de 18 preguntas, algunas de ida y vuelta, cierran la mañana de viernes y muestran las inquietudes de los jóvenes, algunas más técnicas y pertinentes, como las que se hicieron referentes al idioma ruso y su dificultad para cantar, a los sentimientos puestos en juego, al arte en general, y otras más para prensa rosa que dejamos para la anécdota.
Dirección musical y piano, Borja Mariño.
Dirección de escena, Rita Cosentino.
Reparto: Salieri, Ivo Stánchev, bajo. Mozart, Pablo GarcÃa-López, tenor. Criado, asistente de Salieri y enterrador, Rafael Rivero. Mendigo ciego violinista y estudiante, Fran Parrado
Equipo artÃstico: Movimiento escénico, Rafael Rivero. Diseño de escenografÃa, Antonio Bartolo. Diseño de Vestuario, Gabriela Salaverri. Diseño de iluminación, Fer Lázaro. Realizadora de vÃdeo, Celeste Carrasco. Jefa de producción, Celia Lumbreras. Ayudante de dirección, escenografÃa y utilerÃa, Cristina MartÃn. RegidurÃa, David Izura. Maquillaje, Sara Ãlvarez. PeluquerÃa, Moisés EchevarrÃa. SastrerÃa, Raquel Porter. Diseño de peluquerÃa, Esther Cárdaba. Vestuario, SastrerÃa Cornejo. Realización de la escenografÃa, Mambo Decorados y Sfumato Pintura Escénica. Maquinista, Marcos Sánchez. Técnico de iluminación, Leticia RodrÃguez Peña. Técnico de sonido, MarÃa RodrÃguez-Mora. Realización de la grabación, Mario DomÃnguez. RegidurÃa técnica, Ãlvaro Riego. SobretÃtulos, Raquel López y Leyre Benito.
Edición musical: Leipzig / San Petersburgo, M. P. Belaïeff, 1898. Revisión y traducción del texto VÃctor Pagán y Amelia Serraller Calvo. Transcripción fonética, Marina Makhmoutova
VÃdeo: Directora de fotografÃa, Juana Jiménez .Directora de arte, Rita Cosentino. Diseño de vÃdeo proyección, Yann-Loïc Lambert. Paisaje sonoro, Gabriel Skármeta. Foquista, Julio César Tortuero. Auxiliar de cámara, Susana Siscart. DIT, Fran León Velásquez. Técnicos de iluminación, Óscar Alejano Colino y Ruder Miranda
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Resumido, concreto y muy técnico.