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La temporada 19 del Teatro Real incluirá en total, cinco nuevas producciones, cuatro de ellas invitadas, tres óperas en versión de concierto y dos óperas de cámara.

Se amplían los ciclos de Voces del Real y sesiones golfas y se crea el ciclo Bailando sobre el volcán.

Se completará con la presencia de tres compañías de danza (entre las que destaca la Staastsballet de Berlín con la presencia de Nacho Duato) y las tradicionales actividades pedagógicas. 

La Flauta Mágica  © Iko Fresse

En la presentación de la nueva temporada, la primera diseñada completamente por Joan Matabosch, este destacó que se articulará «en torno a diferentes ejes temáticos y con variadas propuestas interdisciplinares», en las que colaborarán instituciones como la Biblioteca Nacional, los Teatros del Canal, la Fundación Juan March o el British Council.

De Haendel al periodo de entreguerras

Matabosch explicó profusamente cada uno de los títulos que conformarán la temporada. Abrirá Roberto Deveraux, de Gaetano Donizetti, (del 22 de septiembre al 8 de octubre). Se trata de una ópera, según Matabosch, que Donizetti escribió «de un plumazo» pero «que influyó notablemente en Verdi». Le seguirá Alcina, de Haendel, «uno de los acontecimientos de la temporada» en palabras de Matabosch. «Nunca se ha escenificado en Madrid, es una obra difícil de poner en escena pero será un gran trabajo». Viene en una nueva producción del Teatro Real en coproducción con el Grand Theatre de Bordeaux, (del 27 de octubre al 10 de noviembre).

Otro de los títulos de envergadura será Rigoletto, de Verdi, «una gran fiesta popular», según el director artístico del Teatro, (del 30 de noviembre al 29 de diciembre), seguido de La flauta mágica, de Mozart, «con una original puesta en escena». Se trata de una producción con Barrie Kosky como director de escena que hará un homenaje al cine mudo, (del 16 al 29 de enero).

La conmemoración del centenario del fallecimiento de Cervantes y Shakespeare se va a articular con una colaboración de Teatros del Canal. Allí se repondrán dos operas españolas actuales: El Caballero de la triste figura, de Tomás Marco, compuesta en 2003 (26 al 30 de enero), y Dos delirios shakesperianos, de Alfredo Aracil. (14 al 18 de junio), programa formado por dos piezas cortas, Próspero Scena, de 1994, y Julieta en la cripta, de 2009, esta última estrenada en Teatros del Canal que vuelve a acogerla.

En cuanto a la parte que se representa en el Teatro Real asociada a la conmemoración, la primera será El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla y versión de marionetas de Enrique Lanz (23 al 30 de enero) y otro «plato fuerte» de la temporada: La prohibición de amar, de Wagner. «Un Wagner que desmontará muchos tópicos sobre Wagner» advirtió Matabosch. «Un auténtico homenaje a Bellini y un anticipo a Lohengrin» en la que el compositor alemán adapta la obra de Shakespeare Medida por medida, y que ha sido muy poco representada desde su estreno por su «inmoralidad». «Sin duda, será una obra que deje a los asistentes con la boca abierta», explicó el director artístico. (19 de febrero al 5 de marzo).

Parsifal, de nuevo Wagner (que se podrá ver del 2 al 30 de abril) inaugurará un nuevo ciclo temático en torno al periodo de entreguerras y que se complementará con el Ciclo vocal Bailando sobre el volcán. Se trata de obras de compositores que influyeron en los acontecimientos de esa época del siglo XX. Incluye la ópera Brundibár, de Hans Krása y estrenada en el campo de concentración de Terezín (del 9 al 23 de abril); El emperador de la Atlántida, de Viktor Ulmann, obra que respira ecos de Weill, Hindemith y el expresionismo vienés, y cuyo autor falleció en un campo de concentración alemán (10 al 18 de junio) y, sobre todo Moses und Aron, de Schoenberg, (del 24 de mayo al 17 de junio) que será la primera vez que se represente en versión escenificada en Madrid. «Es el grandísimo estreno de la temporada» en palabras de Matabosch. «Encarna el arte degenerado, todo lo que los nazis rechazaban, con un tratamiento musical rompedor, un monumento antisemita». Se verá en versión de Romeo Castelucci, «un gran escenógrafo» y con la dirección musical de Lothar Koenings.

El apartado operístico se completará con I puritani, de Bellini, con dirección escénica de Emilio Sagi (4 al 24 de julio); I due Foscari, de Verdi con Pablo Heras-Casado al frente de la orquesta, Plácido Domingo y Ainhoa Arteta (12 al 18 de julio) y Luisa Miller, de Verdi en versión concierto, (23 al 26 de abril). Otra ópera a destacar en versión concierto será Written on Skin, de George Benjamin, que dirigirá el propio compositor, «una obra maestra» según Matabosch, «una historia antigua en versión contemporánea. (17 de marzo)

Danza y propuestas para niños

Tres compañías de danza se darán cita en la temporada, Nacho Duato presentará su versión de La bella durmiente, con el Staatsballett de Berlín y un triple programa con coreografías suyas y de Marco Goecke, (entre el 4 y el 9 de septiembre). Sasha Waltz traerá, junto a su compañía, la aclamada versión de La consagración de la primavera, de Stravinsky (9 al 12 de marzo) y José Carlos Martínez propondrá un homenaje a Enrique Granados con la Compañía Nacional de Danza, finalizando en julio del próximo año la 19ª temporada del Teatro Real, (del 22 al 26 de julio).

En el apartado pedagógico, «uno de los más importantes y donde descargamos todas nuestras energías», según apuntó Matabosch, destaca la presencia de la ópera Dido & Eneas, de Purcell, una nueva producción del Teatro Real, con la dirección de Aaron Zapico y puesta en escena de Rafael Villalobos (durante el mes de diciembre); Cuentos de siempre y de nunca, a partir de obras de Palacios, Satie y Ridout (mes de octubre) o La flauta encantada, nueva producción a partir de la obra de Mozart, (mes de marzo).

Toda esta temporada se llevará a cabo «con los mejores directores musicales y los mejores cantantes» según su director artístico. «Es un gran abanico de obras con una gran riqueza de estímulos que nos invita a una gran experiencia artística», remató Matabosh. Y tal como comentó Pablo Heras-Casado, presente en la rueda de prensa y que al que se podrá ver dirigiendo El público, de Mauricio Sotelo, «es la temporada perfecta para cualquier teatro del mundo».

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