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Matabosch, Bolton, Marañón y Gª Belenguer. © Javier del Real

A estas óperas se añaden “dos encargos a compositores españoles, Elena Mendoza y Mauricio Sotelo y con la idea de que el teatro tenga «proyección de futuro al mismo tiempo que memoria».

Joan Matabosch, acompañado por Ignacio García Belenguer y Gregorio Marañón, ha dado a conocer hoy las líneas de su primera temporada como director artístico del Teatro Real, después de la etapa de transición con el anterior titular, Gerard Mortier.

Sobre la herencia que pueda recibir Matabosch, de Mortier, el nuevo director ha sido claro. «No he pensado qué proyectos son míos y cuáles son heredados. El director debe asumir todo como propio y no pensar lo que es o no es de él».

La temporada, ha explicado tendrá dos «claras líneas: Por un lado, voluntad de integrar la ópera en el tejido de la comunidad, convertirla en un bien accesible y fomentar que la ópera se convierta en una afición, (se hará a través de actividades paralelas en colaboración con instituciones como la Biblioteca Nacional, el Círculo de Bellas Artes o la Fundación Juan March) e integrar al Teatro Real en la programación de otros teatros a través de coproducciones.

Para Gregorio Marañón, se trata «de una excelente temporada en la que se ha hecho un esfuerzo para movilizar a la ciudad en torno a la programación». Sobre la presencia de un director musical único, representado en la figura de Ivor Bolton, presente también en la rueda de prensa, Marañón ha expresado que el hecho de que «durante unos años hayamos estado sin la figura de director musical no quiere decir que no hayamos tenido dirección musical. Lo importante es que ese sistema funcionó».

Marañón también recordó a Gerard Mortier, quien a través de un comunicado expresó sus felicitaciones a Joan Matabosh por la «extraordinaria temporada que presenta» y al que también agradeció «su enorme corrección durante estos meses de transición».

Cuatro siglos de ópera 

Matabosch desgranó los 10 títulos que conformarán la temporada de ópera y que comenzará con la reposición de Las Bodas de Fígaro, firmada en lo escénico por Emilio Sagi y con Ivor Bolton al frente de la orquesta.

Le seguirá La hija del regimiento, de Donizetti, «obra maestra en su género», según Matabosch, en la coproducción del Metropolitan Opera House de Nueva York, la Royal Opera House Covent Garden de Londres y la Wiener Stassoper.

En diciembre podrá verse Muerte en Venecia, de Britten en coproducción con el Liceu y dirección escénica de Willy Decker, una puesta en escena «magistral» en la que, según Matabosch, «se plasma lo que Britten quiso mostrar y que era más que el paisaje de Venecia, lo que pasaba por la mente de su protagonista, Gustav von Aschenbach».

Romeo y Julieta, de Gounod, en versión concierto, se disfrutará con Roberto Alagna y Sonya Yoncheva en los papeles principales, entre el 16 y 26 de diciembre para dar paso al primer estreno del año 2015, Hansel y Gretel, de Humperdinck, «un acontecimiento amable», según Matabosch, de una ópera «muy desconocida en Madrid», con vestuario de Ágatha Ruiz de la Prada.

El público, de Mauricio Sotelo, uno de los encargos heredados de Mortier realizados a compositores españoles, se verá en febrero. Sobre textos de García Lorca, la música la pondrá el Klangforum Wien, con batuta de Pablo Heras-Casado. La dirección de escena correrá a cargo de Robert Castro, con escenografía de Alexander Polzin. «una obra muy difícil de adaptar de Lorca, que está en proceso de finalización», según adelantó el nuevo director artístico.

Uno de los grandes títulos del repertorio, La Traviata, de Verdi, subirá al escenario del Real entre abril y mayo de 2015. «Recordemos que en su día fue una obra de transgresión que levantó muchas ampollas aunque hoy la consideremos una ópera núcleo del género», subrayó Matabosch.

Fidelio, de Beethoven, podrá verse entre mayo y junio en una nueva coproducción con la Ópera Nacional de París, «otra obra de transgresión», según Matabosch, con dirección de La Fura dels Baus y que podrá verse entre mayo y junio de 2015.

En junio llegará un programa doble compuesto por Goyescas y Gianni Schicchi . Goyescas, de Granados es una coproducción con la Ópera de los Ángeles, con dirección escénica de José Luis Gómez y con el pintor Eduardo Arroyo como escenógrafo. Placido Domingo será el director musical de esta ópera, e interpretará Gianni Schicchi, de Puccini en la segunda parte del programa, bajo la dirección escénica de Woody Allen. Se trata, según el director artístico, de dos óperas «muy diferentes, frente a la belleza contemplativa de Goyescas, el explosivo Gianni Schicchi, es pura teatralidad de alto voltaje».

La temporada de ópera finalizará con La ciudad de las mentiras, de Elena Mendoza, otro de los encargos del Real, en esta ocasión a Elena Mendoza, sobre textos de Juan Carlos Onetti.

Danza, conciertos paralelos y programación infantil

La programación de danza, la conformarán tres títulos: El amor brujo, con el Víctor Ullate Ballet Comunidad de Madrid y Estrella Morente; el Ballet de Hamburgo, que propondrá Muerte en Venecia, en una producción del propio teatro y el Nederlands Dans Theater, que visitará el Real con coreografías de Sol León y Paul Lightfoot.

Los conciertos girarán en torno a la programación de ópera y las noches del Real pasarán a llamarse Voces del Real con la presencia de cantantes como Piotr Beczala, Ian Bostridge o Philippe Jauroussky. 

El proyecto pedagógico propondrá títulos como Pedro y el Lobo, El soldadito de Plomo, Movimientos 2: la danza de la punta al tacón, con la compañía de Antonio Gades, el Teatro de Sombras con Omelette, los Nocturnos de Chopin o un encargo del Teatro Real a Frank Nuyts con libreto de Rosa Montero.