Doce Notas

¿Jugarse la vida por la música?

libros  ¿Jugarse la vida por la música?

Xavier Güell decidió aparcar su carrera de director y promotor musical para abrazar la de divulgador de las grandes ideas y la vida de los músicos clásicos europeos del siglo XX y dedicarle cuatro obras, cuatro ensayos novelados .

El primero estuvo dedicado a Bela Bartokreseñado en Docenotas el pasado verano- y nos llevaba a los últimos años del músico y su peligroso periplo desde Centroeuropa ya en guerra hasta USA, para recoger allí parte de los logros de su magna obra musical e intelectual. Muy interesante, de rápida lectura y con grandes preguntas sobre la misión de la creación en tiempos oscuros.

Este segundo volumen no nos ahorra tragedias. Strauss, en su momento el mayor músico europeo una vez que Mahler había desaparecido, decide permanecer en la Alemania nazi gozando en un primer momento de la admiración de Hitler y la animadversión de Goebbels. Acepta la presidencia de la Cámara de Música del Reich pensando que puede ayudar a músicos y creadores (Zweig por ejemplo) en su carrera profesional dentro de un régimen que nadie duda en calificar de una dictadura implacable con disidentes y etnias como la judía.

Así mismo pensaba en la parte judía de su familia – nuera, nietos- y otras personas de esa etnia que estaban siendo ya deportadas y asesinadas en los campos de concentración – de los que “nadie sabía nada”-.

Como en el caso del libro anterior sobre Bartok hay más preguntas que respuestas. Una de ellas es la gran pregunta brechtiana: ¿Cantará la Humanidad en tiempos oscuros?. Si cantará, pero su canto debe ayudar a mejorar la situación de quienes sufren.

Strauss estaba atrapado por su colaboración con el régimen – vale que desde un puesto muy periférico y que le acarreó problemas con sus contemporáneos de etnia judía- y su deseo de mejorar la condición vital de su familia y amigos. Las tramas políticas y las personales se suceden, mezcladas con elementos de mejora de una mínima política musical que se estrella siempre contra el muro del furrier del Führer, Goebbels, algo que le pudo llevar a la muerte a él y más claramente a su nuera y nietos.

Como no podía ser de otra manera pasa por un proceso de “desnazificación” de tres años que vivirá como una afrenta personal.

Los ingleses suelen aludir a la necesidad en muchos momentos de trabajar desde dentro de un régimen dictatorial y corrupto, lo llaman “mear dentro de la tienda”. En España algo sabemos de esto. No es fácil tomar la decisión. También a Hanna Arendt se la echó en cara – el propio consejo judío- su huida temprana de la Alemania hitleriana.

Ahora entendemos mucho mejor lo que se debe hacer contra el shock histórico. Pero hemos llegado renqueando hasta la crisis de 2008 con el tema. Quien pudo se reveló desde el principio – Grecia- y como poco se han podido organizar “resistencias”. Algo que en Alemania fue mucho más complicado en 1933.

Familias destrozadas, etnias masacradas. Devastación física y moral de todo un continente.

Muy interesante final cuando los propios aliados tienen que intervenir contra los civiles que quedaban en Alemania y tratar de averiguar su orientación política. A Strauss le salva la música y la admiración de los músicos y aficionados.

De lectura rápida y amena, muy recomendable.

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