Doce Notas

Festival Internacional de Santander. En familia

opinion  Festival Internacional de Santander. En familia

El bosque de Grimm. © lamaquine.com. Pedro y el lobo © Javier del Real

Antes de nada, tengo que decir que estos dos espectáculos ya tienen su propia reseña en esta revista. El primero, El bosque de Grimm, El bosque encantado por los cuentos de Grimm, ¡no os lo podéis perder!, en 2013 y el segundo, Pedro y el lobo, No solo Pedro y el lobo, en 2014. Podemos constatar así que se mantienen vivos y van evolucionando, aparte de haber sido premiados y creados por dos compañías más que consolidadas en el panorama de artes escénicas de la infancia y juventud.

La Maquiné presenta de nuevo este espectáculo inspirado en la atmósfera de los cuentos de hadas recopilados por Charles Perrault y los hermanos Grimm, a través de la pieza musical Ma mère l’Oye de Maurice Ravel. Quizá esperaba volver a sentir esa magia de la primera vez. Error. Desde el principio el público estaba demasiado alborotado. Un compañero me comentó: “A ver si nos dejan oír algo”. Y así fue, nos dejaron oír poco. Uno de los primeros cambios que me llamó la atención fue el uso de la palabra. Cuando interactúas con el público hay que tener mucho dominio y se nota que Elisa Ramos cada vez disfruta más de ese juego propio del mundo de los títeres. No creo que haga falta nombrar lo evidente, algún otro comentario oí al respecto. En el momento que se hace referencia a lo ya nombrado, lo cosificas y lo pones en el lugar reconocible de siempre.

Si algo me gustó de aquella primera vez fue la posibilidad de reinventar lo que pudo haber sido y disfrutar de una narrativa poética musical. Al menos queda poesía, pero la música se pudo escuchar nada más que en dos o tres momentos deliciosos donde de verdad sí hubo el silencio necesario. Mucha risa fácil y chiste de cachiporra que hizo las delicias de los más pequeños, pero el piano quedó así relegado y poco o nada escuchado. Pensé que hubiera dado lo mismo tener una grabación para intentar superar el bullicio, pero José López-Montes está atento a las marionetas, a los movimientos de las intérpretes y su interacción con ellas es impecable.

Las proyecciones, el espacio escénico y la iluminación, ideadas por Joaquín Casanova, tuvieron la posibilidad de brillar con fuerza y dejar boquiabiertos a todos, ya que la Sala Pereda se presta muy bien para este tipo de espectáculos.

Pedro y el lobo, cuento archiconocido de Serguei Prokofiev, sigue vivo en esta versión de la compañía Etcétera con un recorrido de más de veinte años. De nuevo Yanisbel Martínez me vuelve a engañar, nos vuelve a engañar, pues comienza el espectáculo casi sin que nos demos cuenta y ya tiene metido al público en el bolsillo, listo y atento para narrarnos el cuento; no sin antes constatar que casi la mitad del aforo ya lo conoce. Nos presenta a los personajes y a los instrumentos que los simbolizan, así como sus temas musicales. Mutra Ensemble estuvo maravilloso de principio a fin, sonó brillante, limpio y en perfecta armonía con los títeres. Bromas, risas, asuntos serios, que también los hay desde el principio; juegos que incluyen a los músicos y así la escucha fue atenta. Al final de la función un poco más del guiñol de siempre, levantando gritos y provocando sustos, pero ya el jaleo no importa, es diversión y magia hasta el último momento.

Y es que eso fueron las dos tardes, diversión y magia. Las dos compañías tuvieron guiños en sus referencias a la cuidad de Santander, o Cabárceno en el caso de Pedro y el lobo, porque dónde si no se pueden llevar al lobo cazado. La compañía Etcétera sacó a los personajes principales para que el público pudiera hacerse fotos y tener bien cerca a Pedro, al abuelo y al lobo. Pudieron tocarlos, hacerse fotos y comprobar que no es nada fácil manejarlos. Además el Festival repartió unos balones de playa al finalizar cada uno de los espectáculos, así que los niños, y los no tan niños, marchamos felices y contentos.

 [Ficha artística: EL BOSQUE DE GRIMM La Maquiné Joaquín Casanova y Elisa Ramos, creación Joaquín Casanova, dirección Maurice Ravel, música José López-Montes, adaptación musical y otras composiciones. Elisa Ramos y Maite Campos, intérpretes. Joaquín Casanova, espacio escénico, iluminación y proyecciones. Elisa Ramos, títeres y vestuario. Joaquín Casanova, diseño gráfico y video. La Maquiné, producción. PEDRO Y EL LOBO Compañía Etcétera Serguei Prokofiev, autor Enrique Lanz, dirección escénica, títeres y escenografía. Yanisbel Martínez, narradora. Murtra Ensemble, músicos. Enrique Lanz, Leo Lanz, Carlos Montes, titiriteros. Bernat Bofarull, coodinación musical. Etcétera, producción]

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