Doce Notas

María de Alvear estrena su ‘Magna Mater’ en la 52 Semana de Música Religiosa de Cuenca

contemporanea  María de Alvear estrena su Magna Mater en la 52 Semana de Música Religiosa de Cuenca

María de Alvear © www.mariadealvear.com

La Semana de Música Religiosa de Cuenca se mantiene fiel a una de sus tradiciones más estimadas, el estreno mundial de una obra de encargo a un compositor de renombre. Tras 52 ediciones, parece que esa tradición ha creado un repertorio trascendental de obras que, además de acercar al género religioso a varias generaciones de creadores musicales, ha desarrollado un patrimonio básico de la moderna historia de la música española.

Magna Mater es una obra escrita para dos coros, uno infantil y otro femenino, y un grupo instrumental. Su estreno cuenta con la presencia de la Escolanía Ciudad de Cuenca, dirigida por Carlos Lozano, barítono y director; la Ars Choralis Coeln, que dirige Maria Jonas; y el Atelier Gombau, dirigido, así como todo el concierto, por Carlos Cuesta. A su vez, la obra se ofrece con el vídeo, de mismo título que la obra, creado para la ocasión por Ana de Alvear, hermana de la compositora y una de las videastas más sólidas de nuestro país.

La obra que nacerá en la Iglesia de la Merced está escrita en cuatro idiomas, más algunas intervenciones de un lenguaje figurado. Los idiomas genéricos son castellano, alemán, inglés y latín. Se trata de una obra dedicada al padre de las autoras, el fallecido arquitecto Jaime de Alvear, de quien María ha querido evocar su pasión por los libros: “Los libros son árboles del conocimiento en la civilización y garantizan la permanencia del conocimiento de generación en generación. Mi hermana Ana y yo tenemos la imagen constante de nuestro padre sentado concentrado y diligente leyendo libros” . Pero, más que de libros, la obra habla de la transmisión del conocimiento y de su origen, ya sea Dios o la naturaleza.

La autora utiliza diferentes escalas y variaciones de afinación, una de las constantes de sus últimas obras y sitúa al coro de niños como una alegoría que reconcilia el futuro con el pasado y que se pregunta respecto al “legado humano a través del tiempo”.

María de Alvear, Madrid, 1960, estudió en su ciudad natal con Eduardo Polonio y en Colonia, ciudad donde vive regularmente desde hace varias décadas, con Mauricio Kagel. Del maestro argentino-alemán retuvo una pasión por el teatro musical, la voz y el gesto. Se ha interesado por la expresión musical como voz de la naturaleza y fuerza telúrica y en toda su música se trasluce un impulso de reconciliación entre contrarios de enorme fuerza expresiva y constructiva.

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www.mariadealvear.com

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