El capítulo introductorio, “El tránsito de los virreinatos a los estados independientes”, a cargo de Aurelio Tello, constituye una síntesis de lo que supuso el paso del siglo XVIII al XIX donde la Iglesia tuvo un papel todavía muy predominante y la música estuvo a su servicio. Aurelio Tello (1951) es un compositor clásico, musicólogo y director coral peruano que radica en México. “Nación e identidad en las canciones y bailes criollos” son conceptos clave que explica y aborda Victoria Eli en esos momentos de inicio de la independencia en algunos países y que se cristalizan en expresiones tales como los cantos patrióticos y los himnos nacionales. Victoria Eli Rodríguez es musicóloga y profesora de la Universidad Complutense de Madrid; su campo de especialización se encuentra en la historiografía de la música, integrando la etnomusicología y la musicología histórica, y, entre muchas otras cosas, destacar su labor como directora para Cuba del Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana.
Consuelo Carredano, musicología e investigadora en el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de CONACYT, revisa la supervivencia de la música religiosa a la luz de las nuevas situaciones políticas en el capítulo tercero “La música religiosa y las capillas catedralicias en el nuevo orden republicano”. Y en el quinto y el séptimo, se adentra en el mundo de “El piano” y “La música de cámara”, respectivamente; el primero como vertebrador de la vida social y familiar, así como medio favorito para la composición, y la música de cámara donde al principio las programaciones fueron muy eclécticas, fenómenos similares a los ocurridos en centroeuropa.
El estudio sobre “El teatro lírico” viene de la mano de ambas autoras, Consuelo Carredano y Victoria Eli, que analizan tanto los géneros de procedencia europea como los de creación local, poniendo de manifiesto que este fenómeno estético llegó a alcanzar la misma importancia que en Europa, Y que la llamada “fiebre lírica” se estableció a partir de los años veinte del siglo XIX, representándose sobre todo repertorio italiano. También muestran la pérdida de documentos y falta de estudios al respecto.
Victoria Eli es la encargada de desarrollar un tema clave e ineludible, “Las sociedades artístico-musicales”, instituciones que hacen visible una vida musical plena con el establecimiento de las sociedades filarmónicas y de concierto, con las primeras orquestas estables, la organización teatral y la proliferación de las bandas.
El último de los capítulos realiza un recorrido por las academias, escuelas y conservatorios, la presencia de la música en la prensa y la crítica musical, así como las revistas destinadas a “las señoritas”, fenómeno que sirvió para modificar el paisaje cultural y artístico monopolizado hasta entonces por los hombres. Su título, “Enseñanza, crítica y publicaciones periódicas” y su autora, Clara Meierovich, musicóloga urugüaya residente en México, cuyas investigaciones dejan patente su alto grado de conocimiento y dominio sobre el tema.
La escasa bibliografía general se completa con las referencias bibliografías al final de cada capítulo con las ediciones de música, los estudios y otras fuentes citadas, del mismo modo como se ha hecho en los títulos ya publicados. Pero no se hace referencia a ninguna grabación o recomendación discográfica, cosa que sí se hizo en el primer volumen.