Doce Notas

Peter Grimes en el Teatro Pérez Galdós

Escena de Peter Grimes. ©www.teatrosancarlo.it

Con escenografía de Sergio D’Osmo y vestuario de Madeleine Boyd, un elenco de cantantes elegido entre figuras de primer nivel, encabezado por Peter Svensson y Amanda Roocroft, representará la que está considerada por muchos como una de las mejores óperas del siglo XX, e incluso, según algunos críticos, la mejor ópera inglesa escrita desde Dido y Eneas de Henry Purcell, casi trescientos años antes.

Durante la rueda de prensa de presentación de esta producción todo el equipo invitó al público canario a no dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una ópera que nunca ha sido puesta en escena en el Archipiélago. “Es una de las piezas maestras del género lírico, una gran ópera que nadie debería perderse”, manifestó Juan Cambreleng, director general de la Fundación Canaria Teatro Pérez Galdós,.

“Para mí”, señaló Pedro Halffter, “es una suerte poder participar en este proyecto, en una ópera excepcional y fundamental dentro de la producción operística del siglo XX”. El maestro, que se situará al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, aprovechó para alabar el gran trabajo que viene realizando la formación que dirige y se refirió en concreto al éxito obtenido en el concierto de Sting en Las Palmas de Gran Canaria la noche de este miércoles 13 de julio.

En cuanto a la producción de Peter Grimes, Halffter destacó “la vigencia de su historia. Es una ópera”, concretó, “que fue escrita en el marco de la Segunda Guerra Mundial; se estrenó en 1945 en Londres y siempre, en aquel entonces y ahora, impacta sobre el público”. La razón de ello, según el mismo maestro, “es que su vigencia va más allá de la desgracia personal del propio Peter Grimes, tiene que ver más con esa relación compleja del individuo con su sociedad por los prejuicios que pueden haber sobre una persona y que te pueden llevar a la tragedia más grande, al menos una de las tragedias más grandes que yo he visto representarse”.

Para la consecución del clímax trágico que exige la obra de Benjamin Britten, tanto Halffter, como el director de escena Oscar Cecchi, los intérpretes Peter Svensson y Amanda Roocroft, e incluso Juan Cambreleng, destacaron “el papel fundamental del Coro”. En este caso, además elogiaron las cualidades del Coro Eslovaco, que regresa al Teatro Pérez Galdós tras su actuación en el marco de la producción de la ópera Tanhausser, que dirigió Katherina Wagner.

“Musicalmente es una ópera maravillosa, con un papel fundamental del Coro”, afirmó Halffter. “El protagonismo lo tiene el Coro”, apuntó Cecchi, “y precisamente por eso esta ópera es muy difícil de afrontar”. Para el responsable escénico de la reposición en Las Palmas de Gran Canaria, según las ideas proyectadas por Paul Curran, “Peter Grimes es una ópera con mucha fuerza, con trece cantantes en escena, la mayoría de las veces cantando juntos sobre el escenario, y eso conlleva mucho trabajo para el director de escena. Por suerte”, precisó, “contamos con el Coro Eslovaco, que es fantástico”.

Los directores dedicaron también importantes elogios al elenco, cuidadosamente elegido para responder a las exigencias del alto nivel de inglés que requiere la producción. La soprano inglesa Amanda Roocroft, en el papel de Ellen Orton, encabeza un plantel de intérpretes británicos que pondrán cuidado en ser fieles a su idioma de origen. Junto a ellos, el alemán Peter Svensson, con gran nivel de inglés, ha puesto todo su empeño en ser el más digno Peter Grimes, un papel del que se declara fascinado. Svensson regresa al escenario del Pérez Galdós tras su reciente interpretación en la ópera Salomé. Tanto Svensson como Roocroft manifestaron su satisfacción por participar en el proyecto y compartir reparto con intérpretes “excelentes”.

Una ópera con mensaje
Peter Grimes, un pescador inglés de principios del siglo XIX de carácter huraño, se ve marginado y culpabilizado por el resto que no acepta las diferencias dentro de su seno. Esta actitud del pueblo le hará convertirse cada vez más en un hombre solitario. Ante esta perspectiva, el pueblo buscará cualquier excusa para condenarle. La situación acaba siendo tan traumática y tan asfixiante por la presión ejercida por la sociedad que el pescador terminará suicidándose, volviendo así la tranquilidad a la aldea, cuando el elemento diferenciador ha sido eliminado.

Dos ideas son básicas en la obra, por un lado el retrato de los hombres y mujeres que viven del mar y por otra lo cruel que puede ser la sociedad frente a lo que no se ajusta a sus normas.

La ópera se estrenó el 7 de junio de 1945 en el Teatro Sadler’s Wells de Londres. Fue la primera ópera de Britten y obtuvo, desde el primer momento, un éxito importante de crítica y público.

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