Desde que en el año 2000 debutó como libretista en Salzburgo, Amin Maalouf ha escrito cuatro textos para otras tantas partituras, siempre de la compositora finlandesa Kaija Saariaho. Francia, país de residencia del escritor libanés, lo convirtió en Inmortal el año pasado al brindarle en la Academia el sillón que había ocupado Claude Lévi-Strauss. En España, fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010, tras imponerse en las últimas votaciones a la autora española Ana María Matute y al poeta chileno Nicanor Parra.
A partir de aquella primera ópera, L’amour de loin, ha ido sacando a la luz un nuevo libreto con una cadencia aproximada de dos años. ¿Hay alguno a punto de aparecer?
No por el momento. Existen algunas ideas que me han pasado por la cabeza, pero hoy por hoy no tengo ningún libreto en proceso de elaboración.
Hasta ahora, todos han sido para Kaija Saariaho ¿Es una decisión personal?
Kaija Saariaho y yo nos hemos entendido muy bien. Pero eso no quita la posibilidad de que ella trabaje un día con otro escritor y yo con otros compositores.
¿Algunos se lo han pedido?
En alguna ocasión. Y a priori no descarto nada aunque, como antes decía, no haya nada en concreto por ahora.
Buscando esa mitad que, salvo en casos de manual como Mozart-Da Ponte o Strauss-Hoffmansthal, sabemos a qué suele aspirar el compositor del libretista. Desde la otra parte ¿Qué le pide usted a un compositor para satisfacer su exigencias?
El libretista debe escuchar lo que dice el compositor, porque en la ópera el texto debe ponerse al servicio de la música. Al menos esa es la disposición en que yo he concebido mis libretos. Pero es importante también que exista una profunda complicidad entre los dos, además de con el director de escena. Posiblemente, yo no trabajaría con alguien si entre nosotros no existiese una verdadera amistad. Uniendo el talento y la amistad, diría yo…
Con L’amour de Loin, Gerard Mortier le brindó en Salzburgo la ocasión de acometer una primera ópera. ¿Le apetecería que le propusiese escribir un nuevo libreto, esta vez para Madrid, una ciudad donde a usted tanto se le quiere?
Siempre le estaré agradecido a Gerard Mortier por haberme introducido en un mundo que yo no conocía. Mantenemos una gran relación de amistad desde hace tiempo, y alguna que otra vez hemos comentado ciertas ideas en torno a un espectáculo, pero en este momento no tenemos ningún proyecto común.
En Los desorientados, su nueva novela, se intuye un guión para el cine ¿Podría ser también el argumento de una ópera?
No lo había pensado pero ¿por qué no?. Si el tema le inspira a un buen compositor…
¿A quien le gustaría confiárselo?. ¿O quiere permanecer fiel a Saariaho?
Todo esto no deja de ser una pura hipótesis. Pero en este caso, hablar de fidelidad no tendría sentido. La mayor parte de los compositores han trabajado con más de un libretista, del mismo modo que muchos libretistas han escrito para más de un compositor. Nuestra fidelidad se la debemos ante todo a la música, a la literatura, al arte…
Libretos de Amin Maalouf (2000-2010) para óperas de Kaija Saariaho
2000, L’amour de loin
2004, Adriana Mater
2006, La Passion de Simone, oratorio
2010, Émilie