La vida musical de Irún experimenta a lo largo del siglo XIX una de sus etapas más gloriosas. Con este libro se da a conocer por primera vez la rica e intensa actividad musical de los maestros-organistas, cantores e instrumentistas que formaban parte de la capilla musical irunesa. Su objetivo principal se centra en la recuperación y estudio de las diferentes actividades musicales y tienen como eje principal la capilla de música de la Iglesia Parroquial de Santa María del Juncal, cuyo patrón era el Ayuntamiento irunés. Sale a la luz la estructura administrativa y la composición de dicha capilla gracias al análisis de los reglamentos, la ocasión y circunstancias de las actuaciones de la capilla en las distintas festividades tanto religiosas como profanas de la ciudad, su función docente así como la biografía y la actividad musical de los Maestros de capilla-Organistas que desempeñaron el cargo.
Sin embargo, la vida musical no se limita a la capilla musical de Santa María del Juncal. Con anterioridad a la fundación de la primera Banda municipal de música oficial en 1883, diferentes agrupaciones (“Música de viento”, “Música de aficionados”, “Música marcial”, etc.) jugaron un importante papel en las programaciones de festividades civiles, aunque en algunos casos también solemnizaban eventos cívico-religiosos como las procesiones. La fundación de las academias municipales de música en los últimos años del siglo XIX situó a Irún en la vanguardia musical en cuanto a educación musical se refiere.
Todo este estudio se enmarca en el contexto histórico-social de Irún y el País Vasco durante el siglo XIX ya que no puede olvidarse la situación turbulenta que vive España en materia política con la sucesión de las tres Guerras Carlistas.
Aunque se trate de una pequeña muestra, este trabajo queda completo con la presencia de la música y demuestra el alto nivel de los organistas; se editan unas pocas obras religiosas y profanas inéditas de Ramón Garmendia ya que la mayor parte de la producción musical de los Maestros de Capilla-Organistas se ha perdido.
Cierra esta obra una tercera sección con diez apéndices donde se reproducen de forma completa los expedientes personales de los organistas, todo lo referente al órgano Cavaillé-Coll, así como la documentación referida a la Música civil y a la Academia de Música.
Se deduce de tan magno proyecto la inviabilidad del mismo sin el generoso patrocinio recibido y la labor facilitada por una gran cantidad de personas, así como la existencia de un Archivo Municipal de Irún y Eresbil (Archivo Vasco de Música), que deberían ser modelo para el resto de las comunidades autónomas (bien organizado, catalogado y digitalizado)
En definitiva, un trabajo que pone de manifiesto la necesaria atención a las capillas musicales de colegiatas o iglesias parroquiales, y no tanto a las de catedrales o cortes, con el fin de completar nuestro conocimiento de la historia musical española.