
Con este espectáculo, Galván quiere seguir replanteando de raíz su vocabulario flamenco, reescribiéndolo desde cero, en unas sesiones límites en la que poco a poco va despojándose, a la vista del público, de toda su sabiduría.
Le acompañan el cante solitario y casi atonal de Inés Bacán y las cualidades tónicas del piano solo de Sylvie Courvoisier. En solitario, cada una de estas dos mujeres (es importante que sean dos mujeres) hará tensar sus cuerdas para llenar el espacio de vibraciones.
Israel Galván es Premio Nacional de Danza 2005 en la modalidad de Creación, concedido por el Ministerio de Cultura, “por su capacidad de generar en un arte como el flamenco una nueva creación sin olvidar las verdaderas raíces que lo han sustentado hasta nuestros días y que lo constituye como género universal”, basándose en el trabajo hecho con los espectáculo Arena (seis coreografías sobre el mundo del toro) y La Edad de Oro.
