La colisión fue de aúpa: Woodstock, las revueltas de los campus universitarios, de Los Angeles y San Francisco, Chicago, Detroit…alguien tenía que poner banda sonora a todo este magma social. Entre ellos Miles (No hago rock…hago “black”).
Siempre unas décadas por delante de la industria músical, Miles participa en el circuito del rock de la época y coincide en los escenarios con los antes aludidos, especialmente con Jimmy Hendrix, con quien tenía días acordados de grabación en 1970 cuando murió el de Seattle en Suecia. Pero antes -1969- Miles ya había puesto las bases de lo que iba a venir en años sucesivos en esta corriente musical: Bitches Brew…13 músicos: trompeta, contrabajo, guitarra eléctrica, cuatro percusionistas, saxos, teclados…una tarde de ensayos –los temas son una línea melódica no muy complicada sobre la que improvisar con la formula “todos solos ningún solo” y tres mañanas de grabación. Y produjo una de las obras maestras de la música del s XX, de todos los géneros…recogía su propia historia musical (Kind of blue, The birth of the Cool…) y de otros grandes creadores musicales de la época: Stokchausen, Hendrix. Todo esto bajo la batuta de un regular músico pero visionario de la producción electrónica de la música mediante los procesos de post-producción -se manipulaban las cintas, se añadían cortes a los temas, se modificaba el sonido- todo- Teo Macero…en activo hasta hace muy pocos años.