Doce Notas

Nuevo auditorio en homenaje al maestro Joaquín Rodrigo

El Centro Cultural Eduardo Úrculo, gestionado por el Ayuntamiento de Madrid, está situado en el madrileño distrito de Tetuán, en el que residieron el compositor y su esposa entre 1975 y 1999.

Después del descubrimiento de una placa con el nombre del auditorio, la pianista Ana Benavides ofrecerá un recital de piano (bajo el título «El piano de Joaquín Rodrigo y sus contemporáneos»), ilustrado con palabras de Cecilia Rodrigo –hija del maestro–. Además, se inaugurará la exposición «Joaquín Rodrigo en Madrid (1939.1999). Apuntes de la vida de un genio», realizada por Javier Suárez Pajares y se proyectará Música para un jardín, un cortometraje dedicado al madrileño parque de El Retiro, con música del compositor saguntino.

Acerca de Joaquín Rodrigo
Joaquín Rodrigo nace en Sagunto el 22 de noviembre de 1901, día de Santa Cecilia, patrona de la Música. A los tres años de edad, pierde la vista como consecuencia de una epidemia de difteria. A los ocho inicia, en Valencia, los estudios musicales de solfeo, violín y piano. Después, armonía y composición con los maestros Francisco Antich, Enrique Gomá y Eduardo Chavarri. Sus primeras composiciones datan de 1923. En 1927, se traslada a París e ingresa en la Escuela Normal de Música para estudiar composición con Paul Dukas, quien demuestra una especial predilección hacia su discípulo.

Pronto se da a conocer como pianista y compositor en los ambientes musicales parisinos y entabla amistad con Ravel, Milhaud, Honneger, Stravinsky y Manuel de Falla. En 1933 contrae matrimonio con la pianista turca Victoria Kamhi, quien es desde entonces hasta su fallecimiento en julio de 1997, compañera inseparable y su más asidua colaboradora. En 1940 tiene lugar en Barcelona el estreno mundial del Concierto de Aranjuez para guitarra y orquesta, primera de sus obras que le daría fama universal y claro ejemplo de su personalidad.

Rodrigo se mantiene fiel a una estética que él mismo gustaba denominar «neocasticismo», practicando la tradición tonal, el gusto por las formas clásicas e incorporando elementos cultos como forma de unión entre la tradición española y el presente, creando ese estilo reconocible de inmediato. Conoce las más modernas estéticas europeas, pero afirma su propia personalidad.

La música de Joaquín Rodrigo representa un homenaje a las distintas culturas de España ya que se vale, como fuente de inspiración, de las más variadas manifestaciones del alma de su país, desde la historia de la España romana hasta los textos de los poetas contemporáneos. Ha enriquecido todos los géneros, pero quizás sea el compositor de nuestro siglo a quien más debe la estética del concierto. Ha cultivado especialmente la canción, a la que ha dado un lenguaje nuevo y universal, creando obras maestras como Cántico de la esposa o los Cuatro madrigales amatorios.

Sus obras, para piano solo, bastarían para situarlo en primera línea, pero además su creación instrumental abarca importantes composiciones para violín, cello, y flauta. Hay que destacar además la aportación de Joaquín Rodrigo al repertorio para guitarra, que ha sido definitiva, pues ha logrado su dignificación e internacionalización como instrumento de concierto.

Desde el año 1940 las distinciones, honores, homenajes y festivales se han venido sucediendo ininterrumpidamente. Miembro numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1950) y de otras academias, así como Doctor Honoris Causa por diversas universidades de España y del Extranjero, recibió, entre otros galardones, la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio (1953), la Legión de Honor concedida por el Gobierno francés (1963), la Gran Cruz del Mérito Civil (1966), el Premio de la Fundación Guerrero (1990) y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (1996). En 1991 el Rey Juan Carlos I le otorgó el título nobiliario de Marqués de los Jardines de Aranjuez «por su extraordinaria contribución a la música española a la que ha aportado nuevos impulsos para una proyección universal».

Salir de la versión móvil