Como en la anterior reseña de su libro sobre blues, El Blues: La Música del Delta del Mississippi la obra que presenta Gioia no hace referencia sólo a uno de los aspectos de este gran conglomerado musical que es el Jazz.
La música es el núcleo básico, su punto de arranque, evolución, historia, estilos y personajes; pero junto a ello, Ted Gioia ofrece otros temas también fundamentales: la cultura en la que fue generada y que contribuyó a generar, la sociología de los medios urbanos en los que esta música prosperó, la economía –más o menos sumergida- a la que contribuyó.
De igual manera el libro desgrana la vida de los personajes que hacen posible la evolución – e incluso la “revolución” como en el caso del be-bop– de las diferentes corrientes, dando gran importancia a las sucesivas “africanizaciones” del jazz, siempre acudiendo a las raíces: africanas por una parte o sureñas e hispanas por otra.
¿Qué aporta de novedad frente a la gran obra de Berendt?
Primero una mirada más sociológica, menos personal, del fenómeno jazzístico y segundo, un avance en fechas, pues Gioia ya aborda años más recientes. Por su óptica pasan ya la fragmentación de estilos después del bop (todas las tendencias van encontrando su nicho de mercado, a veces tan alejados que parecen músicas diametralmente opuestas, como la polémica actual entre “vanguardistas”, Braxton p. ej., y “tradicionalistas”, W. Marsalis) y el jazz post-free (Más allá de la Libertad) que entra en las tendencias musicales de los 70 y 80 (jazz-rock; fusiones –especialmente las que beben de las fuentes iberoamericanas, brasileñas especialmente-).
Pisa terreno seguro. Como en otras obras de esta misma temática –estudio de la evolución del jazz– apenas entra en corrientes actuales –menos probadas, claro- como la improvisación, el noise (muy neoyorquina, aunque tenemos en Europa grandes exponentes), las fusiones con músicas de raíz (en este sentido en España tenemos ejemplares fusiones de flamenco y jazz, como los nórdicos tienen la suya propia entre elementos folklóricos escandinavos y jazz) o las que tratan de unir el jazz con la experimentación electrónica o incluso creación musical contemporánea dentro de la tradición clásica, o sea, con grandes influencias serialistas (Michel Portal, Boulez, Berio, Braxton)…
todo esto está aún por explorar ¿alguien se anima? No está mal tener bases tan sólidas como la obra –en los 60, 70– de Berendt y en la actualidad la de Ted Gioia (aún no me he leído su trabajo sobre Zappa). Son buenos cimientos científicos que se acompañan en el caso de Gioia, además, de una magnífica prosa y traducción. Miel sobre hojuelas. Buena lectura para refugiarse de la canícula veraniega, especialmente si conservamos los vinilos de la más que interesante bibliografía