Simon Boccanegra. © Javier del Real
Hoy se ha presentado en Madrid la puesta en escena de esta obra de Verdi, en la que Jesús López Cobos estará al frente del Coro Titular del Teatro Real (Coro Intermezzo) y de la Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid), clausurando la 13ª temporada del coliseo operístico madrileño.
López Cobos comentó que se sentía muy «orgulloso» de terminar su paso por el Real con un Verdi, compositor con el que empezó también su andadura como director musical del Teatro.
Respecto a Simon Boccanegra, el maestro destacó que es una obra que el artista italiano compuso de joven y que luego rehizo en su madurez y por lo tanto «es una obra que tiene el impacto de la juventud y de sus últimos años». «Es, además, una obra que habla de muchos valores, de fraternidad y unidad y en la que se subraya muy bien con la música los caracteres que hay sobre el escenario». «La obra termina con la palabra paz y me parece una forma muy bonita de acabar en el Real», añadió.
Esta producción, en la que se alternarán dos repartos, se estrenará el día 17 de julio con el barítono georgiano George Gagnidze y la soprano albanesa Inva Mula, que debutarán en sus respectivos papeles. A su lado, estarán el bajo Giacomo Prestia, el tenor Fabio Sartori y el barítono Ángel Ódena.
Antonio del Moral ha recordado al barítono Carlos Álvarez que iba a cantar el papel de Simon Boccanegra y al que sustituirá Gagnidze. «Le operaron en febrero y aún no está recuperado, aunque él trató hasta el último momento cantar en el Teatro Real».
El segundo reparto, encabezado por Plácido Domingo y por Angela Gheorghiu, interpretará tres funciones, siendo la del día 25 retransmitida en directo, en pantalla gigante, para la Plaza de Oriente y para todo el mundo a través de Radio Clásica y de la UER, Unión Europea de Radiodifusión.
«Las funciones de Plácido Domingo están agotadas, se debieron agotar a los 10 minutos de ponerse a la venta, pero aún quedan localidades para el otro reparto», comentó Del Moral.
Este tema abrió la controversia acerca de si el público sólo va a ver las óperas por los cantantes o los montajes, dependiendo de si son más o menos polémicos, más que por la música en sí.
«Necesitamos que haya públicos que vayan a ver la obra no sólo por los cantantes, pero no hay la misma tradición que en otros países, como en Alemania, donde se va a la ópera igual que se va al teatro o al cine. De todos modos, siempre se tiene que tratar de buscar el equilibrio entre la parte vocal, la escenografía y la música, si no, se hace un flaco favor a la ópera». Al respecto de la labor de la crítica que ensalza o echa por tierra ciertas producciones, el maestro de Toro afirmó que «hace más de tres años que no leo ninguna crítica».
Antonio del Moral comentó también la evolución que ha habido del público del Teatro Real en sus 13 años de existencia «Tuvimos que crear un público que no tiene tradición operística pero aún así, sigue habiendo asistentes al teatro muy reaccionarios aunque también hay otros públicos para los que las representaciones son una auténtica fiesta».
Respecto a las características de las obras programadas, Del Moral añadió que «el deber de un teatro público es ofrecer obras de entretenimiento y obras de profundización. Hay que arriesgar y al mismo tiempo tratar de perder lo menos posible. Aún así, las óperas que más éxito han tenido son precisamente las del siglo XX».
Simon Boccanegra, amor en tiempos de guerra
En la monumental escenografía diseñada por Michael Scott e inspirada en la obra del arquitecto de Hitler, Abert Speer transcurren las luchas e intrigas ancestrales de familias rivales a lo largo de dos generaciones con fastuosos trajes del cuatroccento italiano.
Es uno de los títulos más controvertidos y reconocidos de Verdi, en el que conviven la mayor parte de sus planteamientos musicales con una compleja trama que mezcla lo histórico, lo político y lo sentimental. La ópera nació en 1857 a partir de un libreto de Francesco María Piave con adiciones de Giuseppe Montanello basado en el drama homónimo de Antonio García Gutiérrez, pero fracasó tras su estreno y desapareció del repertorio cuatro años después.
Renació en 1881 por iniciativa de Giulio Ricordi, tras una revisión del libreto de Arrigo Boito y casi un tercio de nueva música, que añadió viveza, fuerza y profundidad o desterró el tono tétrico de la primera versión en favor del colorido instrumental y la concisión vocal del periodo de madurez de Verdi; todas las virtudes de la nueva versión se concretan en la imponente escena del Consejo que cierra el primer acto.
La trama narra la historia novelada del dux de Génova, Simon Boccanegra, un plebeyo de voluntad pacifista que vivió en el segundo tercio del siglo XIV entre luchas políticas, odios ancestrales y ambiciones personales que le condujeron a morir envenenado.
Última ópera de López Cobos con el Real
Jesús López Cobos se despide con esta paradigmática obra de Verdi de su puesto como director musical del Teatro Real, cargo que abandonará después de cerca de siete años.
Para la próxima temporada, la primera de la era Mortier, no se contará con un solo director titular si no que esta figura se sustituirá por varios directores: Alejo Pérez, Teodor Currentzis, Sylvain Cambreling, Thomas Hengelbrock, Pablo Heras-Casado (el único español), Jefrey Tate, Titus Engel y Renato Palumbo.
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