Estamos hablando de que quince años después de la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, una de cada cuatro empresas en España sigue ajena a sus obligaciones preventivas básicas, según los datos de la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo realizada por el INSHT. Y las Orquestas Sinfónicas no son una excepción. CCOO viene detectando que no están hechas las sonometrías preceptivas, que la mayoría de los fosos no reúnen las características necesarias de espacio de trabajo, que se trabaja sin puntos de luz adecuados a las exigencias de las partituras, etc.
Esto está produciendo problemas de salud, entre los que se encuentran lesiones músculo-esqueléticas, pérdidas de audición y de visión en muchos músicos de las orquestas sinfónicas de nuestro país y niveles de disconfort que dificultan la realización óptima de su trabajo. Trabajar en este mundo de la música es bello y vocacional… pero al tener un alto grado de exigencia física y psíquica, conlleva unos riesgos laborales que afectan directamente a la salud de los intérpretes y que pasa caras facturas a lo largo de la vida de un artista. CCOO viene realizando una campaña entre los músicos profesionales para detectar los casos de hipoacusia causados por el trabajo.
Se trata de descubrir posibles lesiones en el oído de carácter definitivo que, sin llegar a constituir una incapacidad permanente que les suponga seguir interpretando su instrumento, supongan una disminución o alteración de la integridad física del trabajador. Queremos hacer visible estas lesiones dentro de las estadísticas oficiales de nuestro país, pues sólo así podremos seguir peleando por el reconocimiento de las enfermedades profesionales que sufren los músicos y que hasta hoy no están recogidas en el RD que las regula. 28 de abril: Un día para el recuerdo y para la reivindicación. Porque la vida y la salud son lo más preciado que poseemos y no lo podemos perder en el trabajo.