Albéniz al piano rodeado de amigos. © Museu Diocesà de Barcelona/Guillém F. H.
El Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón fue el encargado de inaugurar hoy la muestra junto a su comisario, el crítico Justo Romero, y la presidenta de la SECC, Soledad López entre otros.
Ruiz-Gallardón, sobrino-nieto del músico, ha subrayado que Albéniz destacó entre sus contemporáneos por su inmensa creatividad aunque en su momento «no se supo apreciar en toda su extensión todo lo de innovador que tenía su música».
De la leyenda a la verdad de Albéniz
La exposición es un itinerario visual y sonoro a través de la peripecia vital de Albéniz, de su tiempo y de los lugares por los que transitó y residió.
Albéniz murió a los 49 años pero su vida fue intensa y estuvo marcado por un constante ir y venir entre numerosas ciudades. Este carácter, abierto, plural y diverso, se refleja en sus amistades entre la que destaca la de Fernández Arbós, Granados, Dukas y los pintores Ramón Casas o Santiago Rusiñol cuyas obras se pueden ver también en la exposición.
Con reproducción de imágenes y lugares, objetos personales, y documentos del propio compositor, el recorrido permite al visitante hacerse con una idea clara de la época en la que vivió el músico y lo que su obra ha significado para el repertorio del siglo XIX y XX español.
La muestra se ha organizado en tres espacios diferenciados. En el espacio inicial llamado «Albéniz lírico», se expone la obra escénica y se muestra la faceta menos conocida del compositor como creador lírico.
El segundo espacio lleva por epígrafe «Músicos y artistas amigos de Albéniz» y presenta al músico en su contexto histórico con sus amigos músicos y artistas además de ofrecer una visión de su implicación en el modernismo.
El último espacio descubre, bajo el título «El universo personal de Albéniz», espacios sonoros, la faceta más íntima de Albéniz con una aproximación a su iconografía, a través de retratos y fotografías del compositor y de su familia, además de mostrar diversos ejemplos musicales con partituras, rollos de pianola o discos de pizarra.
Además, el 18 de noviembre el Ayuntamiento de Madrid cerrará la programación de homenaje al centenario con la colocación de una placa en recuerdo de Albéniz en la calle San Onofre, donde residió durante algún tiempo.
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Ramón Casas, retrato de Isaac Albéniz, Barcelona 1895. Colección particular. © Museu Diocesà de Barcelona. – Guillém F. H.