Sonia Megías
El Centro Nacional de Difusión Musical ha estrenado este año el Proyecto veinte21 Red Chair Concert dentro de su ciclo SERIES 20/21. Se trata de un conjunto de solistas dirigido por Joan Cerveró.
El programa incluirá dos piezas de Bach, Contrapuntus I y IV de Die Kunst der Fugue (El arte de la fuga), de Bach, obras con las que se adentrarán en un mundo en el que se alternan la forma y el equilibrio con una parte expresiva a través de contrapuntos y repeticiones. La música de Bach se alternará con una de las piezas más reconocidas de Arvo Pärt, Frates. En esta obra, que existe en diferentes versiones dependiendo de la variedad de instrumentos, se estructuran conjuntos de ocho o nueve secuencias de acordes, separados por un motivo recurrente de percusión. De Ligeti ofrecerán el Concierto de cámara para trece instrumentos, estrenado el 1 de octubre de 1970 en el Festival Internacional de Música de Berlín.
El concierto se completará con dos encargos del CNDM, el del compositor alicantino Ricardo Llorca, Borderline y el de la compositora manchega Sonia Megias, Sshhcrack!.
Según Megias, Sshhcrack! esta basada en las subidas y bajadas de mareas en seis puntos del planeta. «Los instrumentos agudos y las placas de cerámica representan el océano Atlántico; los medios y las placas de espuma ponen voz al Pacífico y los graves, junto con las placas de madera, evocan al océano Antártico. Paralelamente, intento mostrar el mundo materialista: compramos algo, lo desenvolvemos, jugamos con lo adquirido, nos cansamos y finalmente lo rompemos. De ahí que al inicio de la obra los intérpretes saquen los instrumentos envueltos en papel de regalo y al final rompan las placas (¡no los instrumentos!)”.
Llorca, por su parte, resume que su obra, Borderline nació a partir de una visita a los indignados de Wall Street y a su rebeldía utópica y posteriores visitas al movimiento 15 M de la Puerta del Sol. Según comenta, basa su obra en una batucada. «Curiosamente, tanto en Nueva York, como en el resto del mundo, las manifestaciones las inicia siempre una batucada brasileña, que en términos estrictamente musicales, se divide en una llamada-respuesta entre el repique y los surdos, la frase de recuperación de los tamborines, el ritmo-base y la frase de fin. Se produce así un dialogo o contrapunto entre los distintos instrumentos que yo he intentado desarrollar al máximo en esta obra”.
En la parte electroacústica estará el Laboratorio de Informática y Electrónica Musical en un concierto que cuenta con la colaboración de la New York Opera Society Percussion Players.