
Dani Panullo Dancetheatre en la inauguración del Centro de Danza Canal (Foto: Guadalupe Caballero)
Especialmente, decía, en un país que aún carece de algo tan básico como un ballet de la ópera estable. Especialmente, y no me repito más, en un país donde la danza contemporánea ha conseguido hablarle a un público cada vez más amplio en un lenguaje que entiende, algo que aún no ha logrado del todo, por mucho que a mí me pese, ni el teatro ni la música más experimental.
Por eso, llevamos un año de buenas noticias: el Corella Ballet de Castilla León ha comenzado su andadura, un proyecto tan ilusionante como la fundación que llevará el nombre del bailarín, y ahora, la inauguración del Centro de Danza Canal de Madrid, que nace con la intención de dar cobijo en su espacio de compañías residentes, a formaciones de danza de lo más variadas.
Durante el recorrido que los periodistas tuvimos la oportunidad de hacer por sus instalaciones cuya vocación es “la creación, difusión, y exhibición del arte coreográfico en toda su diversidad de concepciones y lenguajes” me quedaron claras dos cosas: que las condiciones de las salas son lo que cualquier compañía podría desear y que, de momento, el Ballet Clásico (que no, neoclásico) sigue estando desaparecido.
En cualquier caso, prefiero dar un voto de confianza al nuevo centro ya que, según las declaraciones que hizo allí mismo Esperanza Aguirre, cada tres meses se lanzará una nueva convocatoria y las nueve salas serán ocupadas por nuevas compañías. Ojalá que esto suponga, en algún momento, que nuestros grandes bailarines puedan quedarse a trabajar en su país. Esa sí que sería una feliz novedad.
Compañías en residencia
De sala en sala, disfrutamos, entre otros, de fragmentos coreográficos ofrecidos por Aída Gómez (Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid 2008), que nos dio un aperitivo en clave de Escuela Bolera; Arrieritos, siempre con su personalísimo estilo, la compañía de danza contemporánea de Teresa Nieto y Human Dance Proyect y el muy recomendable proyecto de danza urbana de Dani Panullo Dancetheatre que dejó a todos boquiabiertos con su tremenda capacidad expresiva a pie de calle entre el hip hop, el break, la “club culture” y la danza contemporánea.
Por último, que no en último lugar, sino más bien a modo de broche, nos recibió el Ballet de la Comunidad de Madrid que tiene su sede permanente en Los Teatros del Canal, la Compañía de Víctor Ullate al completo. Ullate y su coreógrafo Eduardo Lao también estuvieron presentes e incluso regalaron a Aguirre unas zapatillas de puntas que los periodistas temimos que la Presidenta pudiera decidirse a estrenar.
Para terminar esta crónica, voy a decir algo que no quisiera decir, ya que hace muchos años que admiro la labor de Víctor Ullate como maestro y aplaudo cualquier apoyo a una disciplina artística, pero: ojalá que a las compañías residentes del Centro de Danza Canal les sienten mejor las ayudas que al Ballet de la Comunidad de Madrid. Estoy segura de que así será. Estoy segura de que el talento no es acomodaticio. Por eso mismo, de momento conservaré la esperanza de que el Ballet de nuestra Comunidad retome el camino de la calidad que lo hizo grande, aunque, desgraciadamente, su más reciente estreno: 2 you, maestro anuncie más bien todo lo contrario.
Cía. Aída Gómez, inauguración Centro de Danza Canal. (Foto: G. Caballero)
Albert Boadella, Esperanza Aguirre y Víctor Ullate en la inauguración del Centro de Danza Canal. (Foto: G. Caballero)