Kurtág es un gran compositor que practica un serialismo actual, que integra voces de otras músicas, incluso populares de Centroeuropa, no solo húngaras, aunque su admiración por Bartók es manifiesta -también por Bach, claro. Un compositor intenso, preciso, su música fluye con más facilidad que la de otros centroeuropeos (Penderecki, por ejemplo) siempre hay una especial relación entre sonido y silencio; en los nórdicos hay una relación parecida; y en el sur, Francisco Guerrero, nos acercó a estos conceptos. Piezas para orquesta, para cuarteto y electrónica, para piano a cuatro manos. Se experimenta la sensación de escuchar cómo se hace historia de la música actual. Un gran disco de cabecera para una buena temporada.