
Das Wunder Karajan (el milagro Karajan), como se le consideraba en Berlín, pasó a pertenecer a un olimpo mediático en el que las grabaciones que van desde el ultimo Clasicismo al Romanticismo son referencias absolutas. Este doble compacto intenta compilar una selección de las joyas que dejó para un sello que le catapultó al estrellato. La fuerza orquestal y el sentido rítmico se aprecian desde el primero de los compactos, con el intenso Bolero, la segunda de las suites de La Arlesiana y el hiper-romanticismo de Chaikovski.