Doce Notas

Tomás Marco: en el primer plano de la programación

entrevistas  Tomás Marco: en el primer plano de la programación

Tomás Marco (Foto: Xavier M. Miró)

Mientras concluye un encargo de la orquesta de Pamplona y esperan sus respectivos estrenos un encargo de la Fundación Albéniz y el homenaje a Ramón Barce, llega el momento de la reposición, dentro del ciclo de operadhoy (23 de junio), del Segismundoque vio la luz en Santander hace un lustro. Será la première madrileña.

A la vista de tanta obra suya programada, ¿diría que hay una normalización de la música contemporánea?
Hay mayor cantidad de eventos que tienen que ver con la música contemporánea, frente a los más tradicionales, tanto porque algo se ha mejorado como por una especie de inercia general que nos hace ver la situación un poco mejor. Pero dista mucho de estar normalizada en un país que en el último cuarto de siglo ha normalizado tanto sus orquestas o sus teatros. Eso no se ha notado a la hora de dar oportunidades a la música de hoy en la medida en que, a mi juicio, se debiera.

Después de acostumbrarnos a las influencias literarias y de pensamiento en su música, la Historia se adueña de su trabajo en Yo lo vi.
La historia no ha pesado demasiado en mi obra, es cierto, y en este caso es relativamente oblicua ya que, siendo sobre el Dos de Mayo, que es lo que me encargaron, trato el acontecimiento como lo vio Goya a través de sus trabajos, y en un plano muy general. No es que tenga un contenido, por llamarlo de alguna manera, antifrancés, sino más bien antiimperialista: una proclama por esa libertad que, si no se obtuvo con Napoleón, tampoco se consiguió con Fernando VII.

Una oportunidad canalizada por un encargo ¿puede ser un aliciente para la creación?
Evidentemente. Pero el tema de Goya me ha interesado a lo largo del proceso compositivo. Desde mi primer trabajo orquestal, Los Caprichos, a otras obras como el quinteto La noche de Burdeos, que escribí para el sitio donde murió.

Yo lo vi: ópera virtual; Segismundo: ópera de bolsillo. ¿Le impresiona la palabra ópera sin más?
En absoluto. Tengo varias que se llaman así. Yo lo vi no es ópera en el sentido estricto al no haber acción que se explique dramáticamente desde el escenario. En alguna medida es un oratorio escénico, aunque creo que es más que eso. De ahí lo de ópera virtual. Segismundo era un encargo muy especial de un promotor privado, que quería gastar el menor dinero posible y que se hiciera con los menores medios. El resultado va por ahí: un cantante, tres actores y cuatro instrumentos. Por eso la llamé de bolsillo; no porque no se trate de una ópera, que lo es.

Por seguir con la historia, aunque en este caso sería simplemente política, ¿su paso por el Inaem le inspiraría alguna música?
Fue un simple episodio. Una dedicación administrativa más de tantas como había tenido en sitios como la radio y otras unidades del Inaem. Evidentemente, una dirección general, a pesar de que yo no lo quisiera, acepto que, aunque mínima, tiene cierta dimensión política. En cuanto a influir en mi vida en el aspecto creativo, creo que absolutamente en nada.

¿No da ni para un sainete?
Para un sainete puede que sí. Y en un futuro tal vez para unas memorias divertidas.

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