Según Lorenzo Ramos, la obra Música Clásica es «un título muy conocido, pero poco tocado. Una pequeña joya de Ruperto Chapí que supuso un punto de inflexión en su carrera». Los arreglos musicales, a partir de uno de los dos manuscritos originales que se conservan, han corrido a cargo del compositor Juan José Colomer, y la partitura al completo demuestra la habilidad de Chapí para mezclar con naturalidad lenguajes musicales, dijo el maestro.
Menéndez, directora escénica, destacó que la producción ha nacido de «la sonrisa como excusa, que debe conseguir una representación disfrutable por cualquier niño». El argumento, con una chica aficionada a la seguiriya, un padre amante de la gran música y un pobre chico que sólo quiere casarse, es una metáfora de la pugna, que llega hasta nuestros días, entre lo elevado y lo popular. El disparatado libreto es interpretado por Augusto Val, Cristina Faus y Francisco Sánchez en los papeles principales.
Funciones escolares abiertas al público general que han comenzado hoy mismo, llevarán hasta la Zarzuela a miles de niños madrileños. Además, funciones de domingo para las familias: 26 de octubre, 8, 15 y 22 de febrero, 1 y 8 de marzo de 2009.