Su acercamiento a la obra de Brahms, autor considerado por el musicólogo Peter Burkholder como “el primer compositor de la historia obsesionado por la música del pasado”, resulta impregnado de los criterios históricos con los que Gardiner concibe la obra del hamburgués, cuya tradición interpretativa considera excesivamente «wagnerizada». Sin renunciar a la profundidad y a la densidad típicas de la escritura brahmsiana, Gardiner nos propone una primera sinfonía fluida, plagada de sutiles inflexiones, en un acercamiento que trata de explorar las relaciones entre su obra coral y la sinfónica.
En este sentido, el disco incluye tres piezas corales, dos de Brahms y una de Mendelssohn, cantadas con la versatilidad y la transparencia a las que nos tienen acostumbrados los miembros del Coro Monteverdi. Completa el CD una interesante conversación entre el compositor y musicólogo Hugh Wood y el propio Gardiner, reveladora de la concepción brahmsiana del director británico.